"Doy mejor vestido que desnudo"
Pregunta. ?Esta retirada es, una vez m¨¢s, de mosqueo?
Respuesta. No, para nada. Con toda la verdad por delante.
P. ?Se va porque se encuentra hecho un carroza?
R. No, no, no. Me retiro en el mejor momento de mi carrera. No espero a que venga la decadencia.
P. ?Qu¨¦ le ha dicho a la coleta al despedirse?
R. Que siempre ser¨¦ torero. Que, aunque me despido, ella me va a acompa?ar siempre.
P. ?Pero se la corta?
R. No. Creo que me quitar¨ªa una parte de mi historia de torero.
P. ?Qu¨¦ echar¨¢ de menos?
R. Pues echar¨¦ de menos esa maravilla que es tener a 14.000 o 15.000 personas pendientes de lo que t¨² hagas con un trapo. La profesi¨®n es muy fuerte
P. En Cartagena han nacido Federico Trillo, el portavoz del Papa, Navarro Valls, usted... ?Cree que est¨¢ tocada por los dioses?
R. Pues un poco tiene que haber, ?no? Porque hay ah¨ª dos ciudades enterradas, la de los fenicios y la de los cartagineses.
P. ?Usted es del Opus, como esos paisanos, o es de estampita de menor militancia?
R. Yo no pertenezco al Opus, pero soy muy creyente y practicante.
P. ?Qu¨¦ sombras guarda del traje de luces?
R. Quiz¨¢s las faenillas que me han podido hacer en el mundo del toreo. Las sombras de cornadas las voy luciendo como si fueran condecoraciones.
P. ?Roc¨ªo ha sido su mejor faena o la mayor faena que le ha hecho la vida?
R. ?sa ha sido la mejor faena m¨ªa.
P. ?Qu¨¦ tiene usted que hacerle para que ella le grite: "?Torero! ?Torero!".
R. Tratarla con amor.
P. ?Y cuando le canta: "?mame otra vez con la misma fuerza que la primera vez", ?usted qu¨¦ hace?
R. Seguirle el consejo [risas].
P. Cuando le regal¨® al Papa el capote de paseo, ?le dio tambi¨¦n unas clasecillas?
R. Se lo di porque me hab¨ªa comentado Joaqu¨ªn Navarro Valls que el Papa no hab¨ªa ido nunca a ver toros, l¨®gicamente, pero que se hab¨ªa interesado por el espect¨¢culo.
P. ?Y usted ha usado mucho el rosario que, sin duda, debi¨® de propinarle Su Santidad?
R. Lo tengo en la cabecera de la cama.
P. ?Qu¨¦ le toca Antonio David: la moral, las narices, otras posibilidades?
R. A m¨ª no me toca nada, para nada. No me toca nada.
P. ?Es usted mansito y reserv¨®n, como parece, o se pone bravo y entra al trapo?
R. Soy de casta. Y a veces utilizo m¨¢s el coraz¨®n que la cabeza.
P. ?Sus toros son como de su familia?
R. S¨ª, s¨ª, s¨ª. Tienes que tenerlos de esa manera; si no, no ser¨ªas un buen ganadero. Yo los conozco a todos y a todas, a las vacas de vientre y a todos los hijos.
P. Do?a Juana, 1984: "Si te vas, se va a perder un gran torero". ?Madre no hay m¨¢s que una?
R. S¨ª, y ¨¦sta es de pura casta. Fue ella la que me impuls¨® para seguir.
P. Si se retira ya no podr¨¢ torear desnudo, como quer¨ªa. ?Eso que se pierde el toro?
R. Doy mejor vestido que desnudo. Tengo 24 cornadas, y mi cuerpo muy rajado para exhibirlo.
P. Habl¨® de las ideas del toro. ?Qu¨¦ cree que piensa el bicho de un tipo como usted?
R. Pues ?"vaya torero que me ha tocado, tan bueno!". O "?vaya tela! ?Qu¨¦ mala suerte he tenido!".
P. ?Qui¨¦n ha sido el torero m¨¢s grande?
R. Para m¨ª, Belmonte, que fue el que hizo que con las mu?ecas y la cintura se pudiera reducir la velocidad al animal y atemperarlo.
P. ?No ser¨ªa ideal que su ni?o toreara y la ni?a le diera al gorgorito?
R. Al ni?o le hicieron una prueba para los alevines del Real Madrid, y gust¨® mucho. Algo tienen de ¨¢ngel los dos, como si hubieran salido del vientre de Roc¨ªo.
P. ?Y ahora ya s¨®lo torear¨¢ mientras duerme la siesta, como me cont¨® su mujer que hac¨ªa?
R. Y cuando cruzo los sem¨¢foros, o aqu¨ª, en la casa, que de repente doy alg¨²n pase que otro.
P. Usted, dando capotazos o entrando a matar por el pasillo, y el servicio, alucinado.
R. S¨ª, s¨ª. Me sale de pronto la venilla torera y tengo que dar un pase al aire.
P. ?Fue muy brusco pasar de vivir en una familia normal a una casa de locos como ¨¦sta?
R. Yo tambi¨¦n ten¨ªa antes una casa muy grande y llena de gente. Pero para esta convivencia me hice uno m¨¢s del club de los locos. Me afili¨¦.
P. ?Cu¨¢l es su pol¨ªtico espa?ol favorito?
R. Para m¨ª, una persona que est¨¢ haci¨¦ndolo muy bien es Juan Pablo II.
PERFIL
Con casi 50 a?os y dos hijos, cree que no se va a aburrir tras su abandono del morlaco, porque le quedan su ganader¨ªa y aficiones como el baile flamenco, al que se entrega por los rincones de casa, especialmente en su tablao de la planta baja. Nada, juega al tenis y le gusta andar. Es fan de numerosas v¨ªrgenes: "Soy", dice, "muy mariano".
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