"La cultura no justifica la violencia de g¨¦nero"
Los antrop¨®logos son personas insistentes. Sus largos y concienzudos trabajos no consiguen datos espectaculares que seduzcan a los medios de comunicaci¨®n, pero s¨ª ahondan en los problemas de la sociedad. Quiz¨¢ por ello Beatriz Monc¨® cree que se les deber¨ªa escuchar algo m¨¢s "porque son la voz de los agentes sociales". Monc¨® es profesora de antropolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid y est¨¢ especializada en temas de g¨¦nero a los que ha dedicado numerosas investigaciones. Tiene claro que la sociedad evoluciona, pero que bajo los cambios se ocultan valores e ideas propios del pasado. Sin ir m¨¢s lejos, "las mujeres seguimos siendo enfermeras no profesionales que cuidamos no s¨®lo de hijos, maridos, padres, sino tambi¨¦n de la salud f¨ªsica, la higiene o el medio ambiente". Esta madrile?a de 48 a?os est¨¢ preocupada por el aumento de mujeres asesinadas a manos de sus parejas, 63 este a?o, y cree que no hay voluntad pol¨ªtica para poner fin a esta lacra social.
Pregunta. ?La violencia de g¨¦nero es algo cultural?
Respuesta. Algunas veces hemos hecho de la cultura la gran excusa. Con la cultura puedes explicar muchas cosas, pero no justificarlas. Puedes explicar culturalmente la violencia de g¨¦nero, pero no puedes escudarte en ella. Las culturas cambian, y cambian porque las construimos, y todo lo que construimos se puede reconstruir o incluso destruir.
P. ?C¨®mo se puede acabar con esta cultura sexista?
R. Trabajando la educaci¨®n. Es necesario que adem¨¢s de intervenir los ministerios de Justicia e Interior tambi¨¦n lo haga el de Educaci¨®n que es la pieza clave. Hacen falta asignaturas o talleres espec¨ªficos sobre este tema donde se intente cambiar la idea o la representaci¨®n de lo que puede hacer un hombre y lo que puede hacer una mujer. Pero lo que no tiene sentido es que por un lado fomentemos estos conceptos en las escuelas o universidades pero al llegar a casa tengamos ropa o juguetes especiales para ni?os o para ni?as. Los medios de comunicaci¨®n tienen mucho que hacer. Por un lado, juegan un papel clave para crear opini¨®n y concienciar a la gente de la gravedad del problema de la violencia de g¨¦nero pero luego
dan cabida a anuncios o programas que fomentan estas diferencias.
P. ?Qu¨¦ aspectos culturales son los m¨¢s preocupantes?
R. Los m¨¢s alarmantes son los que se ocultan detr¨¢s de los cambios. Hay muchas mujeres que todav¨ªa creen que los celos son una prueba de amor. Los celos son una prueba de posesi¨®n pero nunca de amor. Buena parte de nuestras adolescentes guardan unos estereotipos culturales falsos sobre el amor y las relaciones, justamente en una sociedad que tiende cada vez m¨¢s a la igualdad. Otro aspecto que demuestra que no hay una evoluci¨®n es el concepto de las mujeres enfermeras. Todav¨ªa hoy, aun habi¨¦ndonos incorporado al mercado laboral, seguimos siendo las encargadas de velar por la salud de nuestros hijos, padres, maridos, suegros o nietos.
P. ?Cree que la violencia de g¨¦nero ir¨¢ a menos?
R. Las medidas son insuficientes y las cifra de mujeres asesinadas, alarmantes. Adem¨¢s, una buena parte del maltrato no se denuncia. Muchas urgencias que se califican de accidentes dom¨¦sticos, no son tales. Y esto no se soluciona con una ley. Necesitamos tolerancia cero, no s¨®lo a nivel penal y judicial, sino tambi¨¦n pol¨ªtico, social y cultural. Tambi¨¦n es importante que los medios de comunicaci¨®n muestren las condenas de los agresores, porque se est¨¢ creando la sensaci¨®n de que no hay grandes penas para los agresores. Hay que eliminar esta sensaci¨®n de impunidad. Por ahora lo que se hace es intentar poner soluciones a los problemas ya existentes, como las amenazas y las agresiones como se ha hecho con la orden de protecci¨®n, pero lo que hay que conseguir es que ¨¦stas no lleguen a producirse.
P. ?A qu¨¦ se debe el aumento de este tipo de asesinatos?
R. Si alguien sucumbe a la dominaci¨®n, resulta muy dif¨ªcil salir de ella. Y cuando uno intenta revelarse ante una situaci¨®n de este tipo por m¨ªnimo que sea este acto la respuesta suele ser muy dura y contundente. Puede que las mujeres est¨¦n perdiendo ese miedo a reivindicar sus derechos y la consecuencia por parte de sus parejas sean las agresiones.
P. ?Qu¨¦ problemas tendr¨¢n que afrontar los antrop¨®logos en un futuro no muy lejano?
R. Lo que m¨¢s me fascina son los cambios familiares que forzar¨¢n nuevas relaciones personales. Tendremos que ver qui¨¦n cuidar¨¢ de las familias sin hijos o qui¨¦n suplir¨¢ la figura del primo o del t¨ªo si todos somos hijos ¨²nicos. La interacci¨®n con las familias de inmigrantes y la evoluci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas dar¨¢n mucho que hablar.
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