?T¨² qu¨¦ te has cre¨ªdo?
Como el de loco o santo, el de disidente es un t¨ªtulo que "hay que ganarlo en vez de reclamarlo", afirma Christopher Hitchens (Portsmouth, 1949) en este libro que sigue ir¨®nicamente el modelo de las Cartas a un joven poeta, de Rilke. Pues bien, digamos que ¨¦l es un disidente pese a sus licenciaturas en Oxford, colaborar en revistas como Granta o New Left y haber recibido una catarata de elogios de Gore Vidal y Susan Sontag. Consciente de que detr¨¢s de etiquetas como inconformista o rebelde se oculta la condescendencia de una sociedad que admira la excentricidad, el escritor brit¨¢nico se ha mantenido al margen del "reba?o de mentes independientes". Reportero en Bosnia, India y Polonia, Hitchens es autor de ensayos como La victoria de Orwell (Emec¨¦), Juicio a Kissinger (Anagrama) -dedicado al Nobel de la Paz "que devast¨® Camboya y Chipre, Chile y Timor Oriental"- o The Missionary Position (la postura del misionero), un corrosivo repaso a la Madre Teresa en el que, entre otras cosas, denuncia su respaldo al r¨¦gimen de Duvalier en Hait¨ª. Estas tres figuras reaparecen en unas cartas en las que se alternan la admiraci¨®n -Zola, Wilde, Havel- y la demolici¨®n -Lady Di, Clinton-, y cuyo autor sostiene que el materialismo marxista sigue siendo una buena herramienta de an¨¢lisis, pero que, impuesta, la virtud puede convertirse en su opuesto. Por eso Hitchens recomienda, como el cl¨¢sico, cuidarse de la derecha cuando es diestra y de la izquierda cuando es siniestra. Despu¨¦s de un repaso al consenso como "Disneylandia de la mente", asistimos a la demolici¨®n de dos ¨ªdolos: la trascendencia y la irracionalidad. De ah¨ª la cr¨ªtica a la religi¨®n -que va "de la conclusi¨®n a la evidencia"- y a las tentaciones identitarias y al narcisismo micropol¨ªtico de la peque?a diferencia -un "premio de consolaci¨®n por las derrotas del 68 (...) la gente empez¨® a disertar sobre lo que era en lugar de sobre lo que hab¨ªa hecho"-. Poco dado a recetar sedantes, el ensayista brit¨¢nico aconseja viajar, dudar y evitar el populismo: "La gente como masa tiene muy a menudo una inteligencia inferior a la de sus partes integrantes". Acostumbrado a una izquierda que suele recomendar la cr¨ªtica "constructiva" para no proporcionar armas al enemigo, Christopher Hitchens, que acudi¨® al Vaticano como abogado del diablo -literalmente- en la beatificaci¨®n de la Madre Teresa y que demand¨® a Kissinger cuando todos esperaban que fuera ¨¦l el demandado, concluye: "A la pregunta: ?qui¨¦n te crees que eres?, puedo replicar con calma: ?qui¨¦n quiere saberlo?".
CARTAS A UN JOVEN DISIDENTE
Christopher Hitchens
Traducci¨®n de Jaime Zulaika
Anagrama. Barcelona, 2003
176 p¨¢ginas. 12 euros
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