"A veces olvidamos que detr¨¢s de las cajas rurales hay socios"

Asume la presidencia de la Federaci¨®n de Cajas Rurales Valencianas en un momento de desencuentro en el sector, en el que hay dos modelos definidos: el de las entidades de menor tama?o, m¨¢s apegadas al territorio y el de Ruralcaja, la gran rural valenciana, m¨¢s global. Presidente de la Caixa Rural de L'Alcudia, Cirilo Arnandis, (L'Alcudia, 1954) tiene una larga trayectoria en el sector agrario y cooperativo. Arnandis fue elegido a ra¨ªz de que Jos¨¦ Cantavella abandonara la presidencia de la federaci¨®n despu¨¦s de que la oposici¨®n de la mayor¨ªa de los socios de Caja Rural de Vila-real, que Cantavella presid¨ªa, dejara en papel mojado las negociaciones para ceder su actividad a Ruralcaja. En el sector ya hab¨ªa, antes, mar de fondo.

"Nuestro peso es suficiente para que sea m¨¢s fuerte la relaci¨®n con la Administraci¨®n"

"No hay otra forma de solucionar los temas que hablando"

Pregunta. ?C¨®mo piensa afrontar las diferencias que hay entre las cajas rurales?

Respuesta. Dentro del Consejo Rector de la Federaci¨®n, en el que est¨¢n representados todas las entidades y los diferentes vol¨²menes, el d¨ªa a d¨ªa sigue siendo bueno. Lo que hay es un compromiso desde esta presidencia de intentar, si se puede y creo que s¨ª, acabar con este resquemor que parece que hay entre algunas cajas y que se empiece a funcionar con normalidad. Al final, todas las rurales tienen el mismo fin, que es intentar dar el mejor servicio y tener una buena relaci¨®n con la administraci¨®n. No hay otra forma de solucionar los temas que hablando. He hablado ya con mucha gente y mi idea es seguir haci¨¦ndolo hasta, si es posible, conseguir que el tema se normalice.

P. En este sector hay dos modelos, ?qu¨¦ opina?

R. En la Comunidad Valenciana hay tres modelos, m¨¢s que dos: las cajas ligadas a una poblaci¨®n, las que han salido de la poblaci¨®n y est¨¢n a nivel comarcal y otras con vocaci¨®n nacional porque algunas est¨¢n en otras comunidades. Las cajas locales tienen un compromiso m¨¢s fuerte con la poblaci¨®n y cualquier actuaci¨®n que suponga perder ese arraigo y ese sentido de propiedad que tiene el socio lleva a situaciones como la lamentable que ha ocurrido en Vila-real. Al final, partiendo de que cada uno sepa donde est¨¢, hay que llegar a puntos de encuentro. En las antiguas cajas provinciales no existe ese arraigo local.

P. ?Cree que los tres modelos son compatibles?

R. Completamente. Lo que cada uno tiene que tener claro es lo que quiere y ser capaces de respetar la situaci¨®n del otro. Han sido compatibles, tienen que seguir si¨¦ndolo, y si no somos capaces de conseguirlo, lo lamentaremos.

P. Hace medio a?o, se rompi¨® la coalici¨®n que ten¨ªan las rurales valencianas para trabajar a nivel nacional por las diferencias al cubrir un puesto en una de las tres sociedades participadas por el Grupo Caja Rural. ?Se resolvi¨®?

R. El tema se ha resuelto de forma positiva, lamentablemente despu¨¦s de haber sus m¨¢s y sus menos. Hab¨ªa una plaza vacante que la ten¨ªa Ruralcaja y Credicoop y al fusionarse pasaron a tener dos representantes y el grupo consideraba que la entidad ya estaba representaba. Entre todos se lleg¨® a lo m¨¢s positivo y esa plaza la pas¨® a ocupar un representante del resto de cajas de la federaci¨®n.

P. ?Qu¨¦ retos cree que tiene por delante?

R. El primero es el que estamos comentando. Hay una serie de entidades que se sienten de alguna forma defraudadas o que sienten que algunas actuaciones les han perjudicado. Vamos a ver si somos capaces de olvidar el pasado, aprender de lo que ha ocurrido y ser capaces de modificar el futuro en positivo y llegar a ese entendimiento. Con el desacuerdo no ganar¨¢ nadie y nos lo recriminar¨¢n nuestros socios. Otro reto es consolidar la federaci¨®n, poner en marcha proyectos que hasta ahora no se han llevado a cabo. Las rurales son entidades que participan en el turismo, en la industria, en la construcci¨®n. A¨²n son las grandes desconocidas, salvo en las poblaciones donde su arraigo es importante. Y como la vocaci¨®n es llegar a todos los sitios, tenemos que darnos a conocer como lo que somos: entidades modernas que dan todos los servicios y que est¨¢n a disposici¨®n de todos y no s¨®lo enclavadas en el sector rural pensando s¨®lo en la agricultura. Y en la relaci¨®n con la administraci¨®n, nuestro peso econ¨®mico es suficiente para que ¨¦sta sea mucho m¨¢s fuerte.

P. ?Qu¨¦ opina de las fusiones en el sector?

R. Es cosa de dos o de tres y si est¨¢n de acuerdo, yo tambi¨¦n. Hemos tenido fusiones en cooperativas agr¨ªcolas que han funcionado muy bien e intentos de fusiones que se ten¨ªan que haber hecho en el sector agr¨ªcola. En nuestro mundo es igual. Pero cada entidad tiene que contar primero con sus socios, porque a veces nos olvidamos que detr¨¢s hay socios, se inician actuaciones sin preguntar a los due?os qu¨¦ opinan, y viene el fracaso. Las fusiones ni son malas ni buenas. Pueden ser buenas y malas.

P. ?Le preocupa la entrada de Cajamar?

R. Cualquier entrada de este tipo es preocupante, m¨¢s porque cuando Caja Rural Almer¨ªa estaba en el grupo se pod¨ªa hablar. Pero cuando Cajamar [fusi¨®n de las rurales de Almer¨ªa y M¨¢laga] se sale del grupo y en vez de haber concordia hay discordia, cuando uno va al territorio de otro va con ¨¢nimo de posicionamiento, pese a quien pese.