El honor de los samur¨¢is
Uno de los grandes problemas que enfrenta a la juventud japonesa con sus progenitores es la libertad sexual. Izumi, traductora de espa?ol de 31 a?os, afirma que se encuentra en medio de dos mundos opuestos: sus padres, que se empe?an en casarla, y su novio belga, que no quiere papeles. "Yo no puedo decir a mis padres que vivo con ¨¦l y ¨¦l no entiende por qu¨¦ yo lo oculto", afirma. Izumi no se considera una vanguardista, sino una joven de su tiempo, que hoy depositar¨¢ en la urna una papeleta del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD) "porque Koizumi es un pol¨ªtico que utiliza un lenguaje directo cuando se comunica con el pueblo y porque ha sido el primero capaz de expulsar a dos de los dinosarios del PLD".
"Si hubiese sido un chico no tendr¨ªa este problema, que es fruto del tremendo machismo de la sociedad japonesa", dice con un punto de rabia que transforma en lamento al indicar que si sus padres se enteraran de que convive fuera del matrimonio la considerar¨ªan una "mujer manchada", lo que ser¨ªa sobre todo muy duro para ellos. "Es el honor de la familia, el orgullo y la verg¨¹enza lo que est¨¢n en juego", indica.
Aunque en Jap¨®n el matrimonio sigue siendo prioritario, cada d¨ªa son m¨¢s los chicos y las chicas sexualmente activos fuera de un marco legal, si bien son pocos los que se aventuran a un desaf¨ªo abierto. La independencia econ¨®mica, una buena dosis de hipocres¨ªa y la mayor preparaci¨®n de la mujer han convertido un problema hasta ahora tab¨² en una cuesti¨®n de estudio.
Los matrimonios con extranjeros tampoco son bien vistos en la sociedad tradicional japonesa, pero el n¨²mero creciente de j¨®venes que viajan al extranjero a estudiar, a trabajar o por turismo han tra¨ªdo tambi¨¦n un espectacular aumento de este tipo de parejas. Seg¨²n Izumi, la existencia de de estas parejas mixtas es importante para acelerar la apertura de la sociedad japonesa.
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