M¨¢s protecci¨®n

El asesinato en Bagdad del sargento Bernal, miembro del servicio secreto, ha disparado las alarmas en la Embajada de Espa?a ante el riesgo de atentados y ha llevado a reagrupar al personal espa?ol en un hotel y en la propia residencia oficial del embajador. A la vista de los hechos, es una reacci¨®n necesaria y ¨²til. El atentado suicida de ayer contra la Embajada de Turqu¨ªa en la capital iraqu¨ª muestra que los funcionarios de los pa¨ªses que colaboran en la ocupaci¨®n son un objetivo de los grupos armados que hostigan a las fuerzas ocupantes. Aunque la investigaci¨®n sobre la muerte de Bernal siga su curso, el hecho de que el asesinato fuera ayer reivindicado por una desconocida organizaci¨®n armada del M¨¢rtir del Mehrab indica que puede haber un factor directamente pol¨ªtico tras el crimen.

El Gobierno de Aznar insiste en hablar de actos terroristas y de que sus fuerzas en Irak est¨¢n en la vanguardia de la lucha contra el terrorismo. Aunque la diferencia entre resistencia y terrorismo no sea siempre f¨¢cil de establecer, lo ¨²nico claro es que antes de la invasi¨®n norteamericana hab¨ªa una dictadura en Irak, pero no hab¨ªa problemas de terrorismo, y ahora el pa¨ªs se ha convertido en uno de los epicentros de los terrorismos isl¨¢micos contra EE UU y sus aliados m¨¢s pr¨®ximos.

Ante la falta de perspectivas de paz, cabe imaginar como uno de los escenarios realistas que la amenaza contra los espa?oles puede acentuarse ahora que las tropas de la Brigada Plus Ultra est¨¢n plenamente desplegadas. Precisamente ayer sufrieron su bautizo de fuego, al ser atacadas al sur de Diwaniya. No hay duda de que tanto los funcionarios diplom¨¢ticos como las tropas espa?olas se han convertido en objetivo. Los cuatro geos adscritos a la representaci¨®n espa?ola parecen a todas luces insuficientes, cuando legaciones como las de Alemania o Italia, que no son parte de la coalici¨®n, cuentan con una protecci¨®n tres veces superior.

La seguridad que brindan los agentes iraqu¨ªes reci¨¦n formados es escasa y poco fiable.

Urge, por tanto, reforzar la protecci¨®n de la Embajada espa?ola, que carece de medios t¨¦cnicos y humanos suficientes. Entre otras razones, porque la seguridad general no mejora en Irak. Es necesario involucrar m¨¢s a la ONU, mucho m¨¢s de lo que pretende EE UU, no porque la organizaci¨®n vaya a resolver el problema de seguridad, sino para dar legitimidad a las fuerzas all¨ª presentes, incluidas las espa?olas. En las actuales condiciones, una retirada de las fuerzas norteamericanas generar¨ªa a¨²n m¨¢s caos y anarqu¨ªa, pero fijar un horizonte y una estrategia de salida podr¨ªa contribuir a estabilizar m¨¢s r¨¢pidamente Irak, y a un pronto regreso de las fuerzas espa?olas.