Lucha por Rusia

Primero lleg¨® el encarcelamiento de Jordorkovski. Luego, la orden del fiscal de requisar un 44% de la petrolera Yukos, que controlaba el oligarca. Y entre medias, la dimisi¨®n del jefe del gabinete de Putin, Alexandr Voloshin, n¨²mero tres del Kremlin, pr¨®ximo a Jodorkovski. Todo indica que Rusia est¨¢ viviendo una lucha por el poder al margen del sistema democr¨¢tico. No se trata de un dem¨®crata frente a un oligarca, sino de una pelea entre gente que logr¨® el poder o se enriqueci¨® de forma m¨¢s que discutible. Es el Kremlin frente a los nuevos grandes capitalistas, si cabe llamarlos as¨ª. Lo que est¨¢ en juego es el sistema pol¨ªtico ruso, y el futuro de una democracia hasta ahora precaria.

Dos oligarcas, Berezovski y Gusinski, ya est¨¢n en el exilio, y hay una preocupante dosis de antisemitismo en el intento de ganar el pulso a estos j¨®venes hipermillonarios. Putin fue un invento de los poderes post-sovi¨¦ticos, un ex KGB que hasta ahora hab¨ªa navegado entre dos aguas. Pese a haber nombrado ayer como nuevo jefe de gabinete al llamado cardenal gris, Dimitri Medv¨¦dev, un moderado sin perfil claro, los ¨²ltimos movimientos, antes de las elecciones parlamentarias de este mes y las presidenciales de marzo, podr¨ªan indicar que Putin se ha decantado por los halcones que lo encumbraron frente a esas fuerzas sociales de los nuevos ricos, riqu¨ªsimos, de la era post-sovi¨¦tica. Putin tiene algo a su favor: los oligarcas son muy impopulares, dado que se han quedado con la riqueza de Rusia. Pero las cr¨ªticas del primer ministro, Mija¨ªl Kasi¨¢nov, a la intervenci¨®n de Yukos reflejan que dentro del Kremlin tampoco hay un frente unido.

La nueva oligarqu¨ªa econ¨®mica siempre se apoy¨® en la pol¨ªtica y en el control de un Estado que dista mucho de ser de derecho, como se ha visto con el uso de la fiscal¨ªa para hacerse con el control de Yukos, pese a las repercusiones que tal paso puede tener en las inversiones extranjeras en Rusia y en sus mercados de capitales. Jodorkovski fue detenido esencialmente por evasi¨®n de impuestos y fraude, delitos que entran en la naturaleza de los oligarcas. La realidad es que Putin vi¨® en Jodorkovski un rival pol¨ªtico de peso en las pr¨®ximas elecciones, con un programa abierto a opciones m¨¢s liberales. Pero lo que est¨¢ en juego no es la suerte de este o aquel oligarca, sino el futuro de Rusia y su incipiente democracia. Y los m¨¦todos empleados en este pulso indican que la lucha va a ser muy sucia y m¨¢s propia de un sistema autoritario que de una democracia.