Un ant¨ªdoto contra la soledad y la prisa
Juan Gelman, Luis Garc¨ªa Montero y Dar¨ªo Jaramillo dialogan sobre poes¨ªa, pol¨ªtica, incomunicaci¨®n y amor
La cita fue ayer, temprano por la ma?ana, en la Residencia de Estudiantes, la m¨ªtica colina donde en los a?os veinte se forj¨® la Edad de Plata y ahora una de las dos sedes (con la Casa de Am¨¦rica) del encuentro internacional que re¨²ne, hasta ma?ana, a 13 poetas en lengua espa?ola m¨¢s el irland¨¦s Seamus Heaney (que hoy, a las 12.00, dialogar¨¢ en la calle del Pinar con Rodolfo Cardona). Antes de que comenzaran las lecturas, el granadino Luis Garc¨ªa Montero (1958), el argentino Juan Gelman (1930) y el colombiano Dar¨ªo Jaramillo (1947) se re¨²nen para conversar, teorizar (poco) y re¨ªr (mucho) sobre la poes¨ªa, el amor, la prisa, la soledad... Y esto es lo que dicen.
Pregunta. El encuentro recuerda a Neruda y Alberti. Y curiosamente, como ha dicho Jaramillo, la poes¨ªa social, pol¨ªtica, est¨¢ ya un poco... antigua.
Dar¨ªo Jaramillo. Bueno, s¨ª, yo dije algo parecido, pero no estoy seguro de nada.
Luis Garc¨ªa Montero. La poes¨ªa sigue siendo inteligencia y conciencia cr¨ªtica, una ayuda para el conocimiento del mundo y la reflexi¨®n. Precisamente por eso la poes¨ªa de consigna no est¨¢ vigente. Ponerse blando o cursi ya no le interesa a nadie. Y un poeta ser¨ªa muy tonto si creyese hoy que un verso va a cambiar el mundo.
DJ. ?Se necesitan por lo menos dos!
LGM. El compromiso, hoy, tiene que adaptarse a la inteligencia cr¨ªtica. Est¨¢ fuera de lugar el poeta sacerdote, el portador de la verdad, el que hace sermones. Como dijo ayer Dar¨ªo Jaramillo, el poeta es un tipo normal que escribe. El compromiso, ahora, es tener conciencia cr¨ªtica y humana sin ser un comisario de la verdad.
DJ. S¨®lo agregar¨ªa que no s¨®lo es muy dif¨ªcil hacer un buen poema pol¨ªtico, sino que es muy dif¨ªcil hacer un buen poema. La prueba es que quedan muy pocos poetas que hagan buenos poemas pol¨ªticos. Uno es Juan Gelman, y en Am¨¦rica hubo algunos muy buenos. En Nicaragua, en Brasil... Pero todos se estropearon cuando empezaron a predicar, cuando pusieron el dedo as¨ª.
LGM. En el fondo, es imprescindible que la poes¨ªa sea la consecuencia moral del individuo. Si toca un asunto pol¨ªtico, que sea porque le afecte de verdad.
DJ. ?sa es la frontera exacta. Lo otro no es poes¨ªa: es panfleto, oratoria. Mejor o peor.
Juan Gelman. Bueno, la verdad es que poes¨ªa pol¨ªtica se ha hecho todo el tiempo. Dante, Shakespeare, todos la han hecho. En Am¨¦rica Latina, a ra¨ªz de la revoluci¨®n cubana, se hizo mucha poes¨ªa panfletaria, mala. Alguien dijo que s¨®lo hay que escribir cuando la cara exterior coincida con el coraz¨®n. La calidad no depende del tema. Hay millones de poemas de amor que no alcanzan un fragmento de Safo. El tema no importa. La poes¨ªa es la poes¨ªa.
LGM. Y eso no s¨®lo cuenta para la pol¨ªtica. Tambi¨¦n para hablar de la Virgen, del catecismo o de un estudio de semiolog¨ªa de la Sorbona.
DJ. ?O el canto a la tierra natal, esa inagotable fuente de rid¨ªculo!
LGM. El rid¨ªculo siempre acecha cuando un poeta deja de sentirse uno y se siente portavoz de una conciencia anterior. Ah¨ª surgen esos cantos. La poes¨ªa es lo contrario: la voz individual frente a la voz totalitaria.
JG. ?Y la totalizadora!
DJ. ?Y la tontalizante!
LGM. Eso pas¨® aqu¨ª con la dictadura. No se pod¨ªa hablar de pol¨ªtica en los peri¨®dicos y se hablaba en los poemas, lo cual produjo dos perturbaciones: se confund¨ªan las buenas intenciones de los contenidos con la calidad; y todos los poetas parec¨ªan malos por los que hac¨ªan malos poemas pol¨ªticos.
JG. No s¨®lo aqu¨ª. All¨¢, los que practicaban la poes¨ªa pol¨ªtica no eran muchos, ni los m¨¢s importantes. Y eso confundi¨® mucho. Produjo rechazo.
P. Hablemos del amor, pues.
LGM. Hay tanta y tan buena poes¨ªa amorosa que uno de los retos sigue siendo escribir un poema de amor sin t¨®picos. Dar¨ªo Jaramillo escribi¨® catorce en sus Poemas de amor.
DJ. ?No, escrib¨ª 300, pero tir¨¦ 286 a la basura! El enamorado es un perfecto imb¨¦cil, no tiene nivel verbal, es un ser preverbal. Por eso tienen ¨¦xito los boleros, porque reemplazan la incapacidad verbal del enamorado.
JG. As¨ª que los escribiste cuando te desenamoraste.
DJ. Los escog¨ª al desenamorarme. El amor es un torbellino que te supera. Esper¨¦ cinco a?os y por eso vend¨ª 15 ediciones.
JG. ?Tienes que tener cuidado con lo que haces por las noches!
P. Parece que la poes¨ªa vive un momento dulce. ?Cierto?
LGM. En Espa?a, s¨ª. Se edita muy bien, incluidos hispanoamericanos y j¨®venes. Visor, Pretextos, Hiperi¨®n, Tusquets, muchos peque?os... Sin ser populista ni defender el best-seller, un libro de poes¨ªa puede vender cinco mil o diez mil ejemplares, no tiene por qu¨¦ vender s¨®lo 300.
DJ. Como dice el editor Manuel Borr¨¢s, la poes¨ªa no tiene p¨²blico, tiene lectores, y eso hace la diferencia. Son individuos con la misma actitud ante las palabras que los poetas, la misma agudeza para encontrarlas. La novela tiene p¨²blico masivo; la poes¨ªa, lectores cualificados. Y eso me lleva a hacer una apuesta segura, por incomprobable: la poes¨ªa se lee m¨¢s que la novela, aunque se venda menos.
JG. En Am¨¦rica Latina la situaci¨®n es distinta. Han cerrado muchas editoriales por la crisis, aunque en recitales se ve otro inter¨¦s, sobre todo de los j¨®venes. Quiz¨¢ la gente busca ah¨ª las respuestas que no dan los partidos, los pol¨ªticos... Y la familia.
P. ?La gente est¨¢ m¨¢s sola que antes?
DJ. La gente ha estado sola siempre, pero ahora se nota m¨¢s, porque hay m¨¢s comunicaci¨®n. Hace cinco siglos, Quevedo miraba en una esquina a un tipo y estaban solos los dos. Miraba como mira Gelman.
JG. Con una diferencia: ¨¦l era Quevedo.
LGM. Baudelaire dec¨ªa que la soledad siempre aparece en las multitudes. Lo malo es que la gente solitaria tiende a homologarse. Vivimos un periodo de liquidaci¨®n de las conciencias individuales. La individualidad se confunde con el ego¨ªsmo. Y por eso necesitamos el valor simb¨®lico de la poes¨ªa.
JG. Ya lo dijo Shelley: los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo.
DJ. La diferencia no es la soledad, sino la prisa. Todo el mundo quiere llegar ya, triunfar ya. Esa palabra...
LGM. Cuando nadie nos espera en ning¨²n sitio, y ¨¦sa es la gran tragedia.
DJ. La poes¨ªa es, por definici¨®n, la falta de prisa. El tiempo es siempre el mismo, no hay por qu¨¦ forzarlo, ni tener metas. Si uno llega a la meta, luego se encuentra solo.
JG. El tiempo envejece con uno, te lo puedo asegurar.
Babelia
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