Torres pone al Atl¨¦tico en ¨®rbita

El f¨²tbol, definitivamente, es contagioso. Se puso El Ni?o Torres a jugar medianamente bien en La Condomina y sus compa?eros, uno a uno, poco a poco, se fueron inoculando de ese extra?o virus. Extra?o para la mayor¨ªa de ellos, que hab¨ªan tenido un deficiente arranque de campeonato. Por poner un caso extremo: incluso el uruguayo De Los Santos, que durante media hora s¨®lo se hab¨ªa dedicado a dar patadas sin sentido a los adversarios, le cogi¨® gustillo a eso de tocar el bal¨®n. Y, en una de ¨¦sas, De Los Santos, s¨ª, el mismo que hinch¨® los tobillos de los jugadores rivales, envi¨® un pase largo, de casi 30 metros, precioso, al extremo derecho, donde estaba solo Novo, que control¨® y templ¨® muy suave. El cabezazo del griego Nikolaidis, que hasta entonces s¨®lo hab¨ªa destacado por sus aparatosas mu?equeras, fue espectacular: a la escuadra izquierda de Juanmi. La jugada del segundo gol visitante result¨® una belleza y era la prueba indiscutible de que el Atl¨¦tico hab¨ªa recuperado el buen gusto. Y, de paso, a algunos de sus jugadores m¨¢s prometedores. Sobre todo, en el caso de Novo, que desde que lleg¨® este verano del Mallorca apenas le reconoc¨ªan quienes lo segu¨ªan en la isla. Hasta ayer. Fue ese interior derecho de clase que sabe cu¨¢ndo hay que meter un centro o cu¨¢ndo dejar sentado al lateral con un regate en seco.

La jugada del gol de Nikolaidis prob¨® que los rojiblancos han recuperado el buen gusto

Otra buena noticia para la hinchada atl¨¦tica fue el regreso de Movilla, que disfrut¨® de sus primeros 20 minutos en la Liga despu¨¦s de la prisi¨®n a la que le hab¨ªa sometido Gregorio Manzano.

Eso s¨ª, la defensa de Manzano sigue ofreciendo enormes lagunas, aunque ayer se vieron menos por tratarse su rival de un Murcia muy limitado.

Claro que, antes, el que puso a sus compa?eros en la senda correcta fue su capit¨¢n ayer, Fernando Torres. A golpe de personalidad, Torres sale del t¨²nel en el que ha estado sumido en las ¨²ltimas semanas. Hay que tenerla para, a los 19 a?os, correr a lanzar un penalti cuando ven¨ªa de haber fallado desde los once metros con la selecci¨®n espa?ola ante la ucraniana en la Eurocopa. Su disparo fue un acto de autoafirmaci¨®n: fuerte y a su palo izquierdo, el m¨¢s natural para un lanzador diestro. Juanmi se ech¨® al otro lado. Y Torres sali¨® pose¨ªdo a uno de los c¨®rners de La Condomina para gritar a quien quisiera escucharle que El Ni?o hab¨ªa vuelto. Dej¨® atr¨¢s el jugador embarullado y sin ideas del mes pasado; recuper¨® la potente zancada y la verticalidad en las venas. Fue un tormento para la defensa murcianista, que s¨®lo logr¨® pararlo a base de faltas. En este aspecto, hubo una lamentable agresi¨®n de Acciari a Nikolaidis: lo agarr¨® del cuello en el centro del campo, con el bal¨®n muy alejado, y el ¨¢rbitro s¨®lo lo castig¨® con una tarjeta amarilla. Poco despu¨¦s, El Ni?o volver¨ªa a marcar, tras robarle la cartera a Juanmi, pero el ¨¢rbitro no concedi¨® el tanto al entender que Pedro Largo hab¨ªa sacado el bal¨®n antes de que ¨¦ste atravesara la raya de gol.

El Murcia cuenta con un pu?ado de jugadores livianos de cierta entidad. Especialmente uno: M¨ªchel, centrocampista fino, elegante y muy listo, extraordinario en el uno contra uno. De coraz¨®n rojiblanco, por cierto. Lo mejor del Murcia lleg¨® de su pie izquierdo, pero hab¨ªa un problema gordo para el cuadro de Joaqu¨ªn Peir¨®: el juego no pasaba tanto por la bota zurda de M¨ªchel como por las de Roberto Fresnedoso, que no tienen el mismo tacto, es evidente. As¨ª, hasta que Peir¨® retir¨® a Roberto y a Fredi y dio entrada a Richi y a Karanka. Con efectos muy positivos para los locales. El m¨¢s claro, ese gol de Karanka a puerta vac¨ªa tras un pase de M¨ªchel.

El tanto puso pimienta en el encuentro y tambi¨¦n puso en evidencia a la defensa atl¨¦tica, que sigue teniendo graves deficiencias. M¨¢s all¨¢ del estado efervescente de Sergi, el resto de los integrantes de la zaga est¨¢ en cuarentena. Si bien Simeone parece en condiciones de poder adaptarse a la nueva posici¨®n de l¨ªbero -hay que darle tiempo-, mucho m¨¢s se esperaba del central Lequi, patoso y lento anoche en sus movimientos, como qued¨® retratado en el ca?o que le hizo M¨ªchel dentro del ¨¢rea. De hecho, El Mono Burgos hubo de emplearse a fondo: primero, en un pelotazo de Fredi pegado al palo y despu¨¦s en un uno a uno que le aguant¨® a M¨ªchel. Espl¨¦ndido. Claro que El Mono tambi¨¦n mostr¨® su lado malo: se comi¨® un centro de Julio ?lvarez que s¨®lo la fortuna evit¨® que fuera gol.

Al final, el Murcia se fi¨® del talento de M¨ªchel y se aproxim¨® al empate. Hasta que un tanto en propia puerta de Acciari despej¨® la primera victoria a domicilio del Atl¨¦tico. El camino lo hab¨ªa marcado El Ni?o.