Reactivaci¨®n mundial: el semestre es ¨¦ste
LA INCONSISTENCIA de las profec¨ªas econ¨®micas genera muchas sorpresas; una de ellas es la que atribuye a los coyunturalistas oficiales la tesis de que la reactivaci¨®n se producir¨¢ el pr¨®ximo semestre, retard¨¢ndose ad calendas graecas esa fecha. Pues bien, en esta ocasi¨®n hay un consenso generalizado en que ese "pr¨®ximo semestre" puede ser ¨¦ste. Las previsiones p¨²blicas y privadas son coincidentes, lo que ha abierto las expectativas.
?En qu¨¦ se basan? En primer lugar, en la espectacularidad del crecimiento de EE UU (un 8,2% del PIB en el tercer trimestre de 2003), teniendo en cuenta adem¨¢s de que se ha entrado en un a?o electoral, lo que sin duda producir¨¢ alegr¨ªas a?adidas. En segundo lugar, en el papel que est¨¢n desempe?ando las bolsas de valores, que son una especie de san Juan Bautista de la reactivaci¨®n: despu¨¦s de tres ejercicios de crash a c¨¢mara lenta despu¨¦s del estallido de la burbuja tecnol¨®gica, los ¨ªndices internacionales cerraron el a?o con un crecimiento de la rentabilidad media del 23%. Por ¨²ltimo, en el comportamiento de algunas grandes econom¨ªas emergentes como China, que (pese a haber sufrido las consecuencias de la neumon¨ªa asi¨¢tica) siguen registrando incrementos espectaculares de su PIB.
De nuevo, EE UU es la locomotora de la reactivaci¨®n, pero su fortaleza conlleva la debilidad. ?A partir de qu¨¦ momento, despu¨¦s de las elecciones, se sajar¨¢n los 'd¨¦ficit gemelos'?, ?con qu¨¦ consecuencias para el resto?
Los pron¨®sticos de los organismos multilaterales tipo OCDE, Comisi¨®n Europea o FMI coinciden en que la reactivaci¨®n se producir¨¢ este a?o, aunque ser¨¢ menos fuerte y m¨¢s desigual de lo que sus anteriores estudios profetizaron. Esos pron¨®sticos dan a Estados Unidos un crecimiento en el entorno del 4%, cercano al 2% en la zona euro y en Jap¨®n, y del 3% al menos en Am¨¦rica Latina.
Y sin embargo, la recuperaci¨®n sufre de fuertes riesgos, que tambi¨¦n es preciso mensurar. El m¨¢s latente, la posibilidad de crisis geopol¨ªticas no descartables: atentados terroristas, descomposici¨®n de la situaci¨®n en Irak o Afganist¨¢n, etc¨¦tera. Despu¨¦s de los atentados a las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono, la fragilidad geopol¨ªtica se ha trasladado al terreno central de la econom¨ªa; sirva como ejemplo m¨¢s cercano la crisis que est¨¢n padeciendo las compa?¨ªas a¨¦reas, muchos de cuyos componentes son directamente administrativos. Derivado de ello, la posibilidad de un deterioro de las materias primas energ¨¦ticas: el petr¨®leo cerr¨® el a?o 2003 con los precios medios m¨¢s altos en los ¨²ltimos 2o a?os (alrededor de 28 d¨®lares el barril brent).
No hay que olvidar otro tipo de fragilidades. La m¨¢s cercana al mundo empresarial tiene que ver con la hip¨®tesis de nuevos esc¨¢ndalos corporativos como los que hace dos a?os dieron lugar a las mayores suspensiones de pagos de la historia (Enron, WorldCom,...) y que acaban de tener su correlato europeo en Parmalat (sin que a estas alturas se pueda prever la profundidad de este ¨²ltimo esc¨¢ndalo de enga?o continuado al inversor, que arrastra de nuevo la credibilidad de las compa?¨ªas auditoras). Pero tambi¨¦n est¨¢n los riesgos relacionados con una globalizaci¨®n parcial y desequilibrada: el futuro de la OMC y de su ronda de Doha, tras el fracaso de Canc¨²n; la ampliaci¨®n de la UE y el nuevo reparto de sus presupuestos y de los fondos de cohesi¨®n regional; el futuro del Acuerdo de Libre Comercio para las Am¨¦ricas (ALCA) tras el cierre en falso de su reuni¨®n de Miami en el ¨²ltimo trimestre de 2003, etc¨¦tera.
Por ¨²ltimo, pero no lo menos importante, hay que contemplar los desequilibrios macroecon¨®micos en Estados Unidos, convertido de nuevo en la aut¨¦ntica locomotora mundial. Tras una reforma fiscal regresiva (ha afectado m¨¢s a los contribuyentes m¨¢s ricos) y superior a lo prometido, la Administraci¨®n de Bush ha cerrado el a?o fiscal con un d¨¦ficit superior al 4,5% de su PIB -m¨¢s de 500.000 millones de d¨®lares (los cr¨ªticos recuerdan que Reagan lleg¨®, en su delirio keynesiano de derechas, al 6%)-, al que hay que sumar un similar d¨¦ficit por cuenta corriente. ?A partir de qu¨¦ momento, despu¨¦s de las elecciones, se sajar¨¢n los d¨¦ficit gemelos, y qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ para la tan anhelada reactivaci¨®n mundial?
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