Siempre en contacto con la belleza

Luis Eduardo Aute celebr¨® su ¨²ltimo disco, Auterretratos, y sus 60 a?os ante sus amigos y en un teatro que romp¨ªa las r¨ªgidas paralelas del patio de butacas para revestirse con las l¨²bricas redondeces de las mesas y las lamparitas rojas del Kit Kat Club de Sally Bowles. Dando, adem¨¢s, la casualidad de que el recinto era el mismo en el que tocara por primera vez hace 24 a?os junto al grupo Suburbano, Luis Eduardo Aute se reencontr¨® all¨ª con cuatro d¨¦cadas de canciones en las que ha conseguido algo ins¨®lito: estar en contacto continuo con la belleza. Porque Aute, gran esteta, siempre ha tenido el talento del buen gusto, la claridad a la hora de versificar estados de ¨¢nimo, la punter¨ªa para atravesar al mismo tiempo corazones y a?os vividos con melod¨ªas de esas que nunca pasan de moda.

Aute se arranc¨® suavemente junto a la guitarra amiga de Luis Mendo, a los sones de Record¨¢ndote. Ya con la banda al completo -gran grupo de m¨²sicos, por cierto-, el compositor y cantante evidenci¨® que la noche iba de revisi¨®n y puesta al d¨ªa de emociones y recuerdos -no s¨®lo los suyos, sino tambi¨¦n los del p¨²blico c¨®mplice que le acompa?aba-. Todo, pues, era conocido: el suave romanticismo de Pasaba por aqu¨ª, la antigua plegaria juvenil de Aleluya n? 1 con nuevos versos a?adidos, el blues cabaretero de No s¨¦ qu¨¦ co?o pasa hoy y el erotismo po¨¦tico de Cuando dos cuerpos.