La cara oculta de Inscanner
La sociedad cofundada por el ex diputado del PP Luis Concepci¨®n vive una intensa lucha accionarial entre antiguos socios
Inscanner ha estallado en pedazos. La firma que consigui¨® en 2000 un suculento contrato del Consell que le aseguraba hasta 2008 un m¨ªnimo de 28,93 millones de euros por practicar resonancias magn¨¦ticas a pacientes de la seguridad social y que cofund¨® Luis Concepci¨®n, actual concejal del PP de tr¨¢fico y transportes del ayuntamiento de Alicante y ex presidente de la comisi¨®n de sanidad de las Cortes Valencianas, vive una intensa batalla interna que ha llevado a antiguos socios a los tribunales 22 a?os despu¨¦s de su nacimiento.
Formalmente, la fecha del alumbramiento es el 11 de febrero de 1981. Entonces, Luis Concepci¨®n, Enrique L¨®pez y Francisco Verd¨², tres m¨¦dicos radi¨®logos de Alicante -Concepci¨®n simultane¨® a principios los ochenta la jefatura de secci¨®n de radiolog¨ªa en el hospital general y la del mismo servicio en el provincial (el actual San Juan)- acuerdan fundar una firma para la explotaci¨®n de un equipo de diagn¨®stico TAC de ¨²ltima tecnolog¨ªa -en Alicante s¨®lo hab¨ªa uno y menos potente- para lo que acuden en busca de dos cu?ados de Verd¨², empresarios de calzado de Elche. Los tres primeros se reparten el 50% de las acciones, mientras que los cu?ados -que act¨²an como socios capitalistas- cuentan con un 25% cada uno, como refleja el libro de registro de accionistas de Inscanner.
"El miedo a caer en incompatibilidades les llev¨® a poner personas de su confianza"
Con la demanda, sus hijos cuestionan el distanciamiento de la sociedad del ex diputado
Pero la fecha real del nacimiento de la sociedad puede retrasarse varios meses. Desavenencias familiares fuerzan la salida de los socios capitalistas. Los tres radi¨®logos escrituran la firma a su nombre y buscan socios que aporten fondos para sacar adelante la sociedad. Necesitan reunir un 10% de los aproximadamente 68 millones de pesetas que cuesta el equipo para que la empresa proveedora Phillips tome el pedido y comience a construirlo. Primero ofrecen entrar a los jefes de servicio que desde sus hospitales podr¨ªan pedir exploraciones con el TAC y engrosar la cuenta de resultados de la firma. Ante la negativa de la mayor¨ªa de ellos, bajan un pelda?o en el escalaf¨®n y recurren a jefes de secci¨®n y adjuntos de especialidades como traumat¨®logos, neur¨®logos, anestesistas, radi¨®logos, m¨¦dicos de urgencias o internistas. Trece personas aceptan la oferta y aportan en octubre de 1982 576.923 pesetas o piden un cr¨¦dito para abonar su parte en la cuenta corriente n¨²mero 5113/3 de la oficina n¨²mero 1 del Banco de Bilbao de Alicante. La firma tiene capital suficiente como parar empezar a andar.
El acuerdo se sella en un documento privado de julio de 1982, en el que Concepci¨®n, Verd¨² y L¨®pez se reservan el 50% de las participaciones sociales, y la otra mitad se reparte en partes iguales a los 13 que financian el equipo, con un 3,84% de acciones cada uno. Se entrega una copia a cada uno como "justificante de la propiedad de la participaci¨®n de cada uno de ellos en la mercantil Inscanner SL hasta tanto sea formalizada la correspondiente escritura p¨²blica". El TAC lleg¨® a mitad de 1982 y la empresa comienza a funcionar. En Inscanner trabajan los tres socios fundadores junto a otro radi¨®logo, Desiderio Esquitino, que fue m¨¦dico residente con ellos en el hospital general de Alicante y acudi¨® atra¨ªdo por la posibilidad de formarse en el uso de un equipo de diagn¨®stico por imagen de ¨²ltima generaci¨®n. Sin embargo, el trabajo junto a L¨®pez, Verd¨² y Concepci¨®n dura poco tiempo. En noviembre de 1983 Esquitino se extra?a, recuerda, al ver llegar a la cl¨ªnica a las esposas de los socios "muy arregladas". Poco tiempo despu¨¦s se entera de que han quedado para escriturar la sociedad. Su sorpresa fue may¨²scula. En contra de la promesa, no inscriben a las 13 personas que permitieron poner en marcha en negocio. Sin embargo, escrituran la firma a nombre de familiares directos de Concepci¨®n, L¨®pez y Verd¨².
El miedo a caer en posibles incompatibilidades lleva a los titulares a interponer personas de su confianza para tratar de desligarse formalmente de la sociedad. Al menos, es la excusa que le dan a
Esquitino cuando pide explicaciones. Tras el cambio, como titulares de las acciones figura Francisco Verd¨² Cuenca, el padre de Verd¨²; Carmen Concepci¨®n, la hermana de Luis Concepci¨®n e Ignacio Sanguino, cu?ado de L¨®pez. Al tener conocimiento de estos hechos, Esqutino pide el finiquito y rompe laboralmente de la sociedad, lo que provoca que el resto de aportantes reclame su parte de Inscanner y deje la firma. La sociedad est¨¢ ya en manos de las tres familias y funcionando. Esta situaci¨®n se mantiene tras una ampliaci¨®n de capital en 1991 que da entrada a tres hijos de Concepci¨®n y los dos de L¨®pez y Verd¨². Por entonces, compran una resonancia y, a la explotaci¨®n del TAC, se suma la del nuevo equipo.
La carrera pol¨ªtica de Concepci¨®n es claramente ascendente. Es elegido diputado por el PP en mayo de 1995, y poco antes de acceder a las Cortes, en junio, vende las acciones de su familia a L¨®pez. Este movimiento queda reflejado en el libro accionistas, de forma que los Verd¨² mantienen el 33,3%, la hermana de Concepci¨®n, profesora en un colegio de Gandia, mantiene un residual 3,33% y los L¨®pez se hacen con el 63,3%. A este reparto apela en 1999 en una rueda de prensa Concepci¨®n, cuando este diario publica que seg¨²n el registro mercantil sus hijos eran accionistas de un 30% de Inscanner. "Antes de tomar posesi¨®n vend¨ª mis acciones", adujo el entonces diputado popular, "fue mi sentido de la ¨¦tica el que me llev¨® a separarme completamente de esta sociedad".
La sorpresa salt¨® a principios de la semana pasada, cuando los propios hijos del ex diputado cuestionaron este distanciamiento de la firma al apelar a un documento de recompra que les permit¨ªa volverse a hacer con el 30% que cedieron. De esta forma, exist¨ªa una salvaguarda que permit¨ªa a los Concepci¨®n seguir vinculados a Inscanner mientras el Consell, gobernado por el partido del que ¨¦l era diputado, conced¨ªa a la empresa uno de los grandes contratos sanitarios otorgados por el PP. Los hijos del ex diputado se han aferrado a este documento para denunciar a L¨®pez, mientras que ¨¦ste, niega la autenticidad del contrato. "Hay un pacto de recompra, pero no a favor de los hijos de Concepci¨®n, sino de ¨¦l mismo", apunt¨® el mi¨¦rcoles en el juzgado de Valencia en el que las dos familias combaten por su parte del negocio.
Fuentes del sector apuntan que la voluntad de L¨®pez de vender puede haber desatado la reacci¨®n de los Concepci¨®n. Sea por el motivo que sea, la oposici¨®n ya ha pedido que se revise si en la concesi¨®n del contrato de las resonancias hubo fraude. Pero los ecos del conflicto tambi¨¦n han llegado al PP. Fuentes del partido han dejado sentir el gran malestar que ha provocado
los movimientos en la sombra del ex diputado.
El 'pelotazo'
Inscanner siempre estuvo donde hab¨ªa negocios relacionados con el diagn¨®stico por imagen de alta tecnolog¨ªa, aprovechando la falta de equipos en la sanidad p¨²blica. Primero, con la tomograf¨ªa axial computerizada (TAC), la novedad tecnol¨®gica que revolucion¨® la radiolog¨ªa en la d¨¦cada de 1980. La sociedad se form¨® en 1981 para llevar a Alicante el primer TAC de cuerpo entero y ya entonces se practicaban exploraciones en el Insalud. En la d¨¦cada siguiente, la novedad eran las resonancias magn¨¦ticas, e Inscanner volvi¨® estar en primera l¨ªnea con la adquisici¨®n de un equipo a principios de 1990. Tras el traspaso de competencias, bajo la administraci¨®n socialista, Inscanner se encargaba de practicar las resonancias para la sanidad p¨²blica en Alicante. S¨®lo hab¨ªa un equipo p¨²blico (en el hospital Peset de Valencia) y la sociedad fundada por Concepci¨®n no ten¨ªa rival. Poco antes de dejar el Consell en 1995, el PSPV ultim¨® un concurso para comprar resonancias p¨²blicas. Pero el PP fren¨® en seco esta medida. Despu¨¦s de su llegada al Palau de la Generalitat, entre 1996 y 1999 los ingresos de las dos compa?¨ªas encargadas de hacer exploraciones a Sanidad (Eresa en Valencia y Castell¨®n, e Inscanner en Alicante) crecieron de 1.790 millones de pesetas en 1996 a 3.716 millones de pesetas en 1999.
En 2000, desoyendo las peticiones de los radi¨®logos, el Consell se neg¨® a dotar de resonancias a los principales hospitales valencianos y lanz¨® un nuevo concierto para cubrir la asistencia de forma privada. Inscanner y Beanaca -ligada al empresario Carlos Paz- fueron las concesionarias en Alicante. Inscaner se asegur¨® 28,93 millones de euros hasta 2008. La sociedad espa?ola de radiolog¨ªa tach¨® abiertamente de "pelotazo" el concierto. En la provincia de Alicante la facturaci¨®n de Sanidad por resonancias pas¨® de 3 millones de euros en 1999 a 4,44 millones en 2001.
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