Cabaret en la prisi¨®n

Aforo completo, 300 espectadores. Expectaci¨®n, absoluta. Espect¨¢culo: Vict¨°ria cabaret. Escenario dominado por el rojo y el negro. Suena la m¨²sica, viaje a los a?os 20 y 30. Al subirse el tel¨®n, seis actores, tres chicos y tres chicas. Teatro, el sal¨®n de actos de la Unidad de Cumplimiento de la prisi¨®n de Picassent. Ah¨ª fue donde ayer hizo un particular pre-estreno de parte del montaje que prepara el grupo de teatro de la Universitat de Val¨¨ncia, a las ¨®rdenes de Pep Sanchis.

A los primeros acordes, a las primeras piernas libres de ropa, a la primera cintura ligera... piropos, gritos, risas, aplausos. Sanchis se llev¨® de viaje a los presos de los m¨®dulos uno, cuatro, ocho, nueve y doce a 1939, cuando los cabarets de la ciudad quedaron sepultados por la dictadura, enterrados en el olvido bajo pretextos como la alteraci¨®n del orden, por ser nidos de perversi¨®n, escondites de rojos del peor vivir que confabulaban contra el orden y el concierto impuesto, cuya moralidad no pod¨ªa consentir las alegr¨ªas formales y de fondo que regalaba aquel espect¨¢culo.

"Es el mejor adelanto de la respuesta del p¨²blico que pod¨ªamos tener"

Aquellas clausuras forzosas, no exentas de episodios violentos y detenciones, describ¨ªan otra sociedad. Y Mart¨ª Crespo, el autor del texto, quiso ayer llevarla en parte ante los ojos de algunos presos. Sanchis, el director, afirm¨® al acabar el espect¨¢culo: "Es el mejor adelanto de la respuesta del p¨²blico que pod¨ªamos tener. Aunque sabemos que son personas en condiciones especiales, han expresado sus emociones sin pudor, con una intensidad impresionante, con fervor, desde la risa a la excitaci¨®n".

No¨¦ Aguilera, Ram¨®n Batalla, Pau Blanco, N¨²ria Garcia, Marta Giner y Amparo Oltra cantaron y bailaron la resistencia de un local del centro de la ciudad a ser callado. El color, el brillo, la enso?aci¨®n que acompa?aba desde el cabaret a una sociedad moralmente derrotada en los ¨²ltimos d¨ªas de la guerra civil es el recuerdo de una mujer de hoy que re¨²ne a los descendientes de los que fueran actores-h¨¦roes hace 60 a?os. Y esa memoria fue coreada por los presos con el estribillo: "Mueve tu cuerpo bonito / que al mirar tu gentil contoneo/ las mujeres se mueren de envidia / y a los hombres les entra mareo. / Cuando salgas a la calle / no derrames tu gracia y tu sal / que el gobierno que nos desgobierna / el impuesto te quiere cobrar".

Ignacio Gil, vicerrector, fue espectador por partida doble de la obra de los asistentes. "Ha sido muy impresionante. ?sta es la primera actuaci¨®n de un programa que pretende una colaboraci¨®n cultural entre la Universidad y la c¨¢rcel. Creo que se pueden hacer muchas cosas", dijo tras caer el tel¨®n, mientras el aforo se vaciaba con gresca de bravos, fantas¨ªas de estreno y bromas inspiradas en la iron¨ªa de Vict¨°ria Cabaret.