Los debates del Foro Hispano-Alem¨¢n pintan un cuadro lleno de dudas sobre el futuro europeo
Un centenar de intelectuales abordan en Berl¨ªn la identidad de la UE y su ampliaci¨®n
El Foro Hispano-Alem¨¢n 2003, que reuni¨® ayer en Berl¨ªn a un centenar de pol¨ªticos, acad¨¦micos, diplom¨¢ticos, periodistas, empresarios y cient¨ªficos, pint¨® en buena parte de las intervenciones, que duraron casi ocho horas, un panorama pre?ado de incertidumbre sobre el futuro de Europa y su papel ante la ampliaci¨®n de la UE a 25 pa¨ªses y la crisis de identidad derivada del enfrentamiento con EE UU tras la guerra de Irak. El marco del debate, "Trabajando juntos para la reunificaci¨®n de Europa. Perspectivas espa?olas y alemanas ante la ampliaci¨®n al Este", qued¨® desbordado.
Lo variopinto de los reunidos ayer en Berl¨ªn y la extensi¨®n durante todo el d¨ªa de los debates hacen casi imposible extraer un denominador o unas conclusiones comunes: desde el presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol a la ex presidenta del Tribunal Constitucional alem¨¢n Jutta Limbach; del secretario de Pol¨ªtica Internacional del PSOE Manuel Mar¨ªn al vicepresidente del grupo parlamentario democristiano en el Bundestag Wolfgang Sch?uble; del presidente de una de las patronales alemanas Michael Rugowski al general de la OTAN Harald Kujat o el cient¨ªfico Santiago Grisol¨ªa y el compositor Crist¨®bal Halffter. Esta somera selecci¨®n da una idea de la amplitud del espectro y de la variedad de las intervenciones. Lo m¨¢s interesante del debate fue sin duda la discusi¨®n abierta y sin inhibiciones. M¨¢s de uno de los ponentes puso el dedo en la llaga y llam¨® a las cosas por su nombre.
Mar¨ªn, tras declararse firme partidario del eje franco-alem¨¢n, que "ha favorecido a los espa?oles" aunque haya habido problemas, sostiene que Alemania ha cambiado de una visi¨®n hist¨®rica de la UE a una visi¨®n contable. Eso a Mar¨ªn le parece un error: "La posici¨®n de Alemania es que, como soy el pa¨ªs que m¨¢s pago, el 30%, soy el pa¨ªs que tiene que tener m¨¢s poder. ?sta es la ecuaci¨®n. ?Mis queridos amigos alemanes!, eso molesta mucho. Hay una expresi¨®n espa?ola que dice 'el que paga manda' y eso hay que saber expresarlo con correcci¨®n. Ya sabemos que Alemania paga, pero Alemania no puede reducir su liderazgo a cu¨¢nto aporto al presupuesto comunitario. Me parece un error".
Se refiri¨® Mar¨ªn a temas estrat¨¦gicos y de defensa y las diferencias entre Espa?a y Alemania en este terreno. El pol¨ªtico del PSOE dijo que Espa?a "cambi¨® sus alianzas naturales sin explicarlo". Seg¨²n Mar¨ªn, el Gobierno espa?ol un buen d¨ªa decidi¨® "dejar de ser Venus para convertirnos en una parte de Marte. El problema es que cuando se quiere ser Marte tienes que ser mucho Marte, porque si no corres el riesgo de quedarte solamente en marciano. Esto ha producido un desencuentro". Mar¨ªn no entiende la disputa en la UE para ver qui¨¦n es m¨¢s proamericano, en la que Polonia le disputa el primer lugar a Espa?a: "Esto es malo para la construcci¨®n europea, pero no se les puede decir a los polacos: ahora sois muy proamericanos, pero, cuando discutamos las perspectivas financieras en el a?o 2006 quien os va a arreglar la vida es el presupuesto comunitario y no la Reserva Federal que no os dar¨¢ ni un d¨®lar. Esto provoca mucho mal humor. Esto se puede decir, pero present¨¢ndolo de una manera diferente".
"Al borde de la cat¨¢strofe"
Para Juan Luis Cebr¨ªan, consejero delegado de PRISA, empresa editora de EL PA?S, "si los intereses europeos son la articulaci¨®n de los intereses nacionales, Europa est¨¢ al borde de la cat¨¢strofe". Sostiene Cebri¨¢n que, si Europa es una comunidad de destino, lo es de pueblos y no de Estados nacionales: "No hay liderazgo europeo porque los pol¨ªticos europeos consideran la UE como una conjunci¨®n de intereses nacionales" y a?adi¨® que los padres de Europa quer¨ªan sentar "las bases de una soberan¨ªa europea, que es lo que tiene que ser una Constituci¨®n".
Afirma Cebri¨¢n que s¨ª hubo un cambio en la pol¨ªtica exterior espa?ola, sin entrar a valorar "si es bueno o malo", y agreg¨® que el eje franco-alem¨¢n ten¨ªa una pata en Madrid con diplom¨¢ticos alemanes en Madrid y espa?oles en Bonn. Mostr¨® Cebri¨¢n su extra?eza de que "ahora los espa?oles vengan a explicarles a los alemanes c¨®mo se hace la pol¨ªtica econ¨®mica, c¨®mo se es un buen atlantista y c¨®mo se es un buen europeo".
"Esto para m¨ª, que nac¨ª en la Espa?a de los a?os cuarenta, es muy novedoso. Estoy muy contento de que mi pa¨ªs haya progresado tanto, pero me produce una cierta perplejidad. Todos necesitamos m¨¢s humildad y menos arrogancia y m¨¢s defensa de los intereses europeos que de los nacionales, si queremos que la construcci¨®n europea siga adelante".
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