La cueva de los Hermanos Oligor
Esta es la historia de dos adultos que no mataron al ni?o y siguieron construyendo mecanos y enso?ando amores imposibles. La de Jomi y Senen (los Hermanos Oligor), dos chicos del norte que estudiaron Bellas Artes en Cuenca, invadieron durante meses el taller del artista fallero Manolo Mart¨ªn y acabaron enterr¨¢ndose tres a?os y medio en un s¨®tano de Valencia para preparar Las tribulaciones de Virginia, espect¨¢culo tan raro, delicado y m¨¢gico como una cajita de m¨²sica abierta e iluminada por dentro en lo m¨¢s oscuro de un oscuro sal¨®n. Se va a representar del 8 al 10 de octubre en la XIV Muestra Internacional de Teatro de Santander y en noviembre en el Teatro Central de Sevilla.
Las tribulaciones de Virginia se desarrolla en el interior de una barraca de feria, de aqu¨¦llas donde se expon¨ªan a la curiosidad decimon¨®nica falsas sirenas, siamesas aut¨¦nticas y ¨¢ngeles ca¨ªdos en desgracia. Est¨¢ instalada bajo techo, en un recinto salpicado de herramientas y de cachivaches entre los que el p¨²blico husmea en espera de que le den paso. Una vez dentro, desde una micropista circense en penumbra, Jomi comienza a contar la melanc¨®lica historia de amor de Virginia y Valent¨ªn, personajes encarnados por min¨²sculos mu?equitos que aparecen en cualquier momento en no importa qu¨¦ lugar y que se desplazan movidos por una serie de artilugios mec¨¢nicos cuyo referente m¨¢s reconocible son los inventos del profesor Franz de Copenhague, aquel personaje del TBO que, para beber agua desde la cama sin coger la botella, llenaba la habitaci¨®n de tubos, cables y poleas. Virginia, de cinco cent¨ªmetros de alto, sale, por ejemplo, del interior de una casita de ferroviario, desciende con un peligroso balanceo por un tobog¨¢n y, cuando est¨¢ al borde del abismo, cae en un cubo, para reaparecer, tan sorprendentemente como el gemelo segundo de La comedia de las equivocaciones, girando en lo alto de la carpa.
En este espect¨¢culo hay mucha m¨¢s poes¨ªa que dramaturgia. La historia que cuenta apenas tiene el grosor de la versi¨®n simplificada de un cuento de hadas, pero sus im¨¢genes lo hacen volar. Y su atm¨®sfera decadente, enso?ada, cala como el vino dulce y caliente que la troupe del primer Teatro Z¨ªngaro serv¨ªa al p¨²blico desde una carroza f¨²nebre en los a?os ochenta. Entre los referentes que inspiran Las tribulaciones de Virginia hay que citar los juegos de feria mec¨¢nicos, hoy casi desaparecidos, y los cuentos de cuerda de algunas culturas americanas ind¨ªgenas (el narrador desgrana una historia mientras, moldeando una soga, da vida a sus protagonistas e ilustra alguna de sus peripecias). Pero es un trabajo absolutamente original, que con gran intuici¨®n empasta hallazgos extra¨ªdos de lugares muy diferentes. Jomi y Senen (se niegan en redondo a decir sus apellidos, suponiendo que ¨¦stos sean sus verdaderos nombres) comenzaron a representarlo no har¨¢ dos a?os en el s¨®tano de Valencia que comparten con un taller de carpinter¨ªa met¨¢lica y con un pintor. Entonces sus m¨¢quinas estaban engarzadas al entramado de tuber¨ªas por el que bajan las aguas mayores y menores de las 32 viviendas del edificio, y ese ruido se sumaba, cada dos por tres, a la desvencijada banda sonora de la representaci¨®n y a las melod¨ªas de sus cajitas de m¨²sica. All¨ª los descubri¨® Marcel.li Ant¨²nez, que ayud¨® a correr la voz. V¨ªctor Molina les propuso actuar en el Festival de Teatre Visual i Titelles de Barcelona, Jordi Fondevila se aplic¨® a convertir aquella estructura fija en algo transportable, y Juan Loriente y Anna Alcubierre pusieron tambi¨¦n sus conocimientos al servicio de los Oligor.
Los Hermanos Oligor han actuado en Festival Panorama Escena, de Olot, en la sala Morat¨ªn de Valencia, en Italia y en Berl¨ªn. Es decir, est¨¢n por descubrir. Los vi en la pasada edici¨®n de Titirimundi, festival que hace de Segovia una de las capitales europeas del teatro de t¨ªteres. En su barraca s¨®lo caben 50 espectadores por funci¨®n. Los de la que fui testigo, adultos todos, no paraban de exclamar "?ah!" y "?oh!", como hubieran hecho sus hijos en su lugar, o como har¨ªa cualquiera si en una revuelta del camino se encontrara con una cuadrilla de duendes.
Las tribulaciones de Virginia. XIV Muestra de Teatro Contempor¨¢neo de Santander. Teatro Centro Cultural Caja Cantabria. 8, 9 y 10 de octubre. Teatro Central de Sevilla. 20 y 21 noviembre.
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