Ejemplo de la cultura militante
En su Autobiograf¨ªa, que se present¨® en la sede santanderina de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, escribe Bobbio: "El transcurso de mi vida coincide en gran parte con el periodo hist¨®rico que ha sido denominado, con raz¨®n o sin ella, de la guerra civil europea. Es el periodo que comienza con la profec¨ªa del ocaso de Occidente y termina con la victoria triunfal de la mayor potencia occidental, y con la declaraci¨®n, precipitada, del final de la historia. Los a?os de mi formaci¨®n coinciden con los del fascismo: cuando Mussolini lleg¨® al poder hac¨ªa pocos d¨ªas que yo hab¨ªa cumplido 13 a?os; cuando cay¨®, el 25 de julio de 1943, yo ten¨ªa ya 34 y hab¨ªa alcanzado el comienzo del camino de mi vida. Los 20 meses de la guerra de Liberaci¨®n que siguieron, entre septiembre de 1943 y abril de 1945, fueron, para la historia de mi generaci¨®n, decisivos: dividieron, incluso rompieron, el curso de la vida de cada uno de nosotros en un antes y un despu¨¦s en el que hab¨ªamos procurado sobrevivir con alg¨²n inevitable compromiso con nuestra conciencia y aprovechando incluso los m¨¢s peque?os espacios de libertad que el r¨¦gimen fascista, una dictadura m¨¢s suave que la nazi, nos conced¨ªa; un despu¨¦s en el que, por medio de una guerra civil, en algunos momentos despiadada, naci¨® nuestra democracia".
Cuando la derecha grita "?abajo la igualdad!" quiere decir "?arriba la desigualdad!"
Estas palabras de Bobbio resumen, en esencia, el contenido de una vida. Testigo del siglo XX, ejemplo de una cultura militante desde el antifascismo activo, desde la b¨²squeda de la racionalidad, desde la pasi¨®n por la libertad, ac¨¦rrimo defensor del socialismo liberal y democr¨¢tico, y por tanto iluminador de la revisi¨®n del socialismo marxista. Como a tantos otros ciudadanos de su ¨¦poca, la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn (que se produjo pocos d¨ªas antes de que cumpliese sus primeros 80 a?os) le actualiz¨® el an¨¢lisis sobre tantos asuntos pol¨ªticos sobre los que hab¨ªa trabajado desde bastantes d¨¦cadas antes. Bobbio plantea en toda su obra te¨®rico / pol¨ªtica -y en la filos¨®fica- la misma complejidad: desconfianza hacia la pol¨ªtica demasiado ideologizada; defensa del gobierno de las leyes contra el gobierno de los hombres; elogio de la democracia; defensa a ultranza de una pol¨ªtica laica, entendiendo el laicismo como ejercicio del esp¨ªritu cr¨ªtico contra los opuestos dogm¨¢ticos de cat¨®licos y comunistas; y, finalmente, incondicional admiraci¨®n del sistema pol¨ªtico tradicional ingl¨¦s.
En esta discusi¨®n permanente que tiene a lo largo de su vida, en el seno de la izquierda antideterminista (el italiano se ha considerado un hombre de izquierdas, ya que "siempre he dado al t¨¦rmino izquierda una connotaci¨®n positiva, incluso ahora que est¨¢ siendo cada vez m¨¢s atacada, y al t¨¦rmino derecha una connotaci¨®n negativa, a pesar de estar hoy ampliamente revalorizada"), tiene mucho inter¨¦s la pol¨¦mica que sostuvo con Palmiro Togliatti, fundador y secretario general del Partido Comunista Italiano, en la que remat¨® su posici¨®n de siempre: su objetivo principal en el debate fue la defensa de los derechos del hombre, en particular el derecho a la libertad -que no deb¨ªa ser considerado una conquista de la burgues¨ªa de la que el proletariado no hubiera sabido hacer uso- aunque fuera una afirmaci¨®n de la que primero naci¨® el Estado liberal, despu¨¦s el Estado democr¨¢tico, el mismo al que los comunistas hubieran debido llegar para salvar una revoluci¨®n cuya importancia ¨¦l mismo reconoci¨® varias veces en el transcurso de la pol¨¦mica. "Con aquel debate quise dar un ejemplo de lo que yo consideraba la funci¨®n mediadora y moderadora del intelectual ante dogmatismos opuestos".
Bobbio, que tambi¨¦n fue un moderado, mantuvo hasta el final la idea de que la diada derecha-izquierda, que hab¨ªa prevalecido desde al menos dos siglos y que designa el contraste de las ideolog¨ªas y de los movimientos en que est¨¢ dividido el universo, permanece activa. Si las ideolog¨ªas tocasen a su final, como dicen los partidarios de una sociedad de ambidextros, la diada no tendr¨ªa sentido; pero al contrario, el ¨¢rbol de las ideolog¨ªas est¨¢ siempre reverdeciendo. Adem¨¢s, derecha e izquierda no significan s¨®lo ideolog¨ªas; reducirlas a la pura expresi¨®n de un pensamiento ideol¨®gico ser¨ªa una injusta simplificaci¨®n, pues tambi¨¦n indican programas contrapuestos respecto a muchos problemas cuya soluci¨®n pertenece habitualmente a la acci¨®n pol¨ªtica. Se trata no s¨®lo de ideas, sino tambi¨¦n de intereses o valoraciones.
En segundo lugar, la s¨ªntesis de derecha e izquierda hacia una convergencia o tercera v¨ªa. El socialismo liberal y la revoluci¨®n conservadora son ejemplos de un intento (?fallido?) de ideas contrapuestas y, por consiguiente, alternativas, que la historia hab¨ªa se?alado como incompatibles. Pero todav¨ªa no ha habido entre las terceras v¨ªas una que acerque, ni en la pr¨¢ctica pol¨ªtica ni en los valores, al comunismo y al fascismo, pese a que tengan de enemigo com¨²n a la democracia. Lo que tiene en uni¨®n llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias los rasgos caracter¨ªsticos de la ideolog¨ªa, dice Bobbio, es lo que los convierte en irreconciliables. El m¨¢ximo ejemplo instrumental de alianza pr¨¢ctica entre el fascismo y el comunismo fue el pacto de no agresi¨®n y de repartici¨®n mutuamente ventajosa entre la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin. Por ¨²ltimo, citaremos la aparici¨®n de nuevos movimientos que aparentemente no entran de modo directo en la dial¨¦ctica derecha-izquierda, como son algunos componentes de los antiglobalizaci¨®n o de los verdes.
La parte central del pensamiento pol¨ªtico de Bobbio, la esencia de la distinci¨®n entre la derecha y la izquierda, es la diferente actitud que las dos partes -"el pueblo de la derecha y el pueblo de la izquierda"- muestran sistem¨¢ticamente ante la idea de igualdad: aquellos que se declaran de izquierdas dan mayor importancia en su conducta moral y en su iniciativa pol¨ªtica a lo que convierte a los ciudadanos en iguales, o a las formas de atenuar y reducir los factores de desigualdad; los que se autocalifican de derechas est¨¢n convencidos de que las desigualdades son un dato ineliminable, y que ni siquiera deben emplear sus fuerzas en su eliminaci¨®n.
Norberto Bobbio ha sido uno de los pensadores pol¨ªticos m¨¢s influyentes de este siglo. No obstante, hay que recordar que su principal contribuci¨®n como te¨®rico est¨¢ en la Filosof¨ªa del Derecho. Catedr¨¢tico de la disciplina y padre de la filosof¨ªa neopositivista italiana, senador vitalicio nombrado por el presidente italiano Sandro Pertini, entiende que "todos los grandes interrogantes permanecen sin respuesta". Pero como testigo del siglo XX no dud¨® jam¨¢s de su campo de acci¨®n: nunca como en esta ¨¦poca se han puesto en tela de juicio las tres principales fuentes de desigualdad, la clase, la raza y el sexo. Y recuerda que cuando la derecha grita "?abajo la igualdad!" no quiere decir, como alguien podr¨ªa interpretar, "?viva la diferencia!", sino "?arriba la desigualdad!".
De izquierdas y moderado, con la muerte de Bobbio se pierde un referente de coherencia escaso en nuestros d¨ªas.
Joaqu¨ªn Estefan¨ªa ha prologado la edici¨®n espa?ola del libro de Norberto Bobbio Derecha e izquierda.
Babelia
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