Constituci¨®n con marcha atr¨¢s
Un d¨ªa de nuestra infancia, nos descubrimos en un charco de lluvia, y descubrimos c¨®mo, con la tierra, nos ofrec¨ªa una sustancia para hacer canicas, inventos, cacerolas, ideas y ciudades. Un d¨ªa de nuestra infancia descubrimos que nuestro paso se registraba en el barro, y que el barro era un recipiente para el agua, los frutos, el placer, la muerte, y la memoria. Y qui¨¦n iba a decir que la arqueolog¨ªa ya nos hab¨ªa echado el ojo encima. Tal vez aquel mismo d¨ªa, dimos un estir¨®n, nos despojamos de la inocencia, y echamos mano a las navajas: ¨¦ramos unos bravucones. M¨¢s tarde, para evitar extrav¨ªos y sangr¨ªas, escribimos un libro de leyes, de principios y prop¨®sitos. Era la Constituci¨®n de 1978. Aun entre recelos y chismes, para amenizar el espect¨¢culo, se acord¨® dejar constancia del encuentro. En Alicante, en 1986, se levanto, el primer o uno de los primeros monumentos a la Constituci¨®n. Lo hizo el escultor Arcadi Blasco. Y, como era previsible, despach¨® cualquier esquema jer¨¢rquico, vertical y monol¨ªtico; y lo dise?¨® a escala de las personas: m¨¢s de cinco toneladas de arcilla, en varias piezas, con influencias mediterr¨¢neas, torres vig¨ªas, castillos, vestigios arqueol¨®gicos, presencia de diversos pueblos, evocaciones a Gaud¨ª, en medio de un peque?o jard¨ªn, con un olivo y una palmera, adelfas, cactus y romero. La obra que suscit¨® pol¨¦micas por su emplazamiento urban¨ªstico, fue finalmente asumida y respetada por la ciudadan¨ªa. Hace una semana y a ra¨ªz de una de las obras que soporta la Rambla, un cami¨®n hizo marcha atr¨¢s, invadi¨® el recinto y deterior¨® una de las piezas. "Desde que lleg¨® el PP al poder municipal, ni agua; no culpo al conductor por su negligencia: a ¨¦l tambi¨¦n le han robado la sensibilidad". Ni una voz de los representantes populares ha pedido excusas ni al artista ni a los ciudadanos que los eligieron. Es una calamidad y una met¨¢fora de las celebraciones del 25 aniversario de la Constituci¨®n: si el Gobierno central o el valenciano hace marcha atr¨¢s y comete otro atropello, ya dir¨¢n. O sea, escampen.
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