La coalici¨®n de gobierno liderada por Jettu se resquebraja en Marruecos

La mayor¨ªa gubernamental hace aguas en Marruecos. Dos semanas despu¨¦s de las elecciones municipales, los principales partidos que la componen han sido incapaces de aunar sus fuerzas para imponer a sus candidatos a alcaldes. Para alg¨²n que otro dirigente socialista y para parte de la prensa oficialista, el culpable es el primer ministro, el tecn¨®crata Driss Jettu, cuya dimisi¨®n pide a gritos el diario Aujourd'hui le Maroc.

Los nacionalistas conservadores del Istiqlal y, en mucha menor medida, los socialistas fueron, a juzgar por el n¨²mero de concejales obtenidos, los vencedores de las municipales. Sin embargo, s¨®lo dos alcaldes de las grandes ciudades marroqu¨ªes, el de Fez (Istiqlal) y el de Agadir (socialista), ser¨¢n dirigidas por esos partidos, pilares de la mayor¨ªa gubernamental formada hace 11 meses por Jettu.

Colocando a sus hombres al frente de Meknes, Temara, Errachidia o Jenifra, los islamistas legales del Partido de la Justicia y del Desarrollo salen mejor librados. Pero, sobre todo, ayudado por la rivalidad entre Istiqlal y socialistas, el PJD impuls¨® con ¨¦xito alianzas con peque?os partidos para arrebatar a los grandes muchos ayuntamientos y d¨¢rselos a formaciones menores.

"El PJD ha logrado romper el boicoteo al que le somet¨ªan los partidos en el poder, especialmente los socialistas, despu¨¦s de los atentados del 16 de mayo en Casablanca", afirma Mohamed Darif, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Mohamedia. "Es el PJD el que ahora a¨ªsla a los socialistas".

Pese a haberse presentado s¨®lo en la mitad de las circunscripciones de las grandes ciudades, el PJD es la segunda fuerza electoral urbana. All¨ª donde concurri¨® fue, con frecuencia, la formaci¨®n m¨¢s votada.

El Istiqlal, con discreci¨®n, y los socialistas, en voz alta, han puesto el grito en el cielo tras perder las alcald¨ªas de ciudades emblem¨¢ticas como Casablanca o Rabat.

Sin sentido

Jalid Aliua, el frustrado aspirante socialista a alcalde de Casablanca, critic¨® a Jettu por haber dejado que se incumpla el acuerdo escrito de los partidos de la coalici¨®n para conquistar ese Ayuntamiento. La mayor¨ªa gubernamental no tiene ya "ning¨²n sentido", editorializaba el ¨®rgano del partido socialista, Al Ittihad al Ichtiraki.

Curiosamente, parte de la prensa se ha sumado a las cr¨ªticas. "Jettu ya no vale", titulaba, por ejemplo, el viernes en portada el diario Aujourd'hui le Maroc, que suele hacerse eco del punto de vista del Ministerio del Interior.

Est¨¢ por ver si los ¨¦xitos del PJD se deben exclusivamente a la habilidad y abnegaci¨®n de sus tropas o si, para romper la disciplina de voto de la coalici¨®n en los consistorios, ha contado con la ayuda de los walis (gobernadores), como lo da a entender la izquierda.

Abubakr Jamai, director del semanario Le Journal, no duda incluso en sostener que, consciente del peso creciente del PJD, el palacio real alentar¨¢ en breve un cambio de Gobierno para tener de su lado a un partido capaz de encauzar al pueblo. Islamistas e Istiqlal ser¨ªan los dos pilares de la coalici¨®n gubernamental de recambio, mientras que los socialistas pasar¨ªan a la oposici¨®n. Aunque no podr¨¢ negarse, la situaci¨®n ser¨¢ insostenible para el PJD.