Las cuentas de Irak no salen
La Conferencia de Donantes de Madrid tendr¨¢ dif¨ªcil reunir fondos para la reconstrucci¨®n
"Nuestra pol¨ªtica no est¨¢ dirigida contra ning¨²n pa¨ªs o doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperaci¨®n y el caos. (...) No ser¨ªa adecuado ni eficaz para este Gobierno poner en marcha unilateralmente un programa dise?ado para poner a Europa econ¨®micamente a sus pies. ?ste es un asunto de los europeos. La iniciativa debe venir de Europa". Con estas palabras anunci¨® el secretario de Estado norteamericano George C. Marshall el 5 de junio de 1947 su plan para la reconstrucci¨®n de una Europa devastada por la II Guerra Mundial.
Casi 60 a?os despu¨¦s, la Administraci¨®n de Bush insiste en comparar sus esfuerzos para reconstruir Irak con aquel plan, pero el mundo y sus protagonistas son radicalmente diferentes. Empezando por la cifras -los 13.300 millones de d¨®lares de la posguerra europea (unos 30.000 de ahora) se elevan en la actualidad a unos 75.000 millones s¨®lo para Irak-, siguiendo por el control de los fondos -en tiempos del presidente Truman fueron administrados por una agencia independiente de la Casa Blanca- y terminando por la transparencia del proceso -de la expresa condena a beneficiarse con la guerra entonces al enriquecimiento de empresas vinculadas a la actual Administraci¨®n ahora-.
Colin Powell admite que la aportaci¨®n internacional no igualar¨¢ la de EE UU
A todo esto hay que sumar la inseguridad que reina a¨²n en Irak, la ausencia de una autoridad iraqu¨ª que goce de la legitimidad del consenso internacional y la situaci¨®n econ¨®mica que atraviesan los pa¨ªses donantes, con un colosal d¨¦ficit presupuestario en EE UU y unas potencias europeas como Alemania y Francia al borde de la recesi¨®n.
Bajo este panorama de incertidumbre y caos se celebrar¨¢ en Madrid los pr¨®ximos d¨ªas 23 y 24 la Conferencia de Donantes para la reconstrucci¨®n de Irak y, de momento, las cuentas no salen.
Expertos del Banco Mundial y la ONU calculan que Irak necesita 36.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos cuatro a?os para poner en pie, tras m¨¢s de 20 a?os de guerra y 12 de embargo internacional, 14 sectores econ¨®micos b¨¢sicos como la sanidad, la educaci¨®n, el agua o la electricidad. A esta cantidad hay que a?adir una aportaci¨®n por parte de EE UU como fuerza ocupante de 19.000 millones, destinados a reparar la infraestructura de la industria del petr¨®leo y a garantizar la seguridad. Esta ¨²ltima cifra es independiente de los 20.000 millones solicitados por la Administraci¨®n de Bush para reconstruir Irak y cuya aprobaci¨®n se debate actualmente en el Senado norteamericano. En total, 75.000 millones de d¨®lares a invertir de aqu¨ª al a?o 2007, que a 20 d¨ªas de la cita de Madrid no parece f¨¢cil de alcanzar.
La ministra de Exteriores espa?ola, Ana Palacio, reconoci¨® el martes que, comparado con las cifras anunciadas por Bush, "la que salga de Madrid probablemente se quedar¨¢ corta". Una declaraci¨®n ratificada ayer por su hom¨®logo norteamericano, Colin Powell, quien admiti¨® que no espera que "la aportaci¨®n internacional" que se decida en Madrid "iguale los 20.000 millones" que destinar¨¢ su Gobierno.
Evaluaciones m¨¢s realistas manifestadas por diplom¨¢ticos europeos y norteamericanos calculan que ya ser¨ªa una "sorpresa" que en Madrid se adoptaran compromisos por valor de 2.000 millones de d¨®lares. De momento, las cantidades que barajan pa¨ªses e instituciones son mucho m¨¢s bajas.
La Comisi¨®n Europea anunci¨® el mi¨¦rcoles una aportaci¨®n de 200 millones de euros hasta fines de 2004, independientemente de lo que hagan los pa¨ªses miembros de la UE. La misma cantidad que se concedi¨® a Afganist¨¢n en la Conferencia de Donantes de Tokio de 2002. Pero el comisario europeo de Exteriores, Chris Patten, recomend¨® esta vez dos requisitos para el ¨¦xito de Madrid: la aprobaci¨®n de una nueva resoluci¨®n de la ONU y la creaci¨®n de un Fondo Fiduciario Internacional que controle el dinero.
Dos fieles aliados de Washington como el Reino Unido o Espa?a no han hecho p¨²blica por ahora ninguna cantidad de cara a la reuni¨®n de Madrid, si bien Londres ya tiene comprometidos 351 millones de d¨®lares en la reconstrucci¨®n de Irak. Canad¨¢, por su parte, ha anunciado que no tomar¨¢ ninguna decisi¨®n sobre aportar m¨¢s dinero hasta que compruebe c¨®mo se han gastado los 148 millones de d¨®lares norteamericanos destinados a ayuda humanitaria el pasado mayo. Nada se sabe tampoco de la aportaci¨®n de los pa¨ªses ¨¢rabes. En cuanto a Jap¨®n, la prensa nipona especula que el Gobierno est¨¢ considerando una donaci¨®n que ronde los mil millones de d¨®lares.
Pero el problema no s¨®lo es de n¨²meros. En el debate parlamentario que se celebra en Estados Unidos han surgido otros problemas. Abrumados por las cifras, los dem¨®cratas han sugerido que las ayudas se consideren pr¨¦stamos que Irak devolver¨ªa con sus ingresos petrol¨ªferos. Pero ni existe un Gobierno iraqu¨ª a quien prestar, ni su crudo tiene visos de generar beneficios a corto plazo dados los frecuentes sabotajes a los que est¨¢ sometida la red de oleoductos. Adem¨¢s, critican el "capitalismo de compinches" que la actual Administraci¨®n Bush ha practicado en las primeras etapas de la reconstrucci¨®n. Por su parte, los republicanos rechazan de plano que parte del dinero sirva para pagar la deuda iraqu¨ª, que supera los 200.000 millones de d¨®lares, porque ser¨ªa ir¨®nico que pa¨ªses como Francia o Rusia, que no contribuyeron a la guerra, saliesen beneficiados.
El Plan Marshall queda muy lejos, pero la partida es la misma: ganar o perder la paz.
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