Peque?o regalo

?Qu¨¦ mejor alternativa cultural para el domingo por la tarde con su carga de f¨²tbol que una hora de disfrute, de voz y sensibilidad, ante una de las vocalistas y compositoras m¨¢s dulces de la escena israel¨ª? Noa dio todo eso a una rendida audiencia que abandon¨® el sagrado sof¨¢ para moverse hasta ella; y lo dio a muy bajo precio. El p¨²blico ten¨ªa oportunidad de ver a su cantante favorita en una sala peque?a, que es lo ideal, gratis y s¨®lo a cambio de comprar previamente su nuevo disco, el recopilatorio Gold. ?Alguna publicidad mejor?

En una continua deferencia al p¨²blico espa?ol que tan bien la acogi¨® a su llegada a nuestro pa¨ªs hace 10 a?os y que ha ido llenando cada una de las actuaciones que la artista ha ofrecido aqu¨ª, Noa escogi¨® con respeto el idioma de Cervantes para alternarlo con las lenguas que utiliza en sus canciones, normalmente el hebreo y el ingl¨¦s. Otra vez, la dulce Mishaela y su tema m¨¢s conocido, I don't know, abr¨ªan una velada realmente especial, en la que incluso la anfitriona se permitir¨ªa un gui?o al pasado con el Eye in the sky de Alan Parson. Con Babel y Shalom shalom vino el instante para reflexionar con m¨²sica de fondo sobre la situaci¨®n cr¨ªtica que vive Oriente Pr¨®ximo y el final del concierto no pudo ser m¨¢s seductor: primero la interpretaci¨®n de la canci¨®n Live is beautiful y una hermosa recreaci¨®n del Ave Mar¨ªa. Flanqueada por Gil Dor, a la guitarra, y Zohar Fresco, en las percusiones, Noa volvi¨® a regalar un concierto lleno de sensibilidad y encanto.