El 'ultra' Blocher consigue entrar en el Gobierno suizo

El debate en Suiza ya no est¨¢ en si Christoph Blocher, el carism¨¢tico l¨ªder del ultraderechista Partido del Pueblo de Suiza (SVP), entrar¨¢ en el Gobierno federal, algo que todos dan por hecho tras el triunfo de esta formaci¨®n en las elecciones del domingo. El problema est¨¢ en saber si en la pr¨®xima legislatura el sistema de gobierno suizo, basado en el consenso y en la llamada "f¨®rmula m¨¢gica" desde el a?o 1959, ser¨¢ capaz de sobrevivir a la peor crisis pol¨ªtica que ha sufrido desde la II Guerra Mundial.

"Estamos viviendo una situaci¨®n muy inusual porque nuestro Gobierno se basa en el consenso, y eso se puede romper, lo que cambiar¨ªa todo el sistema pol¨ªtico", se?ala Hans Geser, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad de Z¨²rich. El consenso es una instituci¨®n s¨®lida e inevitable a trav¨¦s de la que se gobierna Suiza, un pa¨ªs con cuatro lenguas, aunque con una amplia mayor¨ªa de germanohablantes, y con 26 cantones que tienen una gran autonom¨ªa. "A causa de su diversidad, Suiza s¨®lo puede funcionar con una pol¨ªtica de consenso", dice el soci¨®logo de la Universidad de Ginebra Uli Windisch.

Una cuesti¨®n aparentemente tan sencilla -que un partido de la derecha tradicional, despu¨¦s del descenso espectacular en las votaciones, ceda uno de sus dos sitios en el Gobierno a otro partido de la derecha tradicional, que hasta ahora s¨®lo ten¨ªa un puesto, pero que reclama un segundo para su l¨ªder- ha llevado a la prensa y a los analistas suizos a hablar del fin de un sistema y de una ¨¦poca, de peligro para la estabilidad, de ruptura hist¨®rica. "Nunca la Suiza de la posguerra ha visto desmoronarse tantas certezas pol¨ªticas", se?alaba el editorial de Le Temps, el principal diario franc¨®fono del pa¨ªs.

No se trata s¨®lo de que entre a formar parte del Gobierno alguien como Blocher, que ha llevado a cabo una campa?a de tintes xen¨®fobos. La cuesti¨®n afecta a la forma con la que se ha gobernado este pa¨ªs durante 44 a?os. A trav¨¦s de la llamada "f¨®rmula m¨¢gica", desde 1959 el Consejo Federal (Ejecutivo) era votado por los 200 diputados del Consejo Nacional (Parlamento) tras las elecciones siguiendo el mismo esquema: cinco consejeros para los llamados partidos burgueses de la derecha (radicales, democristianos y SVP, que hasta los a?os noventa era un partido rural) y dos para los socialistas.

La elecci¨®n de los candidatos dentro de cada partido se desarrollaba sin alharacas y la acci¨®n de Gobierno se llevaba a cabo por consenso. Los grandes (o peque?os) temas se deciden por refer¨¦ndum: el a?o que viene, por ejemplo, los suizos votar¨¢n la instauraci¨®n de la cadena perpetua, pero tambi¨¦n la construcci¨®n de un nuevo t¨²nel bajo los Alpes.