Uno de cada cuatro franceses comparte las ideas ultraderechistas de Le Pen

Pr¨¢cticamente uno de cada cuatro franceses (el porcentaje exacto es el 22%) se declara a favor de los valores encarnados por Jean-Marie Le Pen, el veterano caudillo ultraderechista. Y a¨²n es mayor la adhesi¨®n a algunas de sus ideas clave: el 59% est¨¢ de acuerdo en que "hay demasiados inmigrantes" y una mayor¨ªa todav¨ªa m¨¢s amplia (70%) le cree cuando predica que "los valores tradicionales" no est¨¢n bien defendidos. El apoyo a la extrema derecha progresa entre comerciantes y obreros, pero tambi¨¦n entre la gente m¨¢s joven.

El 22% de los que tienen entre 18 y 24 a?os aprueba el conjunto de sus ideas y el 34% se adhiere a sus propuestas de dar m¨¢s poderes a la polic¨ªa. Los datos, procedentes de una encuesta encargada por el diario Le Monde y la emisora RTL, son elocuentes para probar la fortaleza con que las ideas de la extrema derecha se han enraizado en Francia.

Se ha esfumado el efecto del movimiento popular registrado hace un a?o y medio, entre las dos vueltas de la elecci¨®n presidencial, cuando grandes mareas humanas (principalmente de gente joven) llenaron las calles durante una decena de d¨ªas, protestando contra la posibilidad de que un extremista alcanzara la jefatura del Estado.

Los que se declaran "muy o bastante de acuerdo" con Le Pen, un 22% en total, superan los sufragios obtenidos por el caudillo ultraderechista en la jornada del 21 de abril de 2002, que se limit¨® al 16,86%. Ese porcentaje fue suficiente para echar de la pol¨ªtica al socialista Lionel Jospin despu¨¦s de cinco a?os como primer ministro, y para que Le Pen disputara la final de los comicios presidenciales frente a Chirac. Las extra?as circunstancias de aquella elecci¨®n permitieron un triunfo hist¨®rico al actual presidente, pero otro sondeo, de ayer mismo, indica que dos tercios de los franceses no quieren que Chirac se presente a un tercer mandato presidencial.

Jean-Marie Le Pen busca ahora un triunfo menor. En estos momentos juega la carta de presidir la regi¨®n Provenza-Alpes-Costa Azul (conocida en Francia por las siglas PACA), aprovechando las elecciones regionales que deben celebrarse el pr¨®ximo mes de marzo. Y si el 70% de los franceses sigue considerando al partido de Le Pen como "un peligro para la democracia", al 28% le parece "aceptable" tener un presidente de regi¨®n de ultraderecha, un porcentaje que confirma y da coherencia a los contornos de esa opci¨®n extremista.

La encuesta demuestra tambi¨¦n la permeabilidad del extremismo entre la derecha cl¨¢sica: el 23% de los simpatizantes de la Uni¨®n por la Mayor¨ªa Popular (el partido que tiene mayor¨ªa absoluta en el Parlamento) est¨¢ de acuerdo con el discurso de Le Pen en general. S¨®lo el 60% de aquellos consideran "peligroso" al Frente Nacional, diez puntos menos que la media nacional.

El tacto de codos entre la ultraderecha y la derecha francesas explica la batalla emprendida por el Gobierno para arrebatar banderas a Le Pen, y en concreto la lucha personal del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que ya se ha enfrentado dos veces en televisi¨®n, en horarios de m¨¢xima audiencia, contra el l¨ªder del Frente Nacional. Sarkozy ha intentado desacreditar a Le Pen principalmente por su avanzada edad (75 a?os) -le llam¨® Matusal¨¦n ante millones de espectadores- m¨¢s que por sus ideas.