Sociedad civil, informaci¨®n
Civil: de los ciudadanos. M¨¢s tarde, lo que no es militar. Ahora, lo que no depende de Gobiernos ni de dirigentes -l¨ªderes- mundiales. O sea, nada. Leo: "Frustrados por la cumbre de Naciones Unidas, representantes de sociedad civil presentan su propia declaraci¨®n". La cumbre se refer¨ªa a la "Sociedad de la Informaci¨®n", en la que se supone que vivimos. Otras veces es "Sociedad de Comunicaci¨®n", y los dos t¨¦rminos se confunden. El ciudadano ha ganado con la sociedad de la comunicaci¨®n: Internet y todas sus largas colas. La telefon¨ªa. El mero ordenador que a veces le permite comunicarse consigo mismo. ?Para qu¨¦ comunica? Para "enterarse", para adquirir "conocimiento", para "solidarizarse". Supongamos que la mayor¨ªa s¨®lo lo usa para jugar o distraerse: bueno, como la imprenta. En informaci¨®n, el ciudadano ha perdido. El tumulto de la informaci¨®n dirigida y manipulada le aleja del conocimiento; no s¨®lo no ayuda a su conocimiento y le distrae de su solidaridad al darle datos falsos, sino que penetra en su personalidad por la vida de la deformaci¨®n del lenguaje que a su vez forma el pensamiento; la fuente de informaci¨®n deformada puede encontrar una defensa en personas m¨¢s preparadas, o con m¨¢s costumbre: esa defensa es el escepticismo. La desaparici¨®n de los grandes dogmas ha permitido dudar de millones de datos, y, sobre todo, dudar de la forma "dogma".
No es nuevo: otras ocasiones de difundir la informaci¨®n obtuvieron la misma deformaci¨®n. La imprenta de Gutenberg fue invadida por los libros de pensamiento religioso -?qu¨¦ gran contradicci¨®n!- y los mismos religiosos tuvieron que hacer hogueras de libros -y a veces, de autor- cuando su lenguaje se empez¨® a hacer obsoleto y su hipnosis in¨²til. La actual conformaci¨®n de la sociedad civil que se siente frustrada por la declaraci¨®n oficial de la reuni¨®n de la cumbre mundial se queja de que no ayuda a las "necesidades humanas".
La palabra humano la repiten siempre: esta vez no como oposici¨®n a lo divino -ni se ocupan de eso-, sino a lo tecnocr¨¢tico. (Se puede saber m¨¢s a trav¨¦s de http://es.oneworld.net/). Yo no creo mucho en la oposici¨®n t¨¦cnica-humanidad, y es un debate que se plante¨® ya en la revoluci¨®n industrial en el XIX; todo lo que viene sucediendo en este momento es una continuaci¨®n de aquello, como la guerra del Tercer Mundo en la actualidad. Es el tema de la propiedad de los medios de producci¨®n.
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