Gustavo Guti¨¦rrez defiende a los pobres, "los ¨²ltimos de la historia"

Gustavo Guti¨¦rrez Merino (Lima, 1928) es un sacerdote que trabaj¨® 20 a?os en un paup¨¦rrimo barrio de Lima y que adem¨¢s tuvo tiempo para estudiar Medicina, Letras, Filosof¨ªa, Psicolog¨ªa y Teolog¨ªa en diversas universidades europeas, y que adem¨¢s, en 1968, acu?¨® y fund¨® la teolog¨ªa de la liberaci¨®n con una charla que luego fue un libro, que finalmente estall¨® como una granada en el coraz¨®n del catolicismo. Este a?o, Guti¨¦rrez comparte con Ryszard Kapuscinski el Premio de Comunicaci¨®n y Humanidades, y ayer hizo un precioso alegato por "los pobres, los ¨²ltimos de la historia", y fue mucho m¨¢s cr¨ªtico con EE UU que con el Vaticano. "Por respeto a la salud del Papa, y porque la historia requiere distancia, prefiero esperar un poco para hacer el balance de su indudablemente excepcional mandato. Quiero respetar su debilidad", dijo. En cuanto a la "¨²nica potencia mundial", se mostr¨® "muy de acuerdo" con la tesis de Noam Chomsky seg¨²n la cual EE UU intent¨® acabar por la v¨ªa militar con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n: "Miles de cristianos comprometidos fueron asesinados. No s¨®lo en El Salvador y Guatemala, tambi¨¦n en el resto del continente".

"El peor enemigo de la 'teolog¨ªa de la liberaci¨®n' han sido los militares"

Guti¨¦rrez reafirm¨® su compromiso, y el del sector de la Iglesia cat¨®lica que ¨¦l representa, "con los ¨²ltimos, con los pobres, con los insignificantes, con los marginados, ya sea por dinero, color de piel o raza". "?se es el fundamento de este premio", a?adi¨®. "La teolog¨ªa no es escribir un libro y ganar un premio. Mi teolog¨ªa es un servicio, una hermen¨¦utica de la esperanza, es saber qu¨¦ razones hay para esperar".

Sin paternalismos baratos ("yo no creo que todos los pobres sean buenos, eso es absurdo, son humanos y hay de todo") y sin morderse la lengua ("vivimos la ¨¦poca de los comunicadores. 'Yo comunico', dicen. Usted comunica, pero qu¨¦. Comunicar es un verbo transitivo, no intransitivo"), el sacerdote neg¨® haber cambiado sus posturas respecto al Vaticano despu¨¦s de que en los a?os ochenta fuera llamado a cap¨ªtulo por el Papa y el cardenal Ratzinger. "Yo no he tenido s¨ªntomas de esquizofrenia, no tengo conciencia de haber sido dos personas", dijo. "Pero tuve un di¨¢logo fecundo, enriquecedor, y a veces doloroso para m¨ª, en los ochenta con Roma sobre nuestra postura. Y ah¨ª se zanj¨® la cuesti¨®n".

"Opt¨¦ por el di¨¢logo", continu¨® Guti¨¦rrez. "Pero me interesa subrayar que el mayor enemigo de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n ha sido la sociedad civil, no la Iglesia. Y m¨¢s en concreto, los militares. En la primera campa?a electoral de Reagan, el Gobierno dijo que la teolog¨ªa era un peligro para EE UU. Y en 1987 a?adieron que era peligrosa para la civilizaci¨®n occidental y cristiana. Hay varios documentos oficiales que lo afirman. A eso se a?adi¨® Sendero Luminoso, que puso a nuestros sacerdotes en el punto de mira. Ahora, algunos discrepan de nuestra teolog¨ªa y yo discrepo de otras".

La suya se inspira en los pobres, en la idea de que los pobres pueden cambiar el mundo. "Yo no soy la voz de los sin voz, s¨®lo quiero que los que no tienen voz la tengan. Ellos solos no cambiar¨¢n la historia, pero mir¨¢ndolos a ellos cambia todo. Walter Benjamin dec¨ªa: 'Hay que pasar el cepillo a contrapelo por la historia'. Los indios de mi parroquia no entienden mis citas en alem¨¢n, pero s¨ª el fondo del asunto. No tardaremos una semana, eso es seguro, pero lo importante es cambiar la perspectiva, abrir el campo, pensar, en estos tiempos de neoliberalismo, globalizaci¨®n y muerte de las utop¨ªas, en eso que dice la Biblia en el Libro del ?xodo: '?D¨®nde dormir¨¢n los pobres?". Eso mismo, dijo luego, es lo que ha hecho Lula en Brasil. "Es un camino de esperanza para su pa¨ªs, el m¨¢s grande de Am¨¦rica del Sur. Pero tendr¨¢ resistencias dentro, y sobre todo fuera".