La falta de seguridad obliga a Estados Unidos a paralizar la reconstrucci¨®n de Irak
Miembros del Consejo de Gobierno exigen el traspaso inmediato de la soberan¨ªa
Irak no arranca. Nueve meses despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein, la pregonada reconstrucci¨®n -que exige la inversi¨®n de 55.000 millones de d¨®lares hasta 2007- no ha comenzado, y ya afloran brotes de impaciencia en un pa¨ªs que a duras penas malvive. La inseguridad paraliza casi toda iniciativa. Son muchos los funcionarios y analistas que aseguran que, sin la presencia de las tropas estadounidenses, la escabechina est¨¢ servida. Pero la inmensa mayor¨ªa se apunta a la tesis de que, mientras se prolongue la ocupaci¨®n, no habr¨¢ estabilidad ni prosperidad.
"Washington debe empezar a transferir el poder inmediatamente", exige Nasir Kamel Chaderji, miembro del Consejo de Gobierno. "La Autoridad Provisional de la Coalici¨®n no puede mantener las decisiones finales sobre finanzas y seguridad", a?ade Seyyid Mohamed Bahar al Ulum, anciano l¨ªder chi¨ª miembro de este organismo, que nada puede impulsar sin el visto bueno del administrador norteamericano, Paul Bremer.
El portavoz del Ministerio de Planificaci¨®n, Abdelzohra el Waheed, fija prioridades: "La electricidad es el principal problema econ¨®mico. Las instalaciones no se han empezado a reconstruir por la falta de seguridad. Y no se comenzar¨¢ hasta ya entrado el a?o, cuando lleguen las empresas extranjeras". Las 800 centrales el¨¦ctricas se hallan en un "p¨¦simo estado", seg¨²n el ministro de Electricidad, Ayham al Samarrai. Y el panorama no es halag¨¹e?o. Al Samarrai asegura que la producci¨®n alcanza en la actualidad 3.600 megavatios. "En junio se elevar¨¢ hasta los 4.000. Tal vez 7.000, con la ayuda de pa¨ªses vecinos". Es insuficiente. Seg¨²n el ministro, "Irak necesita 20.000 megavatios".
Decenas de miles de comerciantes y ciudadanos disponen de peque?os generadores. Los cortes del fluido superan las cinco horas diarias en Bagdad. El estruendo de estos aparatos es tan habitual como las tremendas colas ante las gasolineras, cada vez m¨¢s vigiladas por tanques norteamericanos.
Irak cuenta con las segundas reservas probadas de crudo, despu¨¦s de Arabia Saud¨ª. Pero es casi seguro que las hileras de veh¨ªculos para llenar los dep¨®sitos no tienen parang¨®n. La producci¨®n petrolera ronda en estas fechas los 2,2 millones de barriles diarios. En marzo, seg¨²n las previsiones del Ministerio del Petr¨®leo, se alcanzar¨¢n los 2,8 millones, el nivel de antes de la guerra. Pero, si los insurgentes siguen con sus sabotajes contra los oleoductos -90 desde el 1 de mayo- la penuria no cesar¨¢. "Falta el 40% del combustible que necesitamos", destac¨® recientemente el portavoz del Ministerio del Petr¨®leo, Assem Yihad. Los malpensados esgrimen que la escasez es deliberada. "Mientras la gente tenga que esperar horas para repostar, no podr¨¢ dedicarse a otras tareas m¨¢s peligrosas", afirma Al¨ª, un ingeniero que imparte clases en la Universidad por 170 d¨®lares al mes, el salario que cobra un profesional cualificado.
Una v¨¢lvula de escape
S¨®lo la telefon¨ªa m¨®vil, uno de los sectores m¨¢s lucrativos en un pa¨ªs en el que las redes fijas est¨¢n destrozadas, parece que marchar¨¢ a corto plazo. Dos empresas kuwait¨ªes -Wataniya y MTC- dominan los consorcios que se han hecho con las concesiones en el norte y en el sur de Irak. En el centro operar¨¢ la egipcia Orascom. Y trabajan a destajo los importadores de alimentos, electrodom¨¦sticos y coches. En el mercado bagdad¨ª de Al Shorcha abunda el grano guatemalteco, las pasas de Ir¨¢n, el coco de Sri Lanka, las bananas de Ecuador, salchichas de Brasil, champi?ones chinos, carne libanesa... Es una v¨¢lvula de escape para el creciente malestar.
Pero hay otro factor que alimenta la par¨¢lisis de la reconstrucci¨®n. Un diplom¨¢tico occidental destaca que buena parte de los miembros del Consejo de Gobierno est¨¢n m¨¢s pendientes de sus intereses particulares, o de los de su comunidad, que de sacar el pa¨ªs adelante. A finales de diciembre, el Presupuesto de 2004 todav¨ªa se negociaba. "Tenemos previstos 13.400 millones de d¨®lares para 2004", dice el portavoz del Ministerio de Planificaci¨®n. "Hay una caja especial con lo recaudado en [la Conferencia de Donantes de] Madrid para proyectos industriales. Pero tampoco se invierte, porque se est¨¢ a la espera de las compa?¨ªas extranjeras", reconoce Al Waheed.
Sana al Uari, doctora en Econom¨ªa de la Universidad de Bagdad, lo tiene claro: "La nueva clase pol¨ªtica no conoce el pa¨ªs, la corrupci¨®n es enorme y no hay estabilidad". Por si fuera poco, Irak acarrea una deuda externa de 120.000 millones de d¨®lares -sin contar los 200.000 millones por compensaciones de guerra a Kuwait-. Al menos, se anuncia una sustancial reducci¨®n por parte de los acreedores occidentales. Pero el tiempo apremia. Rafik Abdelkader, ingeniero de 40 a?os, es un desempleado que est¨¢ deseando que se forme el nuevo Gobierno, el 1 de julio. Pero no alberga ninguna confianza en las nuevas autoridades. S¨®lo ans¨ªa tramitar su pasaporte para emigrar. "S¨®lo hay promesas", asegura resignado. "En Irak se van a pelear por el poder las diferentes etnias, kurdos y ¨¢rabes, los sun¨ªes y los chi¨ªes. Adem¨¢s, est¨¢n los americanos. Mire Afganist¨¢n. ?De verdad ha empezado a mejorar? No voy a envejecer esperando".
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