Arqueolog¨ªa digital

El buscador en internet Google tiene en su ¨ªndice m¨¢s de 1.000 millones de direcciones URL. Si se busca bajo el t¨¦rmino "Spain", aparecen m¨¢s de 56 millones de entradas y, en tercer lugar, existe un enlace a "D¨®nde".

La inclusi¨®n de elementos relacionados con las nuevas tecnolog¨ªas como bienes susceptibles de protecci¨®n, seg¨²n la modificaci¨®n de la Ley de Patrimonio Valenciano prevista por el consejero de Cultura, Esteban Gonz¨¢lez Pons, tiene en la Universidad Jaume I de Castell¨®n su primer objetivo. Tal como anunci¨® el propio consejero, el departamento pretende tramitar la declaraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) inmaterial las primeras p¨¢ginas espa?olas que se "colgaron" en internet as¨ª como el primer servidor, realizados por un equipo de la Jaume I. Aquellas p¨¢ginas "murieron" y el servidor se cerr¨® hace cuatro a?os, pero a¨²n hoy recibe unas 12.000 conexiones semanales.

1991-1992. Castell¨®n. Liderados por Jordi Adell, hoy director del Centro de Educaci¨®n y Nuevas Tecnolog¨ªas (CENT) de la universidad castellonense, un grupo de "entusiastas del Servicio de Inform¨¢tica", tal como ellos mismos se denominan, estudian, a trav¨¦s de la red, lo que otras universidades hacen en internet. Entonces, era una herramienta casi estrictamente acad¨¦mica y "para expertos", seg¨²n dice Adell. Pero sus contados recursos en una universidad reci¨¦n creada no son ¨®bice para la creaci¨®n del primer servidor gopher espa?ol. Eran tiempos de "o s¨®lo im¨¢genes o s¨®lo texto" y no se llegaba a ning¨²n sitio sin la direcci¨®n correcta.

En 1993 se vivi¨® una revoluci¨®n inform¨¢tica con la uni¨®n de texto e im¨¢genes, lo que renov¨® el inter¨¦s por el "World Wide Web". Ya con la experiencia del desarrollo del sistema de distribuci¨®n de informaci¨®n acad¨¦mica, las universidades espa?olas y los centros de investigaci¨®n comienzan a crear servidores web. Antes de acabar el a?o, en Espa?a se contabilizan trece y Adell tiene la idea de unirlos en un mapa que funcione como directorio visual de la red en Espa?a. Las posibilidades y las iniciativas flu¨ªan incluso m¨¢s deprisa que las herramientas por lo que otro de los miembros del equipo, Carles Bellver, hubo de "inventarse" un programa que permitiera escribir en la p¨¢gina.

Los a?os siguientes son un aut¨¦ntico "boom" y de un mapa se pasa a 17 mapas con un mont¨®n de enlaces.

El 1 de junio de 1996 Adell, Bellver, su hermano Antonio Bellver, Enric Navarro e Ismael Sanz ponen en marcha D¨®nde, un buscador formado por 1.157 registros en el que "quien quer¨ªa" a?ad¨ªa su URL y una definici¨®n de su p¨¢gina para pasar a formar parte de la base de datos en la que se manten¨ªa la "intenci¨®n acad¨¦mica de facilitar la b¨²squeda de informaci¨®n".

De ah¨ª, a junio del 1999 D¨®nde pas¨® a tener 50.000 registros y unos 5 millones de visitas al mes y, con una cita de William Gibson en su epitafio, muri¨® de ¨¦xito. La ¨²nica causa, la falta de espacio, el servidor se hab¨ªa colapsado y no admit¨ªa m¨¢s usuarios. Nada tuvo que ver que el equipo trabajara desinteresadamente, en su tiempo libre, y que carecieran de todo tipo de reconocimiento o respaldo oficial. La universidad "nos pagaba por hacer otras cosas", recuerdan mientras comentan, incluso jocosamente, el dinero que hubieran podido sacar de su venta de haberlo considerado como un negocio.

Como suele pasar, los reconocimientos masivos llegaron con la defunci¨®n de D¨®nde. Ahora, sorprendidos con la intenci¨®n del Consell de declarar a su obra como BIC manifiestan, en todo caso, su "disposici¨®n a colaborar" en la conservaci¨®n de lo que califican como "arqueolog¨ªa digital".