El magnate que desafi¨® al Kremlin
El empresario Jodorkovski es encarcelado tras revelar sus ambiciones pol¨ªticas y su deseo de cambiar las reglas de juego
Al encarcelar al empresario Mija¨ªl Jodorkovski, el Kremlin ha indicado que no permitir¨¢ el surgimiento de ninguna fuerza social, econ¨®mica o pol¨ªtica que se atreva a desobedecerle y desafiarle como instancia suprema de poder. Para ello, el presidente Vlad¨ªmir Putin, adem¨¢s de tener todos los instrumentos represivos en su mano, cuenta hoy con un poderoso apoyo: el descontento social por las privatizaciones realizadas en la ¨¦poca de Bor¨ªs Yeltsin y el odio de los pobres a los nuevos ricos.
Jodorkovski, de 40 a?os, se apresur¨® a revelar sus ambiciones pol¨ªticas y su deseo de cambiar las reglas de juego hacia una sociedad civilizada de corte occidental, infravalorando las poderosas fuerzas a las que se enfrentaba. El magnate, que estudi¨® qu¨ªmica y finanzas, comenz¨® su actividad econ¨®mica en una cooperativa de la ¨¦poca de Mija¨ªl Gorbachov. Fundador del banco Menatep en 1994, ingres¨® en el club de los oligarcas en 1995 con la subasta de privatizaci¨®n que le adjudic¨® la compa?¨ªa petrolera Yukos a precio de saldo. Pero a diferencia de otros oligarcas que utilizaron caprichosamente su fortuna, supo convertir a Yukos en la primera petrolera del pa¨ªs y desarrollar una enorme red de proyectos sociales y educativos, que da trabajo a m¨¢s de 100.000 personas.
El hombre m¨¢s rico de Rusia -8.000 millones de d¨®lares- permanecer¨¢ en prisi¨®n hasta el 30 de diciembre como m¨ªnimo, si sus abogados no consiguen revocar la decisi¨®n de la juez que el s¨¢bado lo confin¨® en la c¨¢rcel Matr¨®sskaya Tishin¨¢. El magnate ruso ha sido encerrado en una de las celdas con menos reclusos, cinco de promedio, en lugar de los 15 habituales que provoca la sobresaturaci¨®n del establecimiento penitenciario, seg¨²n declar¨® ayer Yuri Kalinin, viceministro de Justicia. Al menos no tendr¨¢ que hacer turno para dormir, como suced¨ªa el a?o pasado, cuando el hacinamiento era mayor.
Preocupaci¨®n en EE UU
Alexandr Vershbow, embajador norteamericano en Mosc¨², advirti¨® ayer de que el encarcelamiento de Jodorkovski puede influir negativamente en el clima inversor en Rusia. "Las compa?¨ªas extranjeras que trabajan en el mercado ruso y los inversores potenciales pueden plantearse ahora nuevas dudas", dijo a la agencia Interfax. Washington, agreg¨®, est¨¢ "preocupado por la escalada de tensi¨®n en torno a Yukos".
Yukos est¨¢ fusion¨¢ndose con Sibneft para convertirse en una de las principales compa?¨ªas petroleras del mundo. Ser uno de los gigantes internacionales era la pr¨®xima meta estrat¨¦gica de Jodorkovski y eso es lo que el Kremlin ha querido evitar, porque hubiera puesto al empresario fuera de su alcance, seg¨²n opina la soci¨®loga Olga Krishtan¨®vskaya. "Putin y sus antiguos colegas de los servicios de seguridad en los que se apoya est¨¢n obsesionados por el control del poder y creen que la democracia, con su pluralidad de centros de decisi¨®n, es sin¨®nimo de debilidad", se?ala.
Vlad¨ªmir Gusinski y Bor¨ªs Berezovski, los oligarcas con mayor influencia pol¨ªtica en la ¨¦poca de Bor¨ªs Yeltsin, tuvieron que exiliarse con la llegada al poder de Putin. Entre los empresarios y el presidente se estableci¨® entonces un pacto: los primeros no se met¨ªan en pol¨ªtica y el segundo creaba condiciones para la actividad econ¨®mica. Jodorkovski lo ha transgredido, pero se parece poco a los citados oligarcas. El magnate, que cuando fue detenido viajaba a Siberia para inagurar un centro regional de su nueva escuela para j¨®venes pol¨ªticos, decidi¨® quedarse en Rusia y afrontar el mecanismo de la justicia, la que debe demostrar ahora si puede actuar con procedimientos transparentes o si reincide en las pr¨¢cticas heredadas del estalinismo.
Los numerosos registros efectuados por la fiscal¨ªa parecen indicar que el objetivo -procesar a Jodorkovski- es anterior a las pruebas. La luz verde del Kremlin para atacarle ha causado euforia en los ¨®rganos de la Seguridad, que por primera vez desde la desintegraci¨®n de la URSS ven la posibilidad de hacer m¨¦ritos al servicio del presidente y de su concepci¨®n del Estado.
Mientras se disponen a destruir gustosos al empresario modelo de Rusia, la corrupci¨®n florece por doquier sin que nadie la combata en serio, al tiempo que otros empresarios leales al poder prosperan y compran clubes de f¨²tbol con el dinero de las privatizaciones sin que nadie se meta con ellos.
En Rusia, donde el sueldo medio es de 150 d¨®lares, 33,2 millones de personas viven con ingresos inferiores al m¨ªnimo vital, que ronda los 70 d¨®lares. No es de extra?ar, entonces, que m¨¢s del 60% de la poblaci¨®n est¨¦ a favor de una revisi¨®n de las privatizaciones.
La Uni¨®n de Industriales y otras organizaciones no gubernamentales est¨¢n elaborando un documento, al que algunos llaman los Pactos de la Moncloa a la rusa, que fije la responsabilidad social del empresariado. Pero el conflicto de Yukos ha bloqueado las relaciones institucionales entre el presidente y la m¨¢s importante asociaci¨®n de empresarios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.