Imprevistos de campa?a
Por fin el PSC hab¨ªa logrado que la cuesti¨®n social adquiriera protagonismo en campa?a, forzando a CiU al dif¨ªcil ejercicio de prometer lo que no ha sido capaz de hacer en 23 a?os. CiU, por su parte, segu¨ªa con lo que parece ser su prioridad de campa?a: la pugna con Esquerra Republicana por la herencia del voto pujolista. Alg¨²n d¨ªa ser¨¢ interesante estudiar c¨®mo CiU hizo crecer y aliment¨® a la que ahora es, a juzgar por la tenacidad con que los l¨ªderes nacionalistas se emplean contra Esquerra, la v¨ªa principal de la fuga de sus votos. Pero las campa?as tienen siempre sorpresas que desbordan las planificaciones estrat¨¦gicas de los partidos. Y esta semana se han producido tres, una previsible y dos imprevisibles.
Era perfectamente previsible que, tarde o temprano, alg¨²n dirigente del PP llevara a la campa?a catalana la estrategia de la tensi¨®n que Josep Piqu¨¦ ha tratado de evitar por la v¨ªa de la discreci¨®n. Es su car¨¢cter. Trat¨¢ndose de Mayor Oreja, era previsible tambi¨¦n que lo hiciera mezclando en el mismo c¨®ctel de los enemigos de Espa?a al nacionalismo catal¨¢n y al vasco. Y as¨ª ha sido: Esquerra es a Pujol lo que el plan Ibarretxe a ETA. ?sta es la insensata ecuaci¨®n del ex ministro del Interior. No es una persona a la que se pueda considerar desinformada: no hay atenuante alguno para tama?o disparate. Es simplemente una persona obsesionada que todo lo mide desde el mismo par¨¢metro: su visi¨®n del problema vasco. Piqu¨¦ se tira de los pelos viendo c¨®mo los votos que estaba arrancando a CiU del sector m¨¢s reacio a la radicalizaci¨®n nacionalista de la campa?a de Mas pueden estar ya volviendo al redil.
Sin embargo, era imprevisible que la campa?a arrancara con la noticia de la boda Felipe-Letizia. S¨²bitamente las portadas se han llenado de rosa y la campa?a ha perdido papel y protagonismo. En el PSC lo ven con alivio, porque el que va por delante siempre piensa que en campa?a son los dem¨¢s los que tienen que arriesgar. Si la atenci¨®n decae, el que tiene que remontar ve limitados sus instrumentos. Y noticias como la boda, que rompen con una actualidad casi siempre cargada de noticias duras, pueden crear -dicen- un clima optimista m¨¢s favorable al cambio. El PSC no deber¨ªa olvidar, sin embargo, un dato: ninguna de las encuestas realizadas hasta ahora le da crecimiento de voto. Y no deja de ser raro -como para merecer alguna reflexi¨®n- que un partido que viene de la oposici¨®n pueda ganar unas elecciones perdiendo votos.
Tambi¨¦n era imprevisible el patinazo de Pujol ante los empresarios del sector de la ense?anza. Aqu¨ª todos hemos hecho trampas, vino a decir el presidente: Gobierno, empresarios y padres. Es dif¨ªcil exculpar por el car¨¢cter coloquial de la expresi¨®n, una afirmaci¨®n que coincide con la percepci¨®n que tiene mucha gente: que se subvenciona a escuelas que ni lo necesitan ni cumplen con las compensaciones exigibles, y que en algunas de ellas los padres pagan mensualidades abusivas. Y todo esto cuando los d¨¦ficit de la escuela p¨²blica son muy altos. Maragall ha pasado de puntillas sobre esta autoinculpaci¨®n del Gobierno de CiU. A veces, uno piensa que en esta campa?a CiU est¨¢ siendo el peor adversario de s¨ª misma. Y que en el oasis catal¨¢n perder¨¢ el que meta m¨¢s goles en propia puerta. Habr¨¢ que anotarlo en la lista de hechos diferenciales.
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