La rotonda vasca
El Eibar, de la mano de Amorrortu, se ha convertido en el equipo ideal para foguear a los jugadores j¨®venes de la Real, el Athletic y Osasuna
En Ipurua, el campo del Eibar, se conocen todos. Con una capacidad para 5.000 espectadores, con 3.051 abonados y un promedio de asistencia de 1.800 fieles, no es dif¨ªcil llamarse por el nombre. Si va uno nuevo, se nota. Pero los fieles han tenido su recompensa. Desde que la Ley del Deporte oblig¨® a la transformaci¨®n de los clubes en sociedades an¨®nimas deportivas y el Eibar no tuvo m¨¢s remedio que ponerse en los brazos del Athletic, primero, y de la Real, despu¨¦s, por Ipurua han desfilado futbolistas como Xabi Alonso, Barkero o, ahora, Llorente, cedidos por la Real Sociedad, o Kortina, Burgue?a, Ala?a, procedentes del Athletic. Hasta Osasuna ha dejado su simiente en Eibar con la cesi¨®n de Gorka Brit, un delantero que ha dado sentido al contragolpe en un equipo hist¨®ricamente racial y directo.
Xabi Alonso, Barkero, Riesgo y Llorente hicieron pr¨¢cticas en el club decano en Segunda
El Eibar era una referencia sobre los problemas en la Segunda Divisi¨®n. Arsenio Iglesias, cuando entrenaba al Deportivo, dirigi¨¦ndose con su equipo a Anoeta, al pasar por la autopista, desde donde se divisa La
Bombonera, les dijo a sus jugadores: "Acordaros de que hace muy poco jug¨¢bamos ah¨ª. Vosotros ver¨¦is si quer¨¦is volver".
No era f¨¢cil jugar en Eibar, donde el club ostenta la condici¨®n de ser el equipo decano en Segunda: 16 cursos seguidos, desde 1988, junto a otros 16 entre 1953 y 1969. Todo, a base de garra, empe?o, un campo chiquit¨ªn, algo de barro y entrenadores raciales. Con esas armas y una mezcla de jugadores profesionales y aficionados (Garmendia, el portero eterno, era carnicero y se retir¨® tras haber marcado un gol desde su porter¨ªa), el Eibar fue el rey del empate (hasta 19 consigui¨® en las campa?as 1990-91 y 1994-95).
Eibar es fronteriza con Vizcaya y Guip¨²zcoa, aunque de natural realista. Pero su imagen de equipo rocoso le trajo al Eibar problemas con ambos clubes. Sabido era que en el Eibar los jugadores se hac¨ªan hombres, pero dif¨ªcilmente futbolistas. Si un chico la tocaba, el Eibar no era su destino, sino el de los jugadores que proven¨ªan de la Segunda B o la Tercera, acostumbrados a los balones largos y al esfuerzo indesmayable.
Todo ha ido cambiando. La presencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Amorrortu, ex director del f¨²tbol base en el Athletic, ha engranado el motor del Eibar. Hoy es un equipo nodriza para el Athletic y la Real -aunque, oficialmente, est¨¢ encuadrado en la estructura guipuzcoana-. All¨ª ha enviado la Real a su portero Riesgo -ahora con la selecci¨®n sub 20- y al delantero Llorente, que ya ha jugado en Primera, como antes fogue¨® a Xabi Alonso, Barkero o Aldeondo. Del Athletic se ha tra¨ªdo Amorrortu a j¨®venes como Burgue?a o Ala?a, descartados incialmente por el club rojiblanco, pero a los que preserva un posible retorno.
Ala?a, reci¨¦n llegado al club, resume el nuevo talante: "El Eibar no ha cambiado su filosof¨ªa, sino su forma de jugar". Curiosamente, Ipurua, su fort¨ªn, es ahora su problema: s¨®lo ha ganado dos partidos mientras a domicilio ha logrado cuatro victorias. Amorrortu, un ex futbolista fr¨ªo y t¨¦cnico -siempre apunt¨® a estudioso del f¨²tbol-, gusta de la velocidad en el juego, devoto de la escuela francesa y la holandesa y mentor de Raynald Denoueix en la Real, ha dado la vuelta al calcet¨ªn del Eibar. Se trata de contar con las j¨®venes promesas del Athletic y la Real, cuyos equipos filiales militan en la Segunda B y la Tercera, respectivamente, categor¨ªas muy alejadas de la Primera. En sus escuelas militan, supuestamente, los mejores jugadores de sus provincias. El Eibar es un buen lugar para afrontar la gran competici¨®n en que se ha convertido la Segunda A.
Amorrortu, con su equipo, a un punto actualmente del ascenso, prefiere hablar de proyecto. "Ten¨ªamos la idea de una plantilla corta para ir dando entrada a la gente joven, pero eso siempre es complicado en esta categor¨ªa y habr¨¢ que ir poco a poco", afirma.
La actual plantilla, que se renueva cada a?o como si de un equipo de baloncesto se tratara, mezcla la juventud y la veteran¨ªa, al 50%. Junto a las j¨®venes promesas, habitan futbolistas como Karmona, Garitano o Kortina, que lo han visto todo o casi todo en el f¨²tbol. Son el contrapeso.
El equipo m¨¢s antiguo en Segunda muesta un acn¨¦ juvenil, con un presupuesto de tres millones de euros. Hasta el entrenador reconoce que extra?a esta divisi¨®n y que va aprendiendo sobre la marcha.
El Eibar ya sabe lo que es acercarse al ascenso: entre 1994 y 1997 acab¨® en el quinto puesto, ara?ando una gesta que le habr¨ªa creado demasiados problemas. Amorrortu ni piensa en ello. Prefiere el proyecto. Acostumbrado a salvar al Athletic en los momentos de languidez y a trabajar con la cantera, de la que ahora disfruta el Athletic, sabe que el Eibar es el equipo m¨¢s pobre de la categor¨ªa, nodriza para unos, reencuentro para otros.
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