Cerca del mejor Ronaldo

Ronaldo est¨¢ como si nunca se hubiera lesionado de gravedad. La necrosis de su tend¨®n rotuliano derecho y su deterioro progresivo hasta la ruptura masiva, en abril de 2000, hacen de su actual momento de forma un caso extraordinario en los anales de la medicina deportiva. Hoy, con 0,78 goles por partido en Liga, est¨¢ al nivel que ten¨ªa al finalizar la temporada 1997-98, cuando con el Inter hizo el mismo promedio (0,78 goles por encuentro), levant¨® una Copa de la UEFA y no gan¨® el scudetto porque, como desliza su ex compa?ero, Iv¨¢n Zamorano, se interpuso la Fiat: "La Juventus nos rob¨® el ¨²ltimo partido".

En su primera temporada con el Inter de Mil¨¢n, cuando todav¨ªa luc¨ªa la rodilla sin la cicatriz que la recorre hoy como el vestigio de un machetazo, Ronaldo consigui¨® meter 25 goles en 32 partidos de Liga, un promedio fabuloso para los c¨¢nones italianos. En su segunda temporada con el Madrid lleva 15 goles en 19 partidos, un pelda?o por encima de la pasada (23 goles en 31 encuentros), y cada vez m¨¢s cerca de su a?o dorado, la temporada 1996-1997, cuando con el Barcelona hizo 0,90 goles por partido: 34 en 37.

Uno de los testigos de aquella proeza, Sergi Barjuan, no se atreve a decir que el Ronaldo que vio fue el mejor posible: "La temporada todav¨ªa no ha terminado". El ahora lateral del Atl¨¦tico nota que Ronaldo se muestra "m¨¢s cauteloso" en el campo, no tan din¨¢mico pero "igual de eficaz".

"Lo que Ronaldo hace cada jornada es demostrar que es un crack", se admira Sergi. "Yo tuve la suerte de jugar con un Ronaldo con... muchas ganas, mucha fuerza. De no ser por ¨¦l no habr¨ªamos ganado la Copa del Rey y la Supercopa, y no puedo decir si ahora es peor o mejor jugador porque no lo s¨¦. S¨®lo s¨¦ que es un crack. De otra manera no podr¨ªa estar a este nivel despu¨¦s de todo lo que ha pasado. Si un jugador sufre esa lesi¨®n y sale del bache siendo casi el mismo, es que es un crack".

Los goles de Ronaldo sustentaron al Bar?a hace siete a?os tanto como al Madrid esta temporada. Con una diferencia: en la temporada azulgrana Ronaldo se perdi¨® cinco partidos, entre lesiones y carnavales -bail¨® en el Samb¨®dromo de R¨ªo-. ?sta temporada s¨®lo se ha perdido un partido, contra el Villarreral, por ir convocado con Brasil -y promete no acudir al carnaval-. En su primer a?o en el Madrid estuvo de baja en las primeras cuatro jornadas y se perdi¨® otras tres por problemas musculares, derivados, en buena parte, de su inactividad de m¨¢s de dos meses en el verano. Lleg¨® a Madrid con su amigo y fisioterapeuta particular, Nilton Petrone, asegurando que s¨®lo bajo su ¨¦gida lograr¨ªan sus m¨²sculos encontrar la armon¨ªa perfecta. Despu¨¦s de casi dos a?os lejos de Petrone, las cosas no van tan mal.

Si el Madrid sigue de cerca al Valencia m¨¢s eficaz de la historia es gracias a Ronaldo. Ha marcado en 13 jornadas y en nueve de ellas ha sido determinante: 23 de los 43 puntos que ha ganado el Madrid se deben directamente a sus goles. En la ¨²ltima jornada, con el gol al Betis, sum¨® un punto. Frente al Mallorca, antes de Navidad, provoc¨® un penalti y marc¨® otro gol, b¨¢sico en la victoria. Contra el Depor se reparti¨® el trabajo junto a Ra¨²l; de visita en el Camp Nou hizo el gol del triunfo; al Atl¨¦tico lo sentenci¨® en 15 segundos; y en El Sadar su diana vali¨® el empate. Al Athletic y al Espanyol los despach¨® con dos goles a cada uno y contra el Betis, en la primera jornada, sell¨® el marcador y los tres puntos en el minuto 61.

Hace diez temporadas, cuando Ronaldo lleg¨® a Eindhoven con 17 a?os, las cosas no fueron muy distintas. Uno de los l¨ªderes del PSV de aquella ¨¦poca, el internacional holand¨¦s Stan Valcx, lo recuerda con gusto: "Ten¨ªa tanto talento y estaba tan seguro de sus posibilidades que no necesitaba entrenarse apenas. Creo que nunca le vi ponerse nervioso antes de un partido. Ni a ¨¦l ni a Romario. S¨®lo que cuando ¨¦l debut¨® ten¨ªa 18 a?os, no entend¨ªa el idioma y estaba totalmente desconectado del f¨²tbol europeo. Le gustaba tanto la presi¨®n que en su primer partido meti¨® tres goles. Los goles eran la ¨²nica cosa que le importaba de los entrenamientos, a ¨¦l y a Romario. Ve¨ªan el f¨²tbol como una forma de diversi¨®n, algo extra?o para nosotros, los europeos, que lo asociamos con trabajar. Romario y Ronaldo s¨®lo quer¨ªan meter goles, y como lo hac¨ªan cada vez que quer¨ªan, nos quitaban presi¨®n al resto del equipo. Desde el entrenador al portero todos vivimos m¨¢s relajados".

En el Bar?a, seg¨²n cuenta Sergi, Ronaldo sigui¨® fiel a sus h¨¢bitos: "No hay m¨¢s que mirar las piernas que tiene. Una persona con esa fuerza y esa t¨¦cnica s¨®lo con cuidarse un poquito, con ir una vez por semana al gimnasio y entrenarse m¨¢s o menos fuerte alguna vez, est¨¢ en forma. Ronaldo nunca fue de los que iba por delante en la carrera continua".

Zamorano, que coincidi¨® con el brasile?o en toda su etapa en Italia, recuerda que la naturaleza lo hab¨ªa dotado de una musculatura que lo licenciaba. "?l tiene una contextura importante", explica el chileno; "tiene una potencia y una fuerza innata, algo que lleva en la sangre y que le puede aliviar el trabajo f¨ªsico. Luego est¨¢ claro que si rinde de la forma en que lo est¨¢ haciendo es porque algo trabaja. En Espa?a no s¨¦, pero en Italia hac¨ªa pesas como todos. Y adem¨¢s, hac¨ªa un trabajo complementario con su fisioterapeuta, Petrone".

Seg¨²n las ¨²ltimas noticias, Ronaldo exhibe un ligero abultamiento en el vientre. En el Madrid no se machaca y cuando termina los entrenamientos tampoco se priva de una Coca Cola bien azucarada. ?Para qu¨¦? De esa manera, segura y holgada, va camino de batir sus propios r¨¦cords. Al decir de un compa?ero perplejo, es como un pura sangre con h¨¢ndicap: "?C¨®mo ser¨ªa si no diese ventajas!".