El tesorero de una asociaci¨®n de fiestas muere en un robo en Ontinyent
Roberto Conejero Coll, de 67 a?os, tesorero de la asociaci¨®n de fiestas La Pur¨ªsima de Ontinyent, acudi¨® ayer a las 10.00 a la cita que ten¨ªa con la presidenta de las Camareras de la Virgen, Carmen Gisbert. Pero antes de que ella llegara Conejero fue v¨ªctima de un robo que le cost¨® la vida. Carmen Gisbert encontr¨® su cuerpo hacia las 10.15 en el suelo, con un fuerte golpe en la cabeza y sobre un charco de sangre. La titular del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero tres de Ontinyent investiga lo ocurrido.
La Casa de la Pur¨ªsima, una casa de dos plantas sede de la Asociaci¨®n, se encuentra cerca del Ayuntamiento de la ciudad, junto a la iglesia de Santa Mar¨ªa, en el barrio de La Vila, en un lugar c¨¦ntrico pero escondido por la antigua muralla. Nadie oy¨® ni vio nada raro hasta que la polic¨ªa acordon¨® el lugar a las 10.30 y la comisi¨®n judicial procedi¨® una hora despu¨¦s al levantamiento del cad¨¢ver. El desorden en la habitaci¨®n que serv¨ªa de oficina de Roberto Conejero, especialmente en un armario, hizo que la Polic¨ªa Nacional, a cargo de la investigaci¨®n, barajara desde el principio el robo como m¨®vil de la muerte.
Roberto Conejero Coll naci¨® en Ontinyent hace 67 a?os. Estaba casado y ten¨ªa dos hijos y una hija. Estaba jubilado desde hac¨ªa varios a?os. Durante m¨¢s de 25 trabaj¨® en la empresa textil Aparicio. Su vinculaci¨®n a la Uni¨®n Art¨ªstica Musical, a la Asociaci¨®n de Festeros de Moros y Cristianos, a la asociaci¨®n de Los Reyes Magos, y a la asociaci¨®n de La Pur¨ªsima -colectivos en cuyas juntas ocup¨® cargos varios, casi siempre relacionados con la tesorer¨ªa- hizo de ¨¦l una persona muy conocida en la localidad. Su cita de ayer con Carmen Gisbert ten¨ªa por objeto cuadrar y cerrar la venta de participaciones de loter¨ªa de la asociaci¨®n. Por ello, la polic¨ªa sospecha que Roberto Conejero ten¨ªa ayer dinero en la asociaci¨®n, aunque no precisaron la cantidad.
Entrada no forzada
La polic¨ªa recorri¨® durante varias horas las dependencias de la Casa de la Pur¨ªsima. El encuentro entre la v¨ªctima y su agresor o agresores, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, fue r¨¢pido. El acceso a la sede no estaba forzado, por lo que se supone que Conejero estaba dentro esperando a Gisbert cuando fue atacado. La polic¨ªa no precis¨® si el golpe mortal que presentaba la v¨ªctima en la cabeza fue el resultado de asestarle con un objeto o de empujarlo contra uno de los escalones, cerca de los cuales se encontr¨® el cad¨¢ver.
Minutos despu¨¦s de conocerse los hechos, poco a poco acudieron al lugar los vecinos de los edificios m¨¢s pr¨®ximos. Nadie vio no oy¨® nada raro. La alarma salt¨® para todos al escuchar los gritos de la mujer que lo encontr¨® y al descubrir la presencia policial. Antes de que la comisi¨®n judicial procediera al levantamiento del cad¨¢ver, varios miembros de la junta de la asociaci¨®n, compuesta por unas 30 personas, se acercaron al lugar.
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