Historia de amor frustrado
Esta novela de rom¨¢ntico t¨ªtulo empieza con un sue?o de a?oranza e infelicidad del protagonista Jos¨¦ Zamora, que se lamenta de la p¨¦rdida definitiva de su amado V¨ªctor de Haro. Tal sue?o es la s¨ªntesis tem¨¢tica de la novela entera. Jos¨¦ traza a continuaci¨®n un panorama de su existencia, su nacimiento en un vetusto pueblo de la provincia de Salamanca, algunos traumas sexuales de su adolescencia, su b¨²squeda desesperada de un amor que le colme mientras mantiene numerosas relaciones sexuales espor¨¢dicas, la amistad con Lorenzo, su trabajo en una agencia de seguros, la escritura de un gui¨®n cinematogr¨¢fico que se convierte en una pel¨ªcula aspirante a los premios Goya, el encuentro con el gran amor de su vida, el ya citado V¨ªctor, y posteriormente su definitiva desaparici¨®n (el lector ver¨¢ despu¨¦s, sin sorpresa, el porqu¨¦) y la consiguiente devastaci¨®n sentimental del protagonista que asiste a sesiones terap¨¦uticas con una doctora de la que desconf¨ªa pero de la que acepta el consejo de escribir un cuaderno contando su vida. Ese texto es el que leemos los lectores, la vida anterior y los dolientes lamentos por el momento presente.
SEGUIR? AQU? CUANDO DESPIERTE
Tom¨¢s Ortiz
Odisea. Madrid, 2003
224 p¨¢ginas. 14,95 euros
Las peripecias de ese narrador homosexual que se relaciona casi exclusivamente con otros homosexuales junto a las continuas reflexiones de alguien que, inmerso en la vor¨¢gine de la vida, lamenta la falta de un amor puro y aut¨¦ntico y su sustituci¨®n obligada por el sexo f¨¢cil interesar¨¢n al p¨²blico al que van dirigidas de manera primordial (aunque el prologuista se empe?e en lo contrario) pero es muy dif¨ªcil que consigan captar la atenci¨®n de los lectores en general porque tanto la historia como la forma de contarla no transciende la mera an¨¦cdota, la sucesi¨®n de peripecias muy particulares dirigidas a homosexuales ¨¢vidos de consuelo espiritual. La historia principal, esa pasi¨®n sexual y amorosa entre los dos personajes, est¨¢ sobredimensionada y descontextualizada y el lenguaje amoroso y sexual empleado suena mal literariamente, aquejado a veces de una postiza solemnidad y otras de una c¨®mica vulgaridad. Quiz¨¢ viene aqu¨ª a cuento recordar los versos de Pessoa: "Todas las cartas de amor son rid¨ªculas".
Quedan para el recuerdo, literariamente, algunas p¨¢ginas sentidas de tono elegiaco y sociol¨®gicamente, un par de escenas reivindicativas, una comida familiar en la que la verdad se pone en claro y una fiesta de la empresa en la que el narrador se rebela contra las convenciones.
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