Un espa?ol intenta emular la capacidad de c¨¢lculo del cerebro
La empresa Artificial Development ha sido fundada por el valenciano Marcos Guill¨¦n
La empresa Artificial Development (AD), situada en el Silicon Valley californiano, ha presentado un prototipo de superordenador, denominado CCortex, que intenta emular la capacidad de c¨¢lculo del cerebro humano. Su responsable, un valenciano de 32 a?os, Marcos Guill¨¦n, explica que CCortex todav¨ªa no funciona en tiempo real, "algo que va a tardar algunos a?os", lo cual no significa que deje de ofrecer posibilidades tan interesantes como dotar de una inteligencia similar a la de un roedor al interfaz ling¨¹¨ªstico de un tel¨¦fono m¨®vil o a un veh¨ªculo auto-conducido. La segunda generaci¨®n de este prototipo podr¨¢ alcanzar su plenitud de inteligencia y ser¨¢ capaz de imitar algunas potencialidades humanas como la adopci¨®n de decisiones complejas.
El prototipo se basa en un modelo del c¨®rtex cerebral humano, regi¨®n a la que corresponden las funciones m¨¢s complejas, sobre un superordenador formado por un cluster de servidores. CCortex funciona en Linux con 1.000 procesadores Intel y AMD, est¨¢ equipado con 1,5 terabytes de memoria viva y 80 terabytes de memoria total, y alcanza una velocidad cercana a los 4.800 gigaflops, lo que le convierte en uno de los veinte superordenadores m¨¢s r¨¢pidos del mundo (Un gigaflop equivale a mil millones de c¨¢lculos matem¨¢ticos en un segundo).
El objetivo de esta red neuronal artificial persigue reproducir algunas caracter¨ªsticas b¨¢sicas de la inteligencia humana, y pretende desarrollar la capacidad de generar tareas que hasta ahora resultan imposibles para la inform¨¢tica m¨¢s avanzada. El anuncio del nacimiento de este primer prototipo de Inteligencia Artificial (IA) fue realizado en la reciente conferencia Accelerating Change que tuvo lugar en Palo Alto (California, EE UU).
Guill¨¦n fund¨® en Espa?a los proveedores de acceso a Internet, Ran Internet y Red Internauta.
Defraudado por la concentraci¨®n de Internet en los ex monopolios telef¨®nicos europeos, decidi¨® probar suerte en Silicon Valley, donde cre¨® su empresa de inteligencia artificial, rodeado de un equipo de trabajo internacional formado por indios, espa?oles y norteamericanos. Parte de la infraestructura de Artificial Development se encuentra en Espa?a, y uno de los clusters reside en el centro de datos madrile?o de Ran Internet.
Sobre las oportunidades de negocio de su empresa, Guill¨¦n prefiere mantenerse cauto, en un sector en el que hay otras iniciativas sobre Inteligencia Artificial. Por ejemplo, Jeff Hawkins, fundador de PalmPilot, form¨® el Redwood Neuroscience Institute para el desarrollo de modelos matem¨¢ticos de la memoria y consciencia. Paul Allen, cofundador de Microsoft, acaba de donar 100 millones de d¨®lares al Allen Institute for Brain Science, para crear un mapa del cerebro a nivel celular.
Seg¨²n Guill¨¦n, "mientras nosotros usamos la t¨ªpica soluci¨®n ingenieril, la modelizaci¨®n del problema, Hawkins busca una soluci¨®n matem¨¢tica, y Allen parece haber optado por crear un atlas cerebral, capaz de describir c¨®mo funciona hasta la ultima conexi¨®n intercortical. Son esfuerzos paralelos, pero concurrentes a medio plazo".
Son iniciativas pioneras en la carrera hacia sistemas artificiales que trabajen como el cerebro humano. La mayor¨ªa de los observadores esperan que los primeros sistemas de IA aparezcan entre el 2005 y el 2020. "Si conseguimos modelos matem¨¢ticos de la memoria y la consciencia correctos, y que los procesadores dupliquen su potencia cada 18 meses, nos acercaremos m¨¢s deprisa de lo que se imaginan al punto en el que la inform¨¢tica y las telecomunicaciones ser¨¢n transformadas por productos y servicios dr¨¢sticamente m¨¢s inteligentes y autointuitivos que los actuales, con caracter¨ªsticas reservadas hasta ahora al intelecto humano".
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