Un relato de la lucha y la divisi¨®n a trav¨¦s de las consignas
"El oso de Madrid destrozar¨¢ el fascismo". "El Madrid glorioso es invencible". "Defendamos Madrid bajo un mando ¨²nico". "Ayudad a Madrid sufrido y heroico". "Evacuad Madrid, que tu familia no sufra la guerra". "Evacuad Madrid, confiad vuestra familia a la Rep¨²blica". "Evacuad Madrid".
As¨ª narra la exposici¨®n Carteles de la guerra la evoluci¨®n del asedio de la capital por los nacionales. Es otra de las miradas posibles, el relato en telegramas de esa guerra feroz y desigual. Pero en la dispersi¨®n de consignas de la izquierda salta a la vista la divisi¨®n que tanto colabor¨® a la derrota. Hay tanta confusi¨®n en las propias filas como ilusi¨®n, pero tambi¨¦n caos, surrealismo, voluntarismo rom¨¢ntico, ingenuidad al identificar al enemigo real.
En 1936, Bagar¨ªa, el gran maestro de la caricatura, identifica Las tres desgracias de Espa?a en un cartel que muestra a tres monigotes caminando de la mano: la monarqu¨ªa (un enanito con corona), los terratenientes del campo (un gordo con cabeza de pera) y el fascismo econ¨®mico (un hitlercillo con un bomb¨ªn lleno de cifras). Pero a partir de ah¨ª las cosas parecen bastante menos claras: las instrucciones t¨¦cnicas para que los soldados disparen de esta o aquella manera las firma la Alianza de Intelectuales Antifascistas; en 1938, todav¨ªa el Ministerio de Propaganda anda comparando sus logros educativos con los de la monarqu¨ªa ("Ellos quer¨ªan mantener al pueblo en la ignorancia: 18 a?os de monarqu¨ªa, 9.000 escuelas; 7 de Rep¨²blica, 22.000 escuelas"); a primera vista, hay m¨¢s carteles que advierten sobre el ej¨¦rcito italiano que sobre el alem¨¢n; y m¨¢s all¨¢, un cartel dice, po¨¦tico: "El invierno es un enemigo m¨¢s. Con ropa podemos vencerle".
Pero tal vez el m¨¢s ir¨®nico, el que mejor refleja la desigualdad terrible de la guerra, es uno de Babiano (1938), que afirma: "La juventud espa?ola debe practicar el vuelo sin motor".
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