'Ambaixador del regne'

Tal como est¨¢ de endeudada la Generalitat, no ser¨ªa nada disparatado que despu¨¦s del palizas de Jaume Matas, Mick Jagger recibiera la distinci¨®n de Ambaixador del Regne de Val¨¨ncia: los Rolling Stones movilizan mayor¨ªas absolutas, fren¨¦ticas y juveniles. Y el PP de cara a lo que se le viene encima, se alista al acid rock y a lo que le echen, con tal de seguir obrando a sus anchas, que descampado a¨²n queda lo suyo por abonar. Los tiempos corren y mudan las estrategias, y el nuevo president no anda pose¨ªdo por aquel fachudo romanticismo del actual ministro portavoz del Gobierno de Aznar, de modo que lo ha enunciado matem¨¢ticamente: Camps es a Mick Jagger como Eduardo Zaplana fue a Julio Iglesias. Luego, ha revelado la maniobra envolvente de Maragall, su eurorregi¨®n y la hidra catalano-aragonesa que nos acecha, y muy campante le ha dado una pala a Jaume Matas, ha empu?ado ¨¦l el pico, y se han puesto ambos a cavar trincheras para la defensa de la l¨ªnea Valencia-Palma, a la sombra en flor de la Fundaci¨® Consolat del Mar. No pasar¨¢n, ha advertido en referencia a cuantos sostienen un modelo de Estado federal. En esa Fundaci¨® con hedores agrios de ropavejer¨ªa, el ex titular de Medio Ambiente y palad¨ªn del Plan Hidrol¨®gico Nacional, ha sostenido que lo de Pasqual Maragall no es m¨¢s que una irresponsabilidad, tanto en el fondo como en la forma, y un riesgo para la cooperaci¨®n entre las autonom¨ªas, por cuanto viene dictada por razones electorales y pol¨ªticas, ?es que acaso ese nuevo y deleznable eje no ha demostrado suficientemente c¨®mo hoza las urnas, en tiempos de voto?, ?o ahora s¨®lo se alimenta de eventos culturales y pasarelas de la Uni¨®n Europea?

A Camps, que lleg¨® al Palau con la apariencia de un talante m¨¢s despejado, m¨¢s abierto y dialogante, se ve que le han le¨ªdo la cartilla y le han arrimado un tir¨®n de orejas, tan severo que no ha tenido empacho alguno en echar pelotas y promesas fuera, en la primera sesi¨®n de control de las Cortes valencianas: se pavone¨® con el PHN, a preguntas de su propio grupo, pero luego se pas¨® por los forros la reforma del Estatuto de autonom¨ªa y se dedic¨® a evadirse del torpedeo al que lo somet¨ªan los portavoces de la oposici¨®n Joan Rib¨®, por L'Entesa, y Joan Ignasi Pla, del PSPV. Ni calendario, ni prop¨®sitos, ni detalle alguno, ni aceptaci¨®n de la realidad, en la que, seg¨²n el president, se mueve Rib¨®, ni de la inseguridad vial de las carreteras valencianas, que denunci¨® el dirigente socialista. Francisco Camps ya no es de este mundo, ni de este pa¨ªs, ni siquiera de esta comunidad: se ha hecho su guarida a la muy derecha de ese ed¨¦n del menosprecio, que con tanto descaro y falacia cultiva el PP. Ha recuperado todo su perfil g¨®tico. L¨¢stima de chico: nos lo han malvado. En un clima as¨ª, cada vez m¨¢s extremo, no resulta pero que nada ins¨®lito el hecho de que una representante de la Consejer¨ªa de Infraestructuras se dirigiera en ingl¨¦s a quien preguntaba en valenciano, y agregara que insistir¨ªa en su ingl¨¦s en tanto no se le "hablara en cristiano", o sea, en castellano. Seg¨²n este diario, Camps dijo que no conoc¨ªa el caso. Pues que lo investigue y proceda con rigor. Aunque lo tiene mal: son por las heces del legado franquista, por donde se le ve la oreja al PP.