Impactante reflexi¨®n
La paradoja entre la inversi¨®n cultural y los resultados alcanzados es un debate lejano que nos acompa?a como m¨ªnimo desde hace medio siglo. Qui¨¦n y c¨®mo desanuda este aut¨¦ntico nudo gordiano es una aut¨¦ntica espiral que a?o tras a?o se ha intentado resolver desde diferentes posicionamientos, tanto ideol¨®gicos como cient¨ªficos, y sin embargo cada vez tropezamos con la misma piedra. ?D¨®nde radica el ¨¦xito o el fracaso de un acontecimiento cultural?
Ante la m¨¢xima juanrramoniana de escribir para la "inmensa minor¨ªa" se posicion¨® en su momento Blas de Otero con dos poemarios como son Con la inmensa mayor¨ªa (1960) y Hacia la inmensa mayor¨ªa (1962). Poco despu¨¦s ser¨ªa Umberto Eco quien, desde un punto de vista cient¨ªfico, tratar¨ªa de dar respuesta a ambas posturas en su a¨²n hoy vigente ensayo Apocal¨ªpticos e integrados (1964). Con este libro el autor de Alessandria se avanzaba al desarrollo cultural emprendido en Europa y Estados Unidos entre los partidarios de la cultura para las masas y los defensores de una cultura para la elite. La cultura de las colas o la cultura de los especialistas. Este debate siempre me ha parecido interesante, pero falso como propuesta electiva.
Para los "apocal¨ªpticos" la cultura de masas es un signo de decadencia pues se resisten a la aparici¨®n de un nuevo fen¨®meno que a la larga comportar¨¢ la aniquilaci¨®n de los patrones culturales dominantes durante siglos.
Por su parte, los "integrados" defienden la generalizaci¨®n de la cultura y de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n como punto de ensamblaje para un futuro en libertad.
Pese a los a?os transcurridos desde la publicaci¨®n de este ensayo, la lucha entre apocal¨ªpticos e integrados contin¨²a siendo tan cruenta como lo era hace cuarenta a?os. En nuestro pa¨ªs, aunque algo m¨¢s tarde, el debate se ha mantenido en t¨¦rminos semejantes, con el a?adido de la paradoja entre inversi¨®n o no inversi¨®n en cultura como fuentes para la extensi¨®n o no extensi¨®n de la cultura.
As¨ª, a finales de los setenta, en pleno fragor de la Transici¨®n un importante sector de la cultura, como eran los escritores, se quejaba del poco apoyo que recib¨ªan v¨ªa convocatoria de premios literarios y hoy, algunos de aquellos, cuando han florecido premios literarios en muchas instituciones p¨²blicas y privadas, se quejan de la degradaci¨®n de la literatura como consecuencia de tales premios.
Sin embargo, el Nadal, el Nobel, el Planeta o los premios nacionales de literatura contin¨²an siendo referentes a los que se han a?adido otras muchas posibilidades de las que apocal¨ªpticos e integrados sin distinci¨®n participan cada a?o.
Viene esto a colaci¨®n ante el debate propiciado por la clausura de la segunda edici¨®n de la Bienal de Valencia y las opiniones vertidas sobre su ¨¦xito o fracaso. Desde el m¨¢ximo respeto a las apreciaciones publicadas y a su base opinable no es de recibo mezclar el Festival de Avi?¨®n, Mar¨ªa del Monte, Dyango, el FIB o el IVAM en un totun revolutum con la Bienal de Valencia. Y menos a¨²n, hablar de que "la sensaci¨®n final es que con tan generoso presupuesto y con curators atra¨ªdos al calor de este bolo con el talonario en la mano, se puede lograr un espect¨¢culo ef¨ªmero y artificial..." como indica el profesor Manuel Men¨¦ndez en su art¨ªculo La Bienal de los impactos (15.10.2003).
Y no es de recibo porque cuatro a?os de trabajo de planificaci¨®n seria y rigurosa han dado como resultado una bienal a la que algunos no le auguraban vida m¨¢s all¨¢ de la primera edici¨®n, cuando hoy estamos trabajando en la tercera edici¨®n dedicada al agua como avanz¨® el Conseller Esteban Gonz¨¢lez Pons, y que en esta segunda edici¨®n ha contado con 725.408 visitantes.
?Son integrados o apocal¨ªpticos quienes han visitado alguna de las muestras? ?Son m¨¢s apocal¨ªpticos quienes presenciaron Tu mano en la m¨ªa que aquellos que visitaron la muestra Soci¨®polis? O sensu contrario hemos de considerar integrados a quienes reconocieron en la muestra Solares una visi¨®n diferente de la ciudad? Y podr¨ªa continuar con las mismas preguntas sobre la asistencia de p¨²blico a las Comedias b¨¢rbaras o Arquitecturas ef¨ªmeras.
Insistir en el fracaso desde dos aspectos como son la fundamentaci¨®n tem¨¢tica de conjunto y la falta de planificaci¨®n para acabar redondeando la faena con la ir¨®nica petici¨®n de "paciencia" es echar piedras sobre el ¨¢rbol con fruto. Pues poca inteligencia mostrar¨ªa quien se pertrechase de lanzas para lanzarlas en el p¨¢ramo cultural que nos presentan.
El debate esta abierto y los resultados a la vista: no s¨®lo ha habido una gran participaci¨®n del p¨²blico, un debate reflexivo sobre la ciudad ideal, sino que el proyecto emprendido hace cinco a?os hoy es una realidad fruct¨ªfera de la que ser¨ªa una pena que en el momento actual no pudi¨¦semos hablar por la simple raz¨®n de que no existiera. En ello estoy comprometida y con la paciencia suficiente como para continuar desarrollando mientras mis responsabilidades p¨²blicas as¨ª lo exijan.
Consuelo C¨ªscar es secretaria auton¨®mica de Cultura de la Generalitat Valenciana.
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