El n¨²mero de inmigrantes detenidos en pateras creci¨® un 14% en 2003
Las mafias abren nuevas rutas hacia las costas de Andaluc¨ªa oriental
Las Fuerzas de Seguridad detuvieron el a?o pasado a 19.000 inmigrantes que trataban de entrar en Espa?a a bordo de pateras. La cifra supone un aumento del 14% respecto a los interceptados el a?o anterior (16.670). Sin embargo, fueron menos las lanchas detectadas en los tres puntos principales de llegada: Fuerteventura, Lanzarote y C¨¢diz. La causa es que las playas del Este de Andaluc¨ªa se est¨¢n convirtiendo en los nuevos destinos.
Adem¨¢s de establecer paulatinamente la nueva derrota de las lanchas, las mafias del norte de Marruecos las cargan con m¨¢s inmigrantes. La combinaci¨®n de ambos factores hace m¨¢s peligrosas las traves¨ªas.
Las costas andaluzas han recibido a la mayor¨ªa de los inmigrantes: unos 10.000, frente a los 9.000 que llegaron a Canarias. El a?o pasado la proporci¨®n fue inversa: la mayor¨ªa de los irregulares fueron detenidos en las islas (9.875, frente a los 6.795 interceptados en el Estrecho).
A pesar de la magnitud de los n¨²meros, el aumento de sin papeles el a?o pasado no ha sido tan fuerte como predijeron algunos expertos. La causa, seg¨²n dichos analistas, hay que buscarla a miles de kil¨®metros de distancia, en Irak. Razonan que, al igual que sucediera tras el 11-S, Marruecos reforz¨® la vigilancia de sus costas a fin de evitar cualquier conflicto en una situaci¨®n preb¨¦lica.
Las estad¨ªsticas parecen darles la raz¨®n. A medida que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, se fue mostrando m¨¢s decidido a atacar Irak, disminuy¨® el tr¨¢fico de pateras desde Marruecos y desde el S¨¢hara Occidental hacia Andaluc¨ªa y Canarias. Durante los dos primeros meses de 2002 fueron interceptadas en Lanzarote y Fuerteventura 88. En el mismo per¨ªodo de 2003, el n¨²mero cay¨® hasta 69. Igualmente llamativo fue el descenso en el Estrecho: 40 pateras interceptadas en los dos primeros meses de 2002, frente a s¨®lo 32 en 2003.
La tendencia se afianz¨® en marzo. Durante los primeros 17 d¨ªas, la llegada de lanchas se moder¨® considerablemente. En Canarias fueron interceptadas 18, frente a 41 en el mismo periodo de 2002. En Andaluc¨ªa s¨®lo se registraron ocho, frente a 25 en marzo de 2002.
?Qu¨¦ suced¨ªa mientras tanto en el mundo? El 16 de ese mes se hab¨ªa celebrado la cumbre de las Azores, en la que el presidente de EE UU y los primeros ministros de Gran Breta?a, Espa?a y Portugal advirtieron al mundo de que el d¨ªa siguiente ser¨ªa el ¨²ltimo para la diplomacia en la crisis de Irak. El d¨ªa 17, George W. Bush dio a Sadam Husein un ultim¨¢tum de 48 horas para que abandonara el poder en Bagdad. Dos d¨ªas despu¨¦s, las bombas comenzaron a caer sobre el pa¨ªs.
Pues bien: en los diez d¨ªas siguientes a la cumbre de las Azores no lleg¨® una sola patera a Andaluc¨ªa. La primera que cruz¨® el Mediterr¨¢neo, con 26 inmigrantes a bordo, lleg¨® el 27 de marzo a Almu?¨¦car.
Dos rutas
Este a?o ha comenzado con desembarcos masivos en Canarias. Fuentes del Ministerio del Interior los relacionan con la pol¨ªtica de traslados a la Pen¨ªnsula pactada entre el Gobierno central y el Ejecutivo canario. En virtud de ese acuerdo, los inmigrantes que no pueden ser repatriados en el plazo de 40 d¨ªas previsto por la ley son "derivados" a otras comunidades. En los dos ¨²ltimos a?os, Interior traslad¨® en avi¨®n desde las islas a la Pen¨ªnsula a 11.000 subsaharianos. Fueron ingresados en centros de internamiento de Barcelona, Valencia, Murcia, Madrid y M¨¢laga. Pero su estancia en ellos no pas¨® de unas horas: las justas para dejarlos en libertad con una orden de expulsi¨®n imposible de cumplir y que les impide trabajar legalmente. En suma: el Estado les pag¨® el viaje desde Canarias hasta el continente.
Esta paradoja ha provocado el nacimiento de dos rutas paralelas de inmigraci¨®n clandestina. La primera es la del Atl¨¢ntico, por la que la mayor¨ªa de los subsaharianos intentan alcanzar Canarias desde las playas de El Aai¨²n (S¨¢hara Occidental), pues saben que el Gobierno se encargar¨¢ de trasladarlos a la Pen¨ªnsula. La segunda es la del Mediterr¨¢neo, m¨¢s utilizada por los marroqu¨ªes, que zarpan desde el norte de su pa¨ªs hacia las playas andaluzas; desde all¨ª se trasladan al interior de la Pen¨ªnsula, donde tienen m¨¢s posibilidades de pasar inadvertidos.
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