El Foro
Multitudinarias asambleas de una sociedad en movimiento. As¨ª define Fran?ois Houtart los foros sociales como el que se acaba de constituir en Valencia bajo el lema "el mundo no es una mercanc¨ªa". Lo componen hetereog¨¦neos elementos (por ahora 52 organizaciones) que luchan contra el neoliberalismo desde una consciencia social compartida . Y es precisamente esta diversidad la que le confiere, al tiempo, su fuerza y su debilidad. La simbiosis de altermundialistas radicales con sindicatos y partidos portadores de una perspectiva reformista, es la expresi¨®n del reconocimiento de que ya no hay verdades ¨²nicas ni int¨¦rpretes salv¨ªficos, de que desde Porto Alegre germina un "quinto poder" pidiendo la palabra... Que no es poco, si consideramos que s¨®lo se trata de una primera etapa de lo que ha de plantearse como un proceso de larga duraci¨®n. As¨ª, el Foro es fruto de una doble resistencia ejercida por los viejos movimientos y los nuevos actores, j¨®venes por naturaleza enemigos de todo pilotaje, que privilegian las iniciativas espont¨¢neas y se distancian de las formas organizadas, planteando un discurso pol¨ªtico alternativo no exento de contradicciones y tensiones. "Es necesario escuchar a los arquitectos de las utop¨ªas" (Habermas). Pero cuidado con la tentaci¨®n de excluir a las fuerzas pol¨ªticas, con las actitudes anti-partidos o anti-pol¨ªtica que podr¨ªan llevar a problemas de representatividad.
Houtart de nuevo: "Una consigna no basta para cambiar el universo. La acci¨®n sigue siendo esencial y la eficacia pol¨ªtica indispensable". De la movilizaci¨®n contra la guerra de Irak no se habr¨¢n derivado vuelcos electorales, pero s¨ª el descubrimiento de un ejercicio mundial de empat¨ªa, y la consciencia de que no hay soluciones locales para problemas generados a nivel global (Zygmunt Barman). Despu¨¦s, los foros sirven para recargar las pilas. Y en Valencia, en Barcelona, en Par¨ªs, ya no se mueven en la periferia del capitalismo, porque ambicionan aglutinar a esa "sociedad civil global" con vocaci¨®n de algo m¨¢s que unirse a manifestaciones o firmar declaraciones, que de todas formas se har¨¢n. Aunque Dulce ya no est¨¦ para leer el manifiesto, ni Manolo para reportar la cr¨®nica de los "militantes de la esperanza necesaria".
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