"Detr¨¢s del brillo de Pau y Juan Carlos, hay un grupo de estrellas"
Ram¨®n, Moncho, L¨®pez Su¨¢rez (Ferrol, A Coru?a; 1969) ha triunfado como seleccionador espa?ol de baloncesto pese a su juventud y su corta experiencia al frente de equipos de la ¨¦lite. En su d¨ªa, con el Gij¨®n, hasta 2002, fue el entrenador m¨¢s joven de la Liga ACB. Despu¨¦s se integr¨® en el equipo t¨¦cnico de la federaci¨®n nacional. Fue ayudante de Javier Imbroda en el Campeonato del Mundo de Indian¨¢polis 2002. Luego, cuando ¨¦ste fich¨® por el Madrid, se desat¨® una pol¨¦mica porque los clubes no permiten que un t¨¦cnico tenga dos cargos simultaneamente. Entonces, en octubre del a?o pasado, se le asign¨® la direcci¨®n de la selecci¨®n con la duda federativa de si podr¨ªa recuperar a Imbroda. No fue as¨ª. Y L¨®pez, con la colaboraci¨®n de Joan, Chichi, Creus, sac¨® adelante la clasificaci¨®n para un Campeonato de Europa que ha acabado con nota.
"En mi contrato pone que los federativos decidir¨¢n en cada momento mi responsabilidad a asumir"
"Me ha sorprendido la facilidad con la que se ha generado la conciencia de equipo"
Pregunta. ?Ha sido lo suyo llegar y besar el santo?
Respuesta. S¨ª. He tenido la fortuna de entrenar a un grand¨ªsimo grupo de jugadores y de sentirme respaldado por la confianza de la federaci¨®n. Un c¨²mulo de circunstancias ha ayudado a que todo vaya bien. Sin este buen equipo, ser¨ªa muy dif¨ªcil besar el santo.
P. ?Encarna la victoria de la modestia?
R. No s¨¦ si soy yo el que debe decir eso porque empezar¨ªa a pecar de inmodestia. Y tampoco es falsa modestia decir que es la victoria de un entrenador... No; de un entrenador, no; de un baloncesto de gente joven, que da confianza a los entrenadores. Siempre he dicho que en mi lugar podr¨ªa estar cualquiera de los t¨¦cnicos de la Liga ACB y la LEB. Todos son de gran nivel. Cuando al entrenador se le apoya y, sobre todo, se le da material humano con el que trabajar, los resultados llegan.
P. ?Que le ha impuesto m¨¢s de la ¨¦lite europea?
R. He aprendido mucho observando el juego de otras selecciones, pero tambi¨¦n he aprendido mucho por la necesidad de nuestro equipo de evolucionar. Es dif¨ªcil que ahora te sorprenda algo. He tenido la suerte de pasar por una Liga tan rica t¨¢cticamente como la ACB y aqu¨ª me he encontrado cosas parecidas. Quiz¨¢s lo que me ha impuesto ha sido la gran carga emocional, la tensi¨®n, que tienen los partidos y la liberaci¨®n que supuso para nosotros ser los primeros de nuestro grupo y no tener que jugar los octavos de final. Me recuerda mucho a la trascendencia de no perder la categor¨ªa que yo viv¨ª.
P. Dice ser consciente de que no es un entrenador medi¨¢tico. ?Lo va a cambiar todo el ¨¦xito alcanzado en Suecia?
R. No s¨¦ exactamente qu¨¦ es ser medi¨¢tico, aparte de ser un t¨¦rmino que est¨¢ de moda. Pienso que depende m¨¢s del resto que de uno mismo. No tengo af¨¢n por ser medi¨¢tico. Ni me siento mejor por verme en m¨¢s fotos ni me siento peor por no verme en ninguna entrevista. Realmente, mi obsesi¨®n es ser medi¨¢tico para mis jugadores: transmitirles a ellos, convencerles con mis palabras y con mis actos.
P. ?Cu¨¢l fue el momento m¨¢s cr¨ªtico del torneo?
R. La preparaci¨®n psicol¨®gica para el partido contra Israel, quitar la presi¨®n, no tener miedo a los planteamientos t¨¢cticos que nos pudieran hacer... Y, por supuesto, tambi¨¦n los momentos dif¨ªciles vividos en la semifinal contra Italia.
P. ?Se logra eso mediante una charla o de otra manera?
R. Todo influye. No s¨®lo lo que t¨² puedas decir, sino lo que puedan transmitir tus colaboradores con planteamientos que generen confianza en el jugador. Hemos buscado ser nosotros mismos; que los jugadores vieran que ¨ªbamos a ir superando los partidos con lo que nos trajo hasta aqu¨ª. No hay que reinventar nada. Eso es lo que da confianza.
P. ?Se ha dado poca relevancia a su cuota en el ¨¦xito?
R. Si alguien piensa que esto es s¨®lo por los jugadores, perfecto. A m¨ª eso no me va a hacer sentir mal. Mi equipo t¨¦cnico y mis jugadores saben lo que hemos podido aportar cada uno. Mi autoestima est¨¢ intacta e incluso me he reafirmado en los criterios que ya ten¨ªa.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha sorprendido del equipo?
R. Precisamente, la facilidad con la que se ha generado la conciencia de equipo. Se habla mucho de la generaci¨®n del 80. Pero, a la hora de la verdad, no hubo tantos jugadores del 80 en la selecci¨®n. Ahora hay jugadores de diferentes generaciones y el talante es el mismo. La cohesi¨®n ha sido muy r¨¢pida y hay que reconocer el m¨¦rito de todos, no s¨®lo el de los integrantes de la generaci¨®n de oro.
P. Ha contado con dos l¨ªderes que tienen s¨®lo 23 a?os. Eso es sorprendente en el deporte espa?ol.
R. Es para quitarse el sombrero ante la capacidad de Pau [Gasol] y Juan Carlos [Navarro] para ejercer el liderazgo, un gran liderazgo t¨¦cnico sobre todo, por su talento, por sus condiciones y por c¨®mo afrontan mentalmente las situaciones dif¨ªciles en los partidos. Pero hay un liderazgo en la sombra, oscuro, que es el que ejerce el resto del equipo, que acepta su papel. Detr¨¢s del brillo de Navarro y Gasol hay un grupo de estrellas. Quienes m¨¢s lo reconocen son ellos mismos. Los mayores fans de Garbajosa, Jim¨¦nez, Calder¨®n, Felipe [Reyes]... son los propios Gasol y Navarro.
P. ?Una jugada?
R. El rebote ofensivo, con canasta y cay¨¦ndose al suelo, de Jim¨¦nez ante Israel.
P. ?El t¨¦cnico que m¨¢s le ha llamado la atenci¨®n?
R. El ruso [Sergei Elevic]. Me gustaron sus planteamientos. Con mucho riesgo. Alguno, al final, se volvi¨® un poco en su contra. Jug¨® con muchos exteriores, con gente peque?a, con Kirilenko de 4, poniendo el equipo en manos de los jugadores de m¨¢s talento, no de los de m¨¢s experiencia. Han sido unos planteamientos similares a los nuestros aunque decirlo sea un poco vanidoso.
P. ?El jugador que m¨¢s le ha impresionado?
R. Jasikevicius, sin duda.
P. ?La revelaci¨®n?
R. El ruso Lijolitov me parece fundamental. Va a ser importante. Tambi¨¦n su compa?ero Jryapa.
P. Ahora, hasta los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004, sin partidos por delante, ?qu¨¦ va a hacer?
R. Lo que la federaci¨®n me pida. Tengo un contrato por el que estoy a su disposici¨®n y hay much¨ªsimo trabajo y muy apasionante: colaborar con la escuela de entrenadores, hay unos Campeonatos de Europa de cadetes, j¨²niors, sub 20... No s¨¦ en qu¨¦ papel y en qu¨¦ puesto, pero me voy a dedicar las 24 horas del d¨ªa al baloncesto.
P. ?Cu¨¢ndo concluye ese contrato?
R. En octubre de 2004, creo.
P. Desde el primer momento, ?las condiciones fueron las actuales?
R. Me hicieron dos a?os de contrato y qued¨® claro que no significaba ser el seleccionador, sino que era un t¨¦cnico de la federaci¨®n y que ellos decidir¨ªan en cada momento la responsabilidad que tendr¨ªa que asumir.
P. Dice no sentirse interino, pero ese contrato...
R. Bueno, me imagino que ellos conf¨ªan mucho en m¨ª, pero es normal porque corr¨ªan un riesgo de aceptaci¨®n por parte del entorno. La principal dificultad no era si lo har¨ªa mejor o peor, sino que el entorno lo aceptase, que no hubiese cr¨ªticas exacerbadas... En ese sentido, entiendo perfectamente el tipo de contrato. Me han demostrado una confianza absoluta. No me paro a pensar si en el documento pone seleccionador o no.
P. Se hizo as¨ª por ese ¨²nico motivo.
R. No. Tambi¨¦n ten¨ªa que pasar un periodo de prueba para ellos.
P. ?Lo ha pasado ya?
R. No lo s¨¦. Alguien a quien no le haya convencido desde el primer d¨ªa, si tiene criterio, no debe cambiarlo. Y quien est¨¦ convencido desde el primer d¨ªa ser¨¢ ahora una persona feliz. Pero soy el mismo ahora que el 14 de febrero, cuando eal sorteo.
P. Ha tenido tiempo de leer Canastas sagradas, de Phil Jackson.
R. S¨ª, he le¨ªdo eso y alguna poes¨ªa. Tambi¨¦n he escuchado bastante m¨²sica, sobre todo nacional, La Oreja de Van Gogh..., un CD de Andy Lucas, unos chicos de C¨¢diz, que me han regalado mis ayudantes andaluces, y Man¨¢.
P. ?Sigue otros deportes?
R. Cada vez menos. Siempre fue el baloncesto lo que m¨¢s me gust¨®. Cuando ten¨ªa 20 a?os, segu¨ªa much¨ªsimo el motociclismo, me conoc¨ªa todas las pruebas y a todos los pilotos. Yo era de Kevin Rayney, Luca Cadalora, Sito Pons, ?lex Crivill¨¦... Sin embargo, ahora no sigo a la nueva generaci¨®n. Creo que hace a?os que no he visto una prueba de otro deporte entera por televisi¨®n. He presenciado alg¨²n partido de f¨²tbol en Gij¨®n, pero tampoco soy muy apasionado de ese deporte.
P. ?Son contad¨ªsimos, entonces, los encuentros de f¨²tbol que ha visto?
R. S¨ª. No conozco... El otro d¨ªa me metieron en un apuro en una emisora de radio. Me preguntaron por Valer¨®n y no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ iba esa historia. Sab¨ªa que era un jugador de f¨²tbol, pero no sab¨ªa ni en qu¨¦ equipo jugaba.
P. Pero si usted es gallego y Valer¨®n es del Deportivo.
R. Ya, pero soy un ignorante futbol¨ªstico. Bueno, lo siento. Mi obsesi¨®n es el baloncesto y ver muchos partidos. Prefiero irme al pabell¨®n Magari?os a ver un partido de infantiles un domingo por la ma?ana que ver las pruebas de atletismo por la tele.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.