El Pacto de Toledo

Conocido suficientemente el alcance y la intenci¨®n del Pacto de Toledo -que pretende evitar que los Pensionistas sean tr¨¢fico mercantil en las campa?as electorales que las fuerzas pol¨ªticas nos tienen acostumbrados- podemos felicitarnos, porque se ha renovado con suficiente antelaci¨®n para no convertir en mercanc¨ªa de trueque el voto de las "personas mayores" en los pr¨®ximos comicios. Que las prestaciones no contributivas, sean financiadas por el Estado; que se realice econ¨®mico-patrimonial entre la Seguridad Social y el Estado; y que se mantenga el poder adquisitivo de los pensionistas, nos parece correcto y deseable, ya que son reivindicaciones sentidas durante mucho tiempo. Se ha advertir, no obstante, que el mantenimiento del poder adquisitivo, con el incremento del IPC anual, no se consigue, puesto que el c¨¢lculo del ¨ªndice se conforma mediante la combinaci¨®n de diversos componentes. Y siendo que las personas mayores suelen ser consumidoras de productos alimenticios fundamentalmente (sin que compren un piso, o cambien de veh¨ªculo habitualmente), los productos alimenticios -que son los que compran a diario- han subido un en realidad un 10%, mientras que el IPC que es el utilizado para la revisi¨®n de las pensiones lo ha hecho s¨®lo un 2%. Por ello, el pensionista, a?o tras a?o, viene perdiendo poder adquisitivo. Positivo resulta que se aproximen las bases de cotizaci¨®n a los salarios percibidos. Pero siempre que las pensiones sean consecuencia de la cuant¨ªa cotizada, y se calculen razonablemente, teniendo en cuenta el haber regulador base, sin disminuir la cuant¨ªa por la fijaci¨®n del tope m¨¢ximo de las pensiones, pues el principio de solidaridad que se esgrime para establecerlo ha de ser general para todos los ciudadanos a trav¨¦s de los Presupuestos del Estado, que reducirlo a un grupo de pensionistas con mejor pensi¨®n, por haber cotizado m¨¢s, merm¨¢ndole parte de sus derechos. Evidentemente, la reformulaci¨®n de las prestaciones de viudedad y orfandad y el avance en la mejora de las pensiones m¨¢s bajas, resulta altamente gratificante. La justicia social lo demanda, por cuanto la meta final ha de ser que las pensiones sean de cuant¨ªa suficiente para propiciar una vida digna. En el Pacto de Toledo lo ¨²nico que se echa de menos es la participaci¨®n directa de todas las asociaciones que aglutinan a los colectivos de personas mayores y pensionistas m¨¢s representativos, que son las que conocen perfectamente sus necesidades y pueden aportar sus experiencias para la soluci¨®n de los problemas.