Colombia vota contra la 'politiquer¨ªa'
Una victoria en el refer¨¦ndum de ayer facilitar¨¢ la reelecci¨®n del presidente ?lvaro Uribe en el a?o 2006
?lvaro Uribe se levanta diariamente a las 4.15 de la madrugada, despu¨¦s de un breve y reparador sue?o gracias al yoga nidra, una t¨¦cnica de relajaci¨®n que introduce en el subconsciente un mensaje positivo. El presidente colombiano aguarda concentrado los resultados del refer¨¦ndum de ayer "contra la politiquer¨ªa y la corrupci¨®n", que fue concebido como un plebiscito sobre su gesti¨®n. La derrota complicar¨¢ su capacidad de maniobra, y una victoria la ampliar¨ªa, facilitando de paso su eventual reelecci¨®n en el a?o 2006, seg¨²n adivinan la mayor¨ªa de los analistas.
El espartano presidente fue elegido en la primera vuelta de las generales de mayo del a?o 2002, con 5.829.958 votos, el 53,04% de los emitidos, y disfruta hoy de de una popularidad superior al 70%, seg¨²n las encuestas. En ella conf¨ªa para sumar m¨¢s de 6.267.244 apoyos, el 25% del padr¨®n electoral, el m¨ªnimo exigido para la validaci¨®n del refer¨¦ndum. Sus adversarios anticipan que lo perder¨¢ porque, entre otras razones, anticipa un duro ajuste fiscal y congelar¨¢ los salarios de la mayor¨ªa de los empleados del Estado, casi un mill¨®n. Adem¨¢s, seg¨²n afirman, el colmillo contra la corrupci¨®n de pol¨ªticos y funcionarios se achata y quiebra en la mara?a de apartados y dobles interpretaciones de la mayor¨ªa de las 15 preguntas.
Un posible efecto de la derrota consistir¨ªa en el encarecimiento del cr¨¦dito internacional
Las medidas suponen un duro ajuste fiscal y congelaci¨®n salarial para los funcionarios
"Si el referendo no pasa, el presidente queda sensiblemente debilitado y a merced del Congreso", anticip¨® Armando Estrada, que fue ministro del Interior con el presidente Andr¨¦s Pastrana (1998-2002). Con la derrota de la consulta fracasar¨ªan aspectos program¨¢ticos de la campa?a electoral de Uribe y la oposici¨®n cantar¨ªa una victoria, dice el analista Hernando G¨®mez, "que no es de ella, sino de la pereza electoral de siempre". La abstenci¨®n ronda el 60% en las elecciones colombianas. El Gobierno puede ganar o perder pero un avance es claro: millones de colombianos desarrollaron, durante un a?o, un debate sano e in¨¦dito, diferente al de siempre: la guerra interna.
Pero los muertos son tantos que la insensibilidad es manifiesta. El viernes, el diario El Tiempo releg¨® a p¨¢ginas interiores esta espantosa crueldad: una madre y sus siete hijos, de 4, 6, 7, 14, 15, 19 y 29 a?os, fueron torturados y asesinados en Putumayo. "Por sapos. ELN [Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional]", fue la r¨²brica, probablemente falsa, de los verdugos. La violencia no ceja, y si naufraga el referendo, "las guerrillas proclamar¨¢n que el Gobierno es mucho menos leg¨ªtimo de lo que el mundo cree", advirti¨® el senador oficialista Rafael Pardo. Los colombianos que se interesaron por la consulta, mientras tanto, necesitaron media hora de lectura, un l¨¢piz en una mano y un perito en Derecho Constitucional en la otra para entender las 15 preguntas. Algunas suman, encapsuladas, dos o tres m¨¢s. Las presiones han sido directas en muchos casos. "Lleg¨® un asesor del ministro y nos dijo: O votan o los botamos [despedimos]", coment¨® una empleada del Gobierno. Tambi¨¦n, discutibles incentivos, seg¨²n la oposici¨®n: rebajas de dos meses en el servicio militar y un 10% en las matr¨ªculas universitarias si se justifica el voto.
Los analistas financieros agregan un posible efecto pernicioso de la derrota: el previsible encarecimiento del cr¨¦dito internacional al aumentar el riesgo-pa¨ªs.
Probablemente la mayor¨ªa de quienes votaron lo hizo sin entender la mayor¨ªa de las preguntas, pero quienes afirman haberlas entendido no observan soluciones contundentes al problema estructural de la falta de representatividad pol¨ªtica real del Congreso, debido a la atomizaci¨®n de las listas y la proliferaci¨®n de microempresas electorales; tampoco creen que puedan impedirse las marraner¨ªas perpetradas en la contrataci¨®n p¨²blica, epicentro de la corrupci¨®n polaca.
"No es la panacea, pero es el camino correcto", insisti¨® Uribe. El refer¨¦ndum establece el voto nominal, peligroso en una naci¨®n con tantos asesinos al acecho, reduce los esca?os del Congreso, de 267 a 218, elimina a los diputados y senadores suplentes, frecuentemente compadres que cobraban sin ser elegidos, y modifica el sistema electoral para fortalecer a los grandes partidos. Bernardo Guti¨¦rrez, directivo de la Junta de Medios para la Paz, se?ala que se transform¨® en un plebiscito sobre el futuro de la reelecci¨®n presidencial y el ajuste fiscal, y en soporte "de las pol¨ªticas cada vez m¨¢s autoritarias de Uribe".
El proyecto inicial perdi¨® sus propuestas m¨¢s coercitivas contra la corrupci¨®n, entre ellas la disoluci¨®n del Congreso y la expedita "muerte" de los congresistas corruptos, cuando el presidente lo negoci¨® con los legisladores y la Corte Constitucional anul¨® varias preguntas. "Y ahora todo est¨¢ lleno de agujeros y dobles interpretaciones. La muerte pol¨ªtica de un congresista corrupto se hace muy dif¨ªcil", agrega Guti¨¦rrez. Pero Uribe no parece haberse jugado su futuro pol¨ªtico porque apenas arranc¨® su mandato. Un buen golpe al terrorismo dentro de un par de meses y la sociedad colombiana, proclive al olvido, habr¨¢ recuperado a su en¨¦rgico conductor.
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