Art Basel se confirma en Miami como una de las grandes ferias de arte

Trasplantar el concepto de Art Basel a Miami Beach parec¨ªa hace un a?o una apuesta aventurada. ?Arraigar¨ªa la feria m¨¢s prestigiosa de arte contempor¨¢neo, afincada en Suiza desde 1968, en una ciudad m¨¢s conocida como meca del turismo que de las artes pl¨¢sticas? Pues bien, result¨® ser "un ¨¦xito sin precedentes", en palabras de su director, Samuel Keller; y la segunda edici¨®n ya ha rebasado, aun antes de su clausura, ma?ana, todas las expectativas de afluencia de p¨²blico y volumen de ventas. Sin ¨¢nimo de triunfalismo, Keller la declara la "feria m¨¢s importante de Am¨¦rica".

Su opini¨®n es ampliamente compartida entre los 175 expositores (135 de los cuales repiten satisfechos por los resultados de la primera edici¨®n). La veterana galerista madrile?a Juana de Aizpuru la considera "la feria del futuro", y Bernice Steinbaum ha demostrado su fe con hechos, trasladando aqu¨ª la galer¨ªa que durante 22 a?os tuvo en Nueva York. "Ya no estamos en la retaguardia de Nueva York, tenemos identidad. Art Basel Miami Beach es la Olimpiada de las ferias de arte".

Nueva York hubiera sido quiz¨¢ la selecci¨®n obvia para una muestra de esta categor¨ªa, subraya Keller, pero "hist¨®ricamente las exposiciones de mayor ¨¦xito tienen lugar en ciudades m¨¢s peque?as, Viena, Maastrich... ?Por qu¨¦ Miami? "Porque no hay otro sitio donde se pueda crear esta energ¨ªa", dice refiri¨¦ndose a la fusi¨®n de culturas en un punto geogr¨¢fico estrat¨¦gico, con un clima excepcional, poder econ¨®mico y un p¨²blico que se deja orientar. "Aqu¨ª podemos crear un acontemiento cultural y comercial. Los artistas de hoy, para hacer carrera, tienen que estar representados en Europa y Am¨¦rica".

La muestra re¨²ne 5.000 obras de arte contempor¨¢neo y moderno de 1.000 artistas. Un verdadero escaparate de tendencias. Aunque predomina la pintura, las propuestas de Art Basel Miami Beach utilizan lenguajes variados: escultura, grabados, dibujos, instalaciones, performances, fotograf¨ªa y v¨ªdeo. La complejidad narrativa hace imposible cualquier intento de catalogaci¨®n, pero se descubren tem¨¢ticas recurrentes, la indagaci¨®n de la realidad social y las b¨²squedas ut¨®picas son dos de ellas.

La oferta est¨¢ repartida en cuatro espacios, un pabell¨®n central que alberga a las galer¨ªas estrella en el Centro de Convenciones del distrito Art Deco de Miami Beach, y tres dedicados a galer¨ªas de vanguardia (Art Positions), muestras individuales de artistas j¨®venes (Art Statements), galer¨ªas emergentes (Art Nova) y Art Video Lounge. La Feria se ha ampliado este a?o con otras plataformas, extendidas literalmente por toda la ciudad, que incluyen visitas a coleccciones privadas (Rubell, Margulies y De la Cruz), y un programa paralelo de m¨²sica, literatura, cine, arquitectura, dise?o y encuentros sociales.

La diversidad de actividades diferencia a la edici¨®n invernal de Art Basel de su matriz en Suiza, y es uno de sus aspectos m¨¢s atractivos, dise?ado especialmente para crear un sentido de comunidad que trascienda al ¨¢mbito comercial. "Te vas muy lleno porque hay muchas actividades", relata Gloria P¨¦rez, de la galer¨ªa barcelonesa Joan Prats. P¨¦rez coincide con otros expositores europeos en se?alar que lo que m¨¢s singulariza a la muestra de Miami Beach no son las propuestas, sino los coleccionistas "m¨¢s nuevos, m¨¢s abiertos y m¨¢s confiados".

La presencia espa?ola ha llegado de la mano de 11 galeristas. Un 43% de los expositores son de EE UU y Canad¨¢, otro 43% de Europa, un 9% proviene de Am¨¦rica Latina, un 4% de Asia, y ?frica cuenta con una galer¨ªa. Junto a los legendarios Jan Krugier, Robert Landau o Leslie Waddington, Gagosian o Barbara Gladstone, esta edici¨®n se potencia con la presencia de 40 nuevos galeristas de arte moderno y contempor¨¢neo. El universo de artistas y propuestas se puede resumir en una palabra: calidad. Contextualizada por una gama matices de la que se derivan las cotizaciones comerciales. En ese sentido el galerista Pepe Cobo habla del creador m¨¢s cotizado en su exposici¨®n, Edward Ruscha. "Esa obra (un peque?o ¨®leo ocre atravesado por la palabra Duty) vale 265.000 d¨®lares", explica Cobo. Ruscha comparte espacio con unos Zapatos, de Warhol, valorados en 70.000 d¨®lares.

A la cita de Miami Beach, inaugurada el jueves, han acudido pricipalmente coleccionistas norteamericanos, bastantes suramericanos y europeos, as¨ª como amantes del arte en general. A juzgar por la din¨¢mica de los dos primeros d¨ªas, los organizadores pronostican una cifra de visitantes superior a los 30.000 del a?o anterior. Y en ventas, que es la medida real del ¨¦xito, los compradores han adquirido cientos de obras, que oscilan desde unos cientos de d¨®lares a varios millones. Este a?o hay piezas mucho m¨¢s caras qie en la primera edici¨®n, en la que el precio "promedio alto" se situ¨® alrededor de 300.000 d¨®lares, confirma Keller.