El cinismo de algunos intelectuales
En Valencia nos hemos quedado completamente estupefactos al leer el art¨ªculo Por la inmensa minor¨ªa de Jos¨¦ Vidal-Beneyto. Ese escrito es la gota que colma un vaso que empez¨® a llenarse cuando public¨®, a modo de conclusiones del II Encuentro Mundial de las Artes (11-11-02), el mismo texto (La dimensi¨®n c¨ªvica de las artes) que unas semanas antes hab¨ªa servido para introducirlo en la edici¨®n local de Valencia (4-10-02). Un gesto de dudosa ¨¦tica pero que entonces interpretamos como una peque?a rabieta personal; un desliz que cab¨ªa relacionar con su desilusi¨®n por el rotundo fracaso de un encuentro cuyo objetivo declarado, y no conseguido, era el de conseguir un pronunciamiento un¨¢nime de la comunidad art¨ªstica contra la invasi¨®n de Irak.
Sin embargo, en el ¨²ltimo texto de Vidal-Beneyto, en el que se defiende como modelo cultural tanto a la Bienal de Valencia como a ese tipo de encuentros aparece confirmado un factor c¨ªnico de su discurso que resulta imprescindible denunciar: tanto el encuentro como la bienal forman parte de esas "gigantescas operaciones de relumbr¨®n y de segura rentabilidad pol¨ªtica" que ¨¦l mismo denuncia en la primera parte de su texto. El mero hecho de subvencionar a fondo perdido a los grandes popes art¨ªstico-medi¨¢ticos no contribuye, en absoluto, al rescate cultural de aquellos "que no logran salir de su pasividad"; menos a¨²n cuando la educaci¨®n obligatoria se sigue impartiendo en barracones. Y, por ¨²ltimo, en el II Encuentro Mundial de las Artes se nos vet¨® el acceso a las discusiones a quienes mantenemos una postura cr¨ªtica frente a la pol¨ªtica cultural de la Generalitat, algo que convierte cualquier debate en una burda parodia.
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