Milosevic hace campa?a desde su celda de La Haya
El ex presidente yugoslavo, acusado de genocidio y cr¨ªmenes contra la humanidad, se presenta a las elecciones parlamentarias serbias
Uno solo de los testigos citados a declarar hasta la fecha por la fiscal¨ªa del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Wesley Clark, ex comandante supremo de la OTAN, ha dado su opini¨®n sobre Slobodan Milosevic: es el mismo hombre "petulante y exagerado" que conoci¨® antes de los bombardeos de la Alianza Atl¨¢ntica contra Yugoslavia en 1999.
Lastrado en ocasiones por su salud, Milosevic sigue llevando las riendas de su propia defensa en La Haya. Tambi¨¦n ha vuelto a la pol¨ªtica activa. Es el cabeza de lista del Partido Socialista de Serbia (SPS) para las elecciones parlamentarias del domingo en su pa¨ªs.
Milosevic sigue presidiendo el SPS y, aunque su inclusi¨®n en la papeleta tenga mucho de simb¨®lico, demuestra que no est¨¢ dispuesto a caer en el abatimiento. La gripe y una presi¨®n arterial alta le juegan malas pasadas -su juicio ha debido suspenderse unos 60 d¨ªas desde febrero-, pero su actitud sigue siendo la misma. Para Milosevic, la tragedia de los Balcanes fue producto de la agresi¨®n occidental y el TPIY no est¨¢ facultado para juzgarle. "Nadie ha conversado tanto con su enemigo como yo lo hice con Milosevic", dijo Clark al concluir las dos jornadas de testimonio.
Milosevic sostiene que las guerras balc¨¢nicas fueron producto de la agresi¨®n occidental
Milosevic, que puede presentarse a las elecciones porque a¨²n no ha sido dictada sentencia, ha visto restringidas sus ansias electorales por las normas del propio TPIY. Mejor dicho, por haberlas contravenido. El 3 de diciembre, el reo m¨¢s destacado del centro de detenci¨®n de la ONU junto a La Haya utiliz¨® desde all¨ª el tel¨¦fono para dirigirse a sus seguidores en Belgrado. En lo m¨¢s parecido a un mitin electoral a distancia, prometi¨® la creaci¨®n de nuevos empleos y "pasar la p¨¢gina de este triste cap¨ªtulo en la historia de Serbia". Una aseveraci¨®n que denota en cierto modo lo poco que ha cambiado su visi¨®n de lo ocurrido en los Balcanes.
En 1988, y cuando su ascenso al poder en Serbia era imparable, asegur¨® en Kosovo Polje ante una audiencia encandilada que "Serbia abordar¨ªa cualquier batalla con intenci¨®n de ganarla". Alertado del episodio telef¨®nico, el tribunal le record¨® que las l¨ªneas estaban a su disposici¨®n para su bienestar, no para lanzar arengas pol¨ªticas. Una actividad ins¨®lita desde la celda y que frustraba la tarea principal de un tribunal creado para contribuir a restablecer la estabilidad en la extinta Yugoslavia. Durante un mes, como m¨ªnimo, le ha sido prohibida la comunicaci¨®n telef¨®nica con la prensa. S¨®lo podr¨¢n verlo o llamarlo, bajo supervisi¨®n, sus familiares y asesores y los representantes diplom¨¢ticos.
La confiscaci¨®n del tel¨¦fono carcelario incluy¨® a otro detenido y tambi¨¦n candidato electoral serbio. Se trata de Vojislav Seselj, l¨ªder y cabeza de lista del ultranacionalista Partido Radical Serbio (SRS). Seselj fue aliado de Milosevic y est¨¢ acusado de formar un grupo paramilitar que cometi¨® cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad en Croacia, Bosnia-Herzegovina y Vojvodina, una regi¨®n de Serbia con presencia h¨²ngara.
Un tercer inculpado por cr¨ªmenes de guerra, esta vez en la provincia serbia de mayor¨ªa albanesa de Kosovo, el general Nebojsa Pavkovic, ex jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito yugoslavo, se presentar¨¢ asimismo a las elecciones en la lista del Partido Socialista Popular. Pavkovic no quiere entregarse a La Haya y pas¨® de apoyar a Milosevic, a finales de los noventa, a negarse a dispersar por la fuerza a los manifestantes que propiciaron la ca¨ªda del l¨ªder serbio en septiembre de 2000.
A pesar de sus peri¨®dicas indisposiciones y de estos reveses, que Milosevic atribuye a la falta de imparcialidad del TPIY, el hecho de asumir su propia defensa le mantiene en forma. Lleva en La Haya dos a?os y medio y cuenta ahora con un consejero jur¨ªdico. Se llama Branko Rakic, es profesor en la Universidad de Belgrado y sigue el proceso desde la sala reservada al p¨²blico. Otro tanto hacen Zdenko Tomanovic y Dragoslav Ognjanovic, sus otros asesores. Con todo, la parte m¨¢s visible de la defensa sigue en manos del acusado. Milosevic protagoniza los careos, siempre duros y muy documentados, con los testigos de la fiscal¨ªa.
La fiscal¨ªa debe concluir en febrero los sumarios de Bosnia-Herzegovina y Croacia. El de Kosovo ya est¨¢ listo. A partir de entonces se abre un periodo de tres meses destinados a la preparaci¨®n de la defensa. Ser¨¢ interesante ver el enfoque que Milosevic dar¨¢ al proceso de su vida.
Cuando comenzaron los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, Milosevic crey¨® que la Alianza se dividir¨ªa ante un ataque en suelo europeo y los rusos le ayudar¨ªan. Los jefes militares occidentales pensaron que el presidente serbio capitular¨ªa en pocos d¨ªas. Ambos se equivocaron. Milosevic est¨¢ en el banquillo de los acusados y deber¨¢ demostrar su tesis de ser la v¨ªctima de la conspiraci¨®n occidental que denuncia desde que lleg¨® a Holanda. Y eso sin volver a las soflamas, cortadas en seco por Richard May, presidente de la sala que lo juzga.
[El hombre acusado del asesinato del primer ministro serbio, Zoran Djindjic, asegur¨® a la polic¨ªa de su pa¨ªs que lo hizo para frenar el env¨ªo de sospechosos al Tribunal Penal Internacional de La Haya y no por dinero, seg¨²n inform¨® ayer uno de los jueces que presiden el juicio que se desarrolla en Serbia contra Zvezdan Jovanovic y otra treintena de acusados del asesinato de Djindjic, seg¨²n informa Reuters desde Belgrado.]
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