Dos libros recogen la relaci¨®n epistolar del escritor mexicano Alfonso Reyes con Cernuda y Rejano
Juan Cobos Wilkins se adentra en un territorio ambiguo, de filos y sombras, donde las cosas no son lo que parecen en Mientras tuvimos alas, su ¨²ltima novela. Antonio Zoido reflexiona sobre los problemas de la inmigraci¨®n en Los pobres de Zeus. Renacimiento publica dos libros con la correspondencia de Alfonso Reyes con Luis Cernuda y Juan Rejano.
Dos libros de cartas ponen de manifiesto el estrecho v¨ªnculo entre las culturas mexicana y espa?ola a mediados del siglo pasado. El escritor mexicano Alfonso Reyes (Monterrey, 1889-Ciudad de M¨¦xico, 1959) mantuvo un intercambio epistolar con dos poetas andaluces de la Generaci¨®n del 27. Luis Cernuda (Sevilla, 1902-Ciudad de M¨¦xico, 1963) y Juan Rejano (Puente Genil, C¨®rdoba, 1902-Ciudad de M¨¦xico, 1976) tuvieron una rica relaci¨®n intelectual con el patriarca de las letras mexicanas.
La editorial sevillana Renacimiento da cuenta de este v¨ªnculo en dos libros. P¨¢ginas sobre una poes¨ªa. Correspondencia Alfonso Reyes y Luis Cernuda. 1932-1959 y Charla en sonetos. Correspondencia Alfonso Reyes y Juan Rejano. 1947-1956 muestran distintos aspectos del v¨ªnculo entre un ensayista y estudioso de sabidur¨ªa formidable como Reyes y dos poetas que ocuparon posiciones bien distintas en la n¨®mina del 27. Alberto Enr¨ªquez Perea ha sido el encargado de la compilaci¨®n, introducci¨®n y notas de ambos vol¨²menes.
El primero de los libros incluye 52 misivas. Aunque no todas son entre Cernuda y Reyes, el conjunto ayuda a conocer los pormenores de esta relaci¨®n. Alfonso Reyes vivi¨® en Espa?a entre 1914 y 1924. "Poco a poco, Reyes fue conociendo el ambiente pol¨ªtico y literario espa?ol. Fue percat¨¢ndose de ciertos rasgos de personalidades como las de Miguel de Unamuno y Azor¨ªn que ninguno de sus contempor¨¢neos advirti¨®. Incluso, descubri¨® la inteligencia que por ah¨ª moraba y que los propios espa?oles ignoraban, como la de Ram¨®n G¨®mez de la Serna. En menos de un lustro el nombre de Alfonso Reyes era tomado en cuenta en las empresas culturales y pol¨ªticas de Jos¨¦ Ortega y Gasset, de Luis Araquistain, de Manuel Aza?a y Cipriano Rivas Cheriff. Era, adem¨¢s, miembro del Centro de Estudios Hist¨®ricos, de Men¨¦ndez Pidal", escribe Enr¨ªquez Perea.
Reyes se convirti¨®, pues, en un elemento clave de la cultura en lengua espa?ola de la ¨¦poca. El poeta Manuel Altolaguirre pidi¨® ayuda a principios de los a?os cincuenta a Alfonso Reyes para un mutuo amigo espa?ol, Luis Cernuda, que se encontraba exiliado en EE UU. Cernuda visit¨® por primera vez M¨¦xico en el verano de 1949 y se qued¨® prendado de este pa¨ªs.
El 20 de febrero de 1954, Cernuda le escribi¨® a Reyes: "Me comunica Octavio Paz que, como resultado de la gesti¨®n que hizo cerca de usted, el Colegio de M¨¦xico estar¨ªa dispuesto a concederme una beca para la composici¨®n de un estudio de la poes¨ªa espa?ola contempor¨¢nea, estudio que debe quedar terminado en el plazo de dos a?os". El escritor mexicano fue generoso con el espa?ol. Sus ayudas llegaron hasta la muerte de aqu¨¦l.
La correspondencia de Reyes con Rejano incluye s¨®lo nueve misivas. En una de ellas se pone de manifiesto que Reyes "estaba harto de que se siguiera hablando de la Espa?a de pandereta, guitarra, abanicos y toreros. Espa?a estaba viva dijeran lo que dijeran", recuerda Enr¨ªquez Perea.
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