"La m¨²sica popular vuelve a sus or¨ªgenes africanos"
Charlie Gillett (Morecambe, 1942) pasa por ser el primero que program¨® por la radio a Elvis Costello y a Graham Parker, pero tambi¨¦n por ser uno de los pioneros en investigar la historia y la cultura del rock and roll. Su Historia del rock, El sonido de la ciudad (Ma Non Troppo), cuya segunda parte abarca desde The Beatles hasta los a?os setenta, se edita ahora en Espa?a, en una edici¨®n revisada y corregida que incluye un ap¨¦ndice sobre las ¨²ltimas tendencias, un listado de las mejores recopilaciones en CD y una gu¨ªa de audici¨®n con los discos capitales de esta m¨²sica popular. Gillett, uno de los periodistas musicales m¨¢s reputados, fue presentador del famoso programa de radio Honky Tonk de la BBC, pero el rock dej¨® de interesarle cuando descubri¨® que iba camino de convertirse en un producto que perd¨ªa su individualidad a medida que "las discogr¨¢ficas descubr¨ªan que pod¨ªan vender millones de ¨¢lbumes". Su desencanto dur¨® poco, justo lo que tard¨® en descubrir a un m¨²sico africano que cambi¨® su vida: Youssou N'Dour. "El origen de la m¨²sica popular vuelve a ?frica", asegur¨® el periodista, para el que claramente el presente de la m¨²sica est¨¢ en ese continente. Gillett pas¨® esta semana por Madrid camino de Sevilla, donde pensaba asistir a la Word Music Expo (Womex), el gran mercado de las m¨²sicas del mundo para promotores y discogr¨¢ficas que, hasta ma?ana, se celebra en esa ciudad.
"El rock se hac¨ªa en Memphis, pero ahora pertenece a Barcelona, Marsella y N¨¢poles"
La ¨²nica m¨²sica realmente nueva que ha surgido en Occidente es el hip-hop, asegura el conductor de Radio Ping Pong, en la BBC de Londres. "Y as¨ª fue hasta que el hip-hop se convirti¨® en un medio para la promoci¨®n personal de los grupos a base de decir muchas cosas desagradables sobre las mujeres. Ahora, el mejor rap se hace en Senegal, Kenia o Francia, donde los cantantes no cantan sobre su promoci¨®n personal".
En 1983, cuando Gillett escuch¨® por primera vez Immigr¨¦s, la canci¨®n de Youssou N'Dour, no la entendi¨®. Sonaba demasiado larga y complicada, pero parec¨ªa interesante; por eso acudi¨® a verle actuar en directo en una sala londinense. "El concierto estaba lleno de senegaleses que bailaban muy bien y el grupo sonaba como si fuera reggae, jazz y m¨²sica ¨¢rabe. Entre la confusi¨®n, tuve claro que aquel m¨²sico estaba tratando de hacer un puente entre Dakar, la capital de su pa¨ªs, Senegal, y el resto del mundo. Ahora, su disco est¨¢ entre los 10 mejores de mi particular top". Fue entonces cuando Gillett volvi¨® a ser pionero, pero esta vez en la programaci¨®n de los denominados sonidos del mundo, "la m¨²sica que suena como si procediera de un lugar especial".
Sobre el poder de influencia de programas de radio como el suyo para descubrir nuevos valores, el periodista cree que no es suficiente s¨®lo con poner un disco. "Nosotros podemos plantar una semilla pero tienen que seguir poni¨¦ndole agua". Por experiencia personal, el cronista vaticina que cuando algo es bueno siempre acaba saliendo adelante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.