Tal como ¨¦ramos
La trayectoria como dramaturgo de Chema Carde?a es muy curiosa, casi tanto como sus trabajos de actor de gran presencia esc¨¦nica o sus creaciones como director. Su habilidad para la escritura dram¨¢tica est¨¢ fuera de toda duda, no s¨®lo por los premios obtenidos en esa faceta de su creaci¨®n, tambi¨¦n por la habilidad de superponer lo dom¨¦stico con lo hist¨®rico, lo grande con lo peque?o, en un territorio, el de la palabra, en el que el gesto inventado importa m¨¢s que la gesta del entorno.
El X anad¨², que ahora ha estrenado en peque?o formato en la Morat¨ªn, recorre en clave menor, atendiendo a una nomenclatura de partitura musical, sus grandes temas de siempre. Y ah¨ª brilla en una facilidad para los di¨¢logos que oscila entre lo dom¨¦stico y la sutilidad, entre la palabra que se dice y la que se piensa. Maestro del subtexto, ya el t¨ªtulo de la obra alude a una m¨ªtica imposible, que va desde los Caballeros de la Tabla Redonda hasta el Orson Welles de Ciudadano Kane, pasando, como referencia lejana, por el glam de Brian Ferry al frente de Roxy Music.
El Xanad¨²
De Chema Carde?a. Int¨¦rpretes, Mar¨ªa P. Bosch, Carmen L. Mart¨ª, Ra¨²l P¨¦rez. Iluminaci¨®n, Jes¨²s Sales. Vestuario, Mar¨ªa Poquet. Escenograf¨ªa, Ricardo Maldonado. Direcci¨®n, Chema Carde?a. Un espect¨¢culo de Arden Producciones/ El Bosc. Sala Morat¨ªn. Valencia.
Pero no s¨®lo el t¨ªtulo y la multitud de referencias que evoca. Esa especie de pa¨ªs del nunca jam¨¢s estructura una obra de personajes m¨¢s o menos desencantados que en un ambiente de discoteca sufren un encuentro donde el pasado se mezcla con el presente en una suerte de cr¨®nica acerada del desencanto de lo que pudo ser y no fue. Para ello se vale de dos protagonistas femeninas (notable el trabajo de Mar¨ªa Bosch) que parten de una situaci¨®n m¨¢s o menos previsible para desencadenar las palabras de un reencuentro a medio camino entre la nostalgia y la incertidumbre, con el apoyo de un DJ (Ra¨²l P¨¦rez) algo desdibujado en su papel de catalizador o testigo privilegiado del encuentro. Una obra de apariencia menor que contiene, pese a todo, momentos de gran teatro y situaciones de cierta envergadura, infrecuentes en montajes de esta clase.
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