Vecinos y ecologistas acampan hace d¨ªas contra el vial Cabanes-Oropesa

Ni la lluvia ni el fr¨ªo logran que los acampados junto al Desert de Les Palmes, en protesta por la construcci¨®n de la carretera Cabanes-Oropesa, se muevan un ¨¢pice. Menos a¨²n ha variado su convencimiento de la "barbaridad" que, seg¨²n sus propias palabras, pretende la Generalitat. A la espera de que la fiscal act¨²e de oficio y el juez resuelva ante la posible comisi¨®n de un delito ambiental, los acampados han pasado ya siete noches junto al paraje natural.

Entre seis y ocho personas, que se multiplican hasta veinte en algunos ratos, permanecen entre el barranco del Negre y la Ferradura, a escasos metros del l¨ªmite del paraje natural del Desert de Les Palmes que, al contrario de lo que ocurre en otros parques, no cuenta con una zona de protecci¨®n, lo que permite construir y edificar a s¨®lo un metro del ¨¢rea protegida. Los acampados apenas cuentan con infraestructura, m¨¢s all¨¢ de unas tiendas de campa?a, pero han montado un "equipo tecnol¨®gico" que les mantiene "conectados" d¨ªa y noche. Desde all¨ª, recogen firmas de adhesi¨®n. Por su parte, la empresa adjudicataria env¨ªa, todas las ma?anas, un operario que cumple su horario aunque sin trabajar. La Guardia Civil tambi¨¦n realiza visitas diarias.

El Grupo para el Estudio y la Conservaci¨®n de los Espacios Naturales (Gecen) traslad¨® a los juzgados la denuncia, hace cerca de cuatro a?os, tras comprobar que el trazado previsto invad¨ªa parte del paraje protegido del Desert. La denuncia provoc¨® una orden de paralizaci¨®n cautelar de las obras en un tramo de seis kil¨®metros, motivo por el que la Generalitat opt¨® por variar, levemente, el proyecto. Sin embargo, los ecologistas insistieron en el valor ambiental de la zona y de una especie cavern¨ªcola, conocida como la gamba de Miravet, que habita en las cuevas que se ver¨¢n afectadas por la construcci¨®n de la carretera. Con los informes t¨¦cnicos que as¨ª lo avalaban, la denuncia concluy¨® en un auto en el que el juez se?al¨®, expl¨ªcitamente, que "la ejecuci¨®n del trazado proyectado (...) conllevar¨¢ el elemento t¨ªpico del grave riesgo perjudicial para el medio ambiente".

A¨²n as¨ª, la Generalitat decidi¨® el pasado octubre reanudar las obras. En el momento en el que las m¨¢quinas entraron en el tramo paralizado en 2000, la empresa adjudicataria se encontr¨® con la oposici¨®n de vecinos y ecologistas que, como entonces, se encadenaron a las m¨¢quinas y paralizaron los trabajos. Ahora, los acampados aseguran que mantendr¨¢n su postura hasta que un juez se pronuncie, por segunda vez, sobre un mismo hecho.