Francia y el velo

Una ley prohibir¨¢, a partir del pr¨®ximo curso, el uso en las escuelas y liceos de Francia de "vestimentas y signos que manifiesten una pertenencia religiosa o pol¨ªtica". La prohibici¨®n afectar¨¢ a los s¨ªmbolos "ostensibles", como hiyab o velos musulmanes, kippas jud¨ªos y grandes crucifijos, aunque se permitir¨¢n los "discretos", como collares con peque?as cruces, estrellas de David, manos de F¨¢tima o ediciones en miniatura del Cor¨¢n. As¨ª lo comunic¨® ayer el presidente Chirac, que ha rechazado otra propuesta de la Comisi¨®n que ha estudiado ese problema: la de incorporar fiestas religiosas como el Yom Kipur jud¨ªo y el Aid-el-Kebir musulm¨¢n al calendario de d¨ªas no lectivos.

Francia ha elegido un m¨¦todo razonable para abordar el conflicto suscitado por el uso del hiyab en la escuela p¨²blica. En vez de utilizar su mayor¨ªa parlamentaria, el Ejecutivo puso en pie una comisi¨®n plural e independiente, que ha hecho bien sus deberes. Sus propuestas est¨¢n dirigidas a preservar los principios de laicismo, republicanismo y universalidad de la escuela p¨²blica. La laicidad, que est¨¢ en el centro del modelo franc¨¦s, implica un equilibrio entre la neutralidad del Estado ante las pr¨¢cticas religiosas y el respeto a la libertad de conciencia de los ciudadanos, algo cada vez m¨¢s dificil en las sociedades multiculturales, sobre todo en relaci¨®n al islam y a sus practicantes m¨¢s rigoristas.

No est¨¢n claros, sin embargo, los beneficios de la ley que ha anunciado Chirac. Algunas personalidades, incluidos los ministros del Interior y de Educaci¨®n, han se?alado que el problema del velo no es tan grave como para merecer una ley. Otras, incluidas las autoridades religiosas, piden ahora que su aplicaci¨®n no sea dr¨¢stica, para que Francia no parezca pose¨ªda por un integrismo republicano. Muchos temen que, aunque sea aplicable a todas las religiones, termine estigmatizando ¨²nicamente a los musulmanes, justo en el momento en que la Rep¨²blica se plantea su integraci¨®n. Con el riesgo, adem¨¢s, de que sus v¨ªctimas directas sean las chicas musulmanas y no los padres o ide¨®logos que les han conminado a cubrirse. Y queda en el aire la pregunta del principal sindicato de profesores: qui¨¦n y c¨®mo educar¨¢ a las alumnas que sean expulsadas por ese motivo.

Con cinco millones de musulmanes, Francia se ha convertido en un laboratorio europeo para la integraci¨®n del islam. Aunque las realidades sean distintas, hay que seguir de cerca lo que all¨ª ocurre. Entre otras razones porque en Europa conviven distintos modelos de integraci¨®n y tambi¨¦n de relaci¨®n entre Estado y religi¨®n, pero todos los pa¨ªses europeos convergen hacia un modelo de sociedad cultural y religiosamente muy plural.