?La sucesora de Fox?

"Veremos, veremos, veremos", respondi¨® Marta Sagah¨²n, esposa del presidente mexicano, Vicente Fox, al ser preguntada sobre su eventual candidatura a las presidenciales del pa¨ªs en las generales del a?o 2006. La evidente ambici¨®n por el cargo caus¨® incomodidad o rechazos en el oficialista y conservador Partido Acci¨®n Nacional (APN), al que pertenece desde el a?o 1988. No est¨¢ preparada, ni tiene "los tama?os", seg¨²n el diputado Federico D?ring y otros dirigentes. La candidatura a la jefatura de la Rep¨²blica no es una nominaci¨®n del programa Gran Hermano donde gana el m¨¢s popular, sostienen los adversarios de Marta Sahag¨²n.

No debiera serlo, pero parece haberlo sido en Am¨¦rica Latina durante decenios. El pobre desempe?o de los pol¨ªticos profesionales y el analfabetismo o la desesperaci¨®n de las sociedades permitieron el surgimiento de candidaturas providenciales, antisistema, chistosas, o de circunstancias. Hugo Ch¨¢vez es presidente de Venezuela porque su cuartelazo de 1992 contra el corrompido bipartidismo nacional fue popular; Irene S¨¢ez pudo haberlo sido a los 36 a?os porque fue Miss Venezuela. Vestida de polic¨ªa en su despacho de alcaldesa de Chacao, la bella peroraba con reflexiones prestadas o invocaba al Alt¨ªsimo para aceptar "lo que no puedo cambiar".

El ecuatoriano Abdal¨¢ Bucar¨¢m, aplaudido buf¨®n, fue depuesto de la presidencia en 1997 por demente. El chino Alberto Fujimori alcanz¨® el poder en Per¨² porque, entre otros complejos factores, era un desconocido y los japoneses tienen fama de laboriosos y eficaces.

El principal activo electoral de la presidenta de Panam¨¢, Mireya Moscoso, dise?adora de interiores y t¨¦cnico de ordenadores, fue su condici¨®n de viuda del hist¨®rico Arnulfo Arias (presidente en tres ocasiones: 1941, 1948 y 1968). Durante una confusa reyerta de taberna y alcohol desarrollada en M¨¦xico, en el a?o 1982, el guatemalteco Alfonso Portillo mat¨® a dos nacionales. Pr¨®fugo de la justicia mexicana hasta que, en 1995, con su causa sobrese¨ªda, gan¨® la presidencia en el a?o 2000 y la bronca a balazos tuvo una lectura casi patri¨®tica en campa?a.

El perfil de Marta Sahag¨²n es diferente y m¨¢s noble, y sus cr¨ªticos citan la preparaci¨®n intelectual y pol¨ªtica, no su gran popularidad, s¨®lo superada por el jefe de Gobierno de Distrito Federal, el izquierdista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, como requisitos en la nominaci¨®n del PAN. Pero la historia puede repetirse. Los flancos m¨¢s doctrinarios de ese partido se opusieron a la designaci¨®n de su esposo, el ranchero Vicente Fox, como candidato presidencial en las generales de julio del a?o 2000. No obstante, el ascenso del ex gobernador de Guanajuato y ex gerente de Coca-Cola en los sondeos acab¨® por imponer su candidatura, que, finalmente, asumi¨® el PAN.

"Las encuestas me colocan ah¨ª [arriba] y eso es lo que me hace meterme en un proceso todav¨ªa de mayor reflexi¨®n y decir: ?caray! Tengo que trabajar mucho m¨¢s porque hay quien est¨¢ esperando mucho m¨¢s de m¨ª", declar¨® Sahag¨²n a Radio F¨®rmula. En otra entrevista con el diario El Universal anunci¨® la aceleraci¨®n de su activismo, desde la fundaci¨®n Vamos M¨¦xico, y, subrayando que M¨¦xico est¨¢ preparado para una mujer presidenta, espet¨®: "Tendr¨¢n Marta para un buen rato".

Marta Sahag¨²n es admiradora de la populista argentina Evita Per¨®n (1919-1952), esposa de fallecido general Juan Domingo Per¨®n (presidente en tres per¨ªodos: 1946, 1951 y 1973), y de la senadora Hillary Clinton, del ex presidente norteamericano Bill Clinton (1993-2001).

La primera dama mexicana, de 49 a?os, se ha manifestado dispuesta a afrontar las previsibles hostilidades. Ya comenzaron. La popularidad, la fama o la simpat¨ªa no son sin¨®nimos de capacidad para el ejercicio del poder, advirti¨® el analista Ricardo Alem¨¢n. "Nadie sabe si los electores premiar¨¢n a la se?ora Sahag¨²n por su nula experiencia pol¨ªtica, por su modesta formaci¨®n acad¨¦mica, o porque lleg¨® a una posici¨®n de privilegio s¨®lo por ser la esposa del presidente".